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Recorrido de la fracción resto en la TMB de Zubieta

La fracción resto pasará 22 días en Zubieta antes de ser incinerada. Este es el proceso al que se someterán los residuos desde su llegada a la planta de tratamiento mecánico-biológico

A. ALGABA

Sábado, 23 de febrero 2019, 07:43

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    Capacidad para almacenar la basura de 150 camiones

    Fotos: Lobo Altuna

    La materia prima que requiere la planta de Zubieta llegará en un goteo incesante de camiones que realizarán su descarga en un espacio intermedio que separa la planta de tratamiento mecánico-biológico (TMB) y la de valorización energética (PVE). Este espacio será la puerta de entrada de las 150.000 toneladas de fracción resto que cada año produce Gipuzkoa.A diario, el territorio produce algo más de 400 toneladas de residuo en sus contenedores grises y parte del puerta a puerta, que deberán llegar al complejo guipuzcoano a partir de abril. Desde finales de marzo comenzarán las pruebas de llegada de los primeros camiones. Se calcula que el foso en el que deben depositar los residuos para que inicien el proceso de tratamiento puede acumular hasta una semana de desperdicios. Esto es, hasta 150 camiones podrían volcar sus cargas en ese depósito sin que la instalación se sature.

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    Recupera el 8% de materia reciclable antes de que llegue a 'Terminator'

    Unas enormes pinzas depositan los residuos en dos cintas transportadoras para atravesar el proceso mecánico. Son dos líneas paralelas que trabajarán a un único turno al día pero que pueden incrementar su actividad en caso de registrar un pico de llegada de desperdicios. En este espacio de cintas kilométricas los residuos pasan distintos mecanismos de detección, humanos, ópticos o magnéticos que permitirán recuperar hasta un 8% de materiales reciclables como plásticos, metales, vidrios... Lo que elevará al 60% la tasa guipuzcoana de reciclaje. Esos materiales se embalararán y enviaran a las plantas de tratamiento oportunas. Los plásticos, por ejemplo, a la planta de separación de envases de Legazpi. El resto de material se comprimirá y homogeinizará tras pasar por la máquina trituradora 'Terminator'.

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    15 días de secado para ganar poder energético y reducir un 25% el peso

    Después de ser machacados por 'Terminator', los residuos se extenderán en una explanada similar a una cancha de baloncesto sobre una especie de rejilla por la cual recibirán un tratamiento de biosecado. Serán entre 15 y 20 días en los que se producirá una evaporación por fermentación, lo que provocará que la basura reduzca un 25% su tamaño e incremente su poder energético, esto es, su capacidad de crear energía en el proceso de incineración. Los gases que emane este proceso serán disueltos en la cubierta de la propia instalación. Hasta el próximo año, los residuos una vez finalizado este proceso serán enviados en camiones a Bizkaia para que sean terminados de tratar en la planta de Zabalgarbi. Este primer tratamiento ahorrará parte de la factura con Bizkaia.

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    Dos parrillas gigantes para quemar residuos las 24 horas del día

    La planta de valorización energética (PVE) se abre con dos enormes moles donde se registrarán las temperaturas más altas de todo el circuito. Son los dos hornos donde se reducirán a cenizas los residuos que no tienen ninguna otra salida. La instalación está duplicada. Son dos enormes parrillas con capacidad para valorizar, en total, alrededor de 12,5 toneladas a la hora. Ambas líneas funcionarán las 24 horas del día y en su interior se registrarán temperaturas que pueden llegar a superar los 1.000 grados centígrados. Temperaturas extremas que servirán, tanto para reducir a cenizas la basura, como para elevar a ebullición el agua que sirva para generar electricidad.

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    Electricidad para abastecer a 45.000 hogares

    El fin de incinerar los residuos no tiene solo como objetivo el reducir lo máximo posible su impacto. También se trata de conseguir un rédito social y económico de dicho proceso. De ahí que se le denomine valorización a dicho procedimiento, esto es, se consigue que un desecho ofrezca un bien valioso. En este caso, la electricidad. Según el informe de impacto económico del Centro Medioambiental de Gipuzkoa, la incineración de residuos permitirá abastecer de energía a 45.000 hogares del territorio. En la propia PVE ya se encuentra instalada la turbina 'made in Germany' que se encargará de convertir en energía la explosión de vapor de agua proveniente del paso del líquido por las parrillas de basura a más de 1.000 grados. Esa recuperación energética producirá unos 160.000 megawatios al año y se transmitirá mediante una conexión a una subestación eléctrica que se encuentra en plena construcción al pie de la fase 2 del proyecto, el que incluye la planta de biometanización y de maduración de escorias. Dicha subestación adaptará la energía recepcionada a las condiciones exigidas por la red, de forma que ese torrente pueda derivarse al sistema para alimentar el consumo de más de 120.000 guipuzcoanos. Para conectar esa instalación con la propia red, se han levantado varios postes de luz y se están alargando los cables hasta alcanzar la conexión con Bergara. En total, unos 5,5 kilómetros de cableado.La incineradora se convertirá en la primera fuente renovable del territorio, debido a que la energía obtenida a partir de los residuos tiene esa consideración por el ahorro que implica de combustibles fósiles. Además, como destaca el informe de Idom, los productos potenciales para la producción de compost se incrementarán un 25% y se producirán 20.000 toneladas de áridos reciclados que podrán ser utilizados en obras de construcción y asfaltado.

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