Premiar a quien contenga el precio y castigar a quien lo dispara

Una de las ideas que el Gobierno Vasco tiene en mente para intentar contener los precios del alquiler en Euskadi es premiar fiscalmente a los propietarios que moderen sus exigencias a los arrendatarios y penalizar a quienes sigan contribuyendo a la escalada con solicitudes de rentas por encima de la media.

La propuesta fue hecha por primera vez en 2019, pero la pandemia paralizó cualquier intento de avance en esta cuestión. Volvió a ponerse sobre la mesa con motivo de la elaboración del plan director de Vivienda 2021-2023. En síntesis, la iniciativa consistiría en establecer una serie de incentivos fiscales para los arrendadores que mantengan los alquileres en la media o por debajo de las tarifas medias que refleje en su entorno la Estadística del Mercado del Alquiler (EMAL), y, por el contrario, penalizar también a través de los impuestos a quienes los disparen.

La cuestión es que según el esquema institucional vasco las haciendas dependen de cada una de las diputaciones, no del Gobierno Vasco, por lo que esta medida exige del concurso y acuerdo de las cuatro instituciones.

Durante la presentación en diciembre del plan director, el consejero de Vivienda del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola (PSE), hizo un llamamiento a las diputaciones para que «recojan el guante y lo lleven a la próxima revisión del sistema fiscal», planteando además reflexionar sobre la cuantía y la «propia existencia» de deducciones de IRPF por compra de vivienda, teniendo en cuenta diferentes colectivos como jóvenes o familias numerosas.