La renta media de alquiler libre llega ya a los 743 euros en Gipuzkoa y 924 en Donostia
La emancipación de los jóvenes por esta vía se agrava al crecer en solo un año otro 2,1% el precio del arrendamiento en el territorio
El incremento en el precio de los alquileres en Gipuzkoa no da tregua. A finales del año pasado la renta media ascendía ya a ... 743,4 euros, tras subir un 2,1% en doce meses. Medido en función de la superficie, el coste es de 9,6 euros por metro cuadrado, un 2% más. Obvia decir que San Sebastián sigue siendo la localidad más cara para vivir. El arrendamiento promedio alcanza en la capital los 924,5 euros, a 12,3 euros por metro cuadrado. Es la ciudad con las tarifas más elevadas de Euskadi, y Gipuzkoa el territorio donde el esfuerzo a hacer es mayor. En Álava el alquiler medio es de 660,3 euros y en Bizkaia de 708,9, para una media vasca de 717,3. En las capitales, establecerse en Vitoria supone tener que desembolsar 690,1 euros al mes; y en Bilbao, 778,4.
Dentro de Gipuzkoa, en el lado opuesto a Donostia, residir en Zaldibia, donde oficialmente hay 59 viviendas alquiladas, sale por una media de 474,2 euros al mes, a 5,3 euros por metro cuadrado.
Son datos extraídos de la Estadística del Mercado del Alquiler (EMAL) que elabora el Gobierno Vasco conforme a los datos que obran en su poder gracias a las fianzas que los arrendadores deben depositar en el departamento de Vivienda cuando alquilan su propiedad. Son, por lo tanto, datos oficiales. Esta estadística acaba de ser actualizada con las fianzas correspondientes al último trimestre de 2021. El análisis se refiere en exclusiva a los alquileres de pisos en edificios colectivos para uso como vivienda habitual. Esto es, excluye los alquileres vacacionales y las viviendas unifamiliares. El detalle de la situación de los alquileres en los municipios vascos, incluso desglosados por barrios en los casos que procede, puede consultarse a través de un mapa interactivo en la página web del Observatorio vasco de la Vivienda, en la dirección https://apps.euskadi.eus/web01-apetxebi/es/ad23aConsultaWar/emal.
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Los datos correspondientes al último trimestre del año pasado ratifican la percepción de ciudadanos y entidades sociales de que el acceso a una vivienda de alquiler no solo sigue siendo una dificultad seria en Gipuzkoa, sino que el problema va en aumento. Especialmente para los colectivos más desfavorecidos y con menos recursos.
Al mismo tiempo, supone un escollo de primer nivel para la emancipación de los jóvenes que, como norma general, reciben salarios más reducidos que les imposibilitan vivir por su cuenta, al no ser estos suficientes para hacer frente a una renta.
La regla del 33%
Como es sabido, está establecido que para mantener un equilibrio razonable entre ingresos y gastos, la vivienda (alquiler o hipoteca) no debería superar un tercio (33%) de los ingresos de una familia. Aplicando criterios de flexibilidad en lugares que, como Euskadi, tienen precios inmobiliarios notablemente por encima de la media, ese baremo puede ampliarse hasta el 40%.
Tomando como referencia esta regla, para hacer frente a un alquiler en Gipuzkoa el salario debería alcanzar los 1.858 euros netos mensuales. El sueldo medio en Euskadi superaba el año pasado los dos mil euros (2.051), pero entre los jóvenes no llega a los 1.200, en este caso según datos de 2019.
En este escenario, cada actualización de los precios de la vivienda representa un nuevo palo en las ruedas para la población que desea acceder a un piso de alquiler. Como consuelo puede servir que el año pasado los alquileres subieron menos que la inflación (6,5% en Gipuzkoa). Esta lleva cerca de un año desbocada desde que en verano pasado empezó a dispararse el precio del gas natural.
El informe de Vivienda revela que en Gipuzkoa había alquilados, a 31 de diciembre, 25.510 pisos y 492 viviendas unifamiliares para uso cotidiano como residencia habitual. Además, había registradas fianzas como alojamiento de temporada de 819 pisos y 23 unifamiliares.
Uno de cada tres pisos arrendados (8.228) se localiza en San Sebastián. La proporción se eleva a casi dos de cada tres (64%) si se suman el resto de localidades de Donostialdea y el corredor este hasta Irun y Hondarribia.
En la capital, el porcentaje de pisos alquilados sobre el total del parque es del 8,7%, el mayor de Gipuzkoa. En el extremo opuesto, en el Alto Deba apenas están arrendados el 4,3% del total de viviendas de la comarca.
Respecto a los precios, el 'efecto Donostia' también ha impulsado al alza los precios de los alquileres en las localidades limítrofes, como Astigarraga, Hernani o Lasarte-Oria, entre otras. En el conjunto del área que conforman Donostialdea, Oarsoaldea y Bidasoa, el alquiler medio está situado en 823,8 euros, a 10,4 euros por metro cuadrado.
LAS CIFRAS
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25.150 pisos y 492 viviendas unifamiliares están alquiladas en Gipuzkoa como residencia habitual. Además, a 31 de diciembre del año pasado había registradas fianzas como alojamiento de temporada de 819 pisos y 23 unifamiliares.
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1.858 euros mensuales debería ingresar una persona o familia para poder pagar holgadamente una renta media en Gipuzkoa. Está estipulado que el esfuerzo de un alquiler o hipoteca no debería superar el 40% del salario.
En tercer lugar, y ya por debajo de la media tanto guipuzcoana como vasca, se sitúa Urola-Kosta, con 714,4 euros por piso y 7,8 por metro cuadrado. En esta comarca encabeza la tabla de precios Zarautz, con 805,7 euros de media (9,8 por metro cuadrado).
El listado lo completan, por este orden, Tolosaldea (619,2), Goierri (569,8) Alto Deba (553,7) y Bajo Deba (552,2).
Aunque los precios suben sistemáticamente año tras año, el análisis por trimestres revela que los precios de finales de 2021 no son los máximos de la historia. De hecho, las fianzas que se depositaron entre octubre y diciembre en el departamento que dirige el consejero vasco de Vivienda, Iñaki Arriola (PSE), demuestran que en el cuarto final del año los contratos que se firman son tradicionalmente algo más ventajosos para los alquilados, ya que se producen ligeros descensos respecto a las rentas que se pactan en los acuerdos alcanzados durante el verano.
Más baratos en octubre
Así, los 743,4 euros de arrendamiento medio son un 0,4% inferiores a los 746,3 alcanzados en el trimestre precedente (julio-septiembre) y que sí constituyen la cifra más elevada conocida hasta la fecha. El segundo dato más alto es, corroborando esta línea, el tercer trimestre de 2020, cuando se apalabraron alquileres a una media de 746,1 euros por piso.
Fuentes del sector explican que esto puede deberse a que en verano y, sobre todo septiembre, la demanda de pisos de alquiler se dispara por la movilidad de una parte importante de la población (estudiantes, profesores, funcionarios...) que necesitan buscar alojamiento para varios meses. Cuando la demanda desciende en octubre, las posibilidades para el arrendatario de negociar a la baja el precio del alquiler son mayores ante propietarios que no han logrado ocupar su propiedad.
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