Investigan el rapto de un menor tutelado por parte de su madre biológica en Donostia

En estos momentos, la Diputación de Gipuzkoa colabora con la Ertzaintza y la Fiscalía para localizar al menor desaparecido lo antes posible y arrojar luz a los hechos acaecidos. «La comunicación es constante» para encontrarlo, según señalan fuentes de la Diputación, aunque no han concretado mayores detalles del caso «al tratarse de un menor». Se desconoce por tanto si el niño, en situación de desamparo, vivía en una familia de acogida o residía en un centro de la Diputación y tampoco ha trascendido desde cuándo se encontraba bajo la tutela foral y si tenía régimen de visitas por parte de algún familiar.

Desde la Asociación de familias acogedoras de Gipuzkoa, Beroa, uno de los recursos de acogimiento familiar donde se llevan a cabo visitas auspiciadas por la Diputación de Gipuzkoa, explican que «normalmente» estos niños en acogida sí suelen tener régimen de visitas, aunque «esto es algo que lo indican desde la Diputación» y siempre que se considere que pueden ser beneficiosas para el menor. Al conocer ayer la noticia, se mostraban «impactados» por este hecho, que recuerda al ocurrido hace seis años, cuando un menor tutelado por la Diputación fue sustraído por su madre biológica en Donostia, antes de realizar una visita vigilada.

La sustracción del niño, que entonces tenía 11 meses de edad, tuvo lugar en las inmediaciones del «espacio de convivencia» Etxegorria, situado en la zona de Ategorrieta de la capital guipuzcoana. El menor se encontraba en aquel momento residiendo con una familia de acogida urgente.

La sustracción se produjo en la vía pública, antes de que la técnico que llevaba al pequeño accediera a las instalaciones del centro. En la calle, la progenitora arrebató al menor a la fuerza, sin que la persona que iba a controlar la visita pudiera hacer nada para impedirlo. Seguidamente, la madre se dirigió a un coche que permanecía estacionado en las proximidades y emprendió la huida.

Las investigaciones permitieron saber que los autores pusieron rumbo hacia la frontera, de forma que la Ertzaintza alertó de la situación a las autoridades galas. En su fuga, la madre llegó hasta Rumanía, donde dejó al menor a cargo de su familia. La acusada fue arrestada dos semanas después.