El peaje para camiones se ampliará a toda la N-I y A-15, con arcos de cobro en todas las salidas

Por esta razón, y porque hace falta el visto bueno de la Comisión Europea para implantar un nuevo régimen de tasas, el nuevo peaje no entrará previsiblemente en vigor hasta ya entrado el año 2023, cuando se haya completado la instalación de toda la infraestructura.

Así consta en el anteproyecto de norma foral elaborado por el Departamento de Infraestructuras Viarias que dirige Aintzane Oiarbide (PNV), que establece los detalles del futuro canon que sustituirá al actual, invalidado por la Justicia, y que la Diputación colgó ayer en su página web, dando inicio al proceso de tramitación con su exposición pública. La previsión es que la norma pueda estar aprobada por las Juntas Generales (el parlamento de Gipuzkoa) a finales de año, aunque su implementación práctica se demorará durante más de un año por la complejidad que supone instalar decenas de lectores de cobro en cada una de las entradas y salidas de estas dos vías de alta capacidad.

El texto incorpora ya la propuesta de tarifas elaborada por la Diputación. Así, se establece en 0,22 euros por kilómetro para los camiones de la categoría 1, aquellos con una masa máxima autorizada (MMA) de entre 3,5 y 12 toneladas. El precio se eleva a 0,28 euros por kilómetro para los tráilers más grandes, los de 12 o más toneladas.

Obvia decir que si en lugar de los actuales 16 kilómetros que son de pago (7,45 km en el tramo de Etzegarate; 5,37 en el de Andoain y 3,19 en el de Astigarraga) pasa a ser tarifado todo el recorrido, cruzar Gipuzkoa de norte a sur o viceversa resultará más caro para los transportistas. El coste llega casi a triplicarse. Frente a los 4,24 euros que paga ahora un camionero de la tarifa 1 y los 5,32 uno de la 2 por ir de Etzegarate a Astigarraga, con el nuevo peaje el desembolso será de 11,62 para el primero y de 14,80 para el segundo.

No se contemplan descuentos para vehículos con la categoría Euro (menos contaminantes), al «no ser viable en la práctica introducir dicha diferenciación, dada la escasa implantación y utilización de dispositivos que garanticen de manera fehaciente» que el camión en cuestión corresponde efectivamente a esa categoría.

El mayor cambio lo notarán los transportistas locales que hacen recorridos internos. Ir de Tolosa a Idiazabal, por ejemplo, ahora gratis, pasará a ser de pago tras la anulación por parte de los tribunales del sistema de tramos. Lo mismo pasa con la Autovía de Leitzaran hacia Navarra, ahora exenta de peaje y que entrará a formar parte del canon.

Entre una cosa y otra, el efecto será que se dispararán los ingresos del territorio. Antes de la pandemia en torno a 12.000 camiones circulaban a diario por ambas carreteras.

El anteproyecto de norma deja claro que «los fondos recaudados revertirán en la propia infraestructura para sufragar los costes de explotación, gestión del canon, desarrollo y mejora de la red y mantenimiento, incluida la reparación estructural». Esto es, se mantiene el objetivo de que el peaje sea un modo para que los transportistas, y en concreto los foráneos de paso, contribuyan al mantenimiento de unas carreteras que soportan a diario el paso de miles de vehículos pesados por la estratégica situación fronteriza de Gipuzkoa. El ya conocido 'pago por uso'.

De hecho, deja claro que el canon se concibe no como un impuesto, sino como una «prestación patrimonial de carácter público no tributario».

El texto no detalla qué sistemas de cobro se instalarán en las salidas. En la actualidad existen para los camiones tres arcos sobre la vía en los puntos de cobro (Etzegarate, Andoain y Astigarraga), pero se antoja difícil pensar que se podrán instalar infraestructuras de semejante tamaño en cada entrada y salida. En la nueva salida de Oinaurre de la AP-8 en Irun hay, por ejemplo, medios pórticos, que pueden ser una de las opciones. En todo caso, este extremo no está definido, pero sí que se tratará de sistemas 'free flow'. Es decir, de identificación del vehículo sin necesidad de detenerse, como en los peajes físicos.

Por ahora, en Gipuzkoa se sigue cobrando el canon que entró en vigor en mayo de 2019, anulado por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) en sentencia ratificada por el Tribunal Supremo, a raíz de las denuncias de las asociaciones de transporte. Los tribunales han considerado que el modelo de peaje en el que solo se pagan determinados tramos de la vía constituye una discriminación indirecta para los transportistas foráneos que cruzan el territorio frente a los locales, que pueden hacer recorridos gratuitos.

Aunque se trata de una entencia firme, esta no ha sido publicada aún en el Boletín Oficial de Gipuzkoa, razón que permite a la Diputación a seguir cobrando el peaje. El Gobierno foral ya ha anunciado que dejará de hacerlo cuando el fallo sea publicado en el BOG. En ese momento el tránsito de camiones por la N-I y la A-15 volverá a ser temporalmente gratuito, hasta que comience a operar el nuevo peaje.

El anteproyecto elaborado por la Diputación fija que el inicio del cobro «no podrá ser posterior al 31 de marzo de 2023».

Para entonces ya habrá entrado en vigor el peaje de la A-636, que conecta Beasain y Bergara a través del puerto de Deskarga. De este modo, todas las carreteras de alta capacidad que conforman la llamada 'rotonda de Gipuzkoa' (AP-1, AP-8, N-I, A-15 y A-636) estarán sujetas a un sistema de pago por uso.