«Antes Osakidetza era un lujo, es una pena»

«No llegamos, los tiempos cada vez son más ajustados, tenemos que ver a más pacientes, hay más listas de espera... Nos achuchan cada vez más», comentaban ayer las enfermeras Verónica Ibáñez, de Lasarte y Mariví Cobo, de Usurbil, ambas trabajadoras en Donostia. Esta situación, que tras la crisis sanitaria «ha ido a peor», está provocando un gran descontento entre la plantilla. «La gente está muy quemada», observan estas enfermeras con más de 20 años de trayectoria profesional, que critican además «tener que hacer una OPE sin que se haya resuelto la anterior».

Ana Gabán e Igor Usabiaga, vecinos de Donostia, secundaron ayer la marcha para protestar contra el «deterioro» de la Atención Primaria, la primera puerta de entrada de la ciudadanía al sistema de salud. Según critica Igor, «la situación empezó a empeorar con la pandemia pero se ha quedado instalada como si fuera normal y no debería ser así. Ana está embarazada y estamos acudiendo bastante a consulta. Está funcionando relativamente bien, pero ha habido épocas en las que ha sido muy complicado coger cita con el médico», señala este donostiarra.

Son muchas las razones por las que Ana Arzuaga y Clara Martínez acudieron ayer a la manifestación. Son médicos residentes de Atención Primaria y, al igual que muchos ciudadanos criticaron, ellas también acusan la «falta de tiempo para dedicar a cada paciente en consulta y poder hacer las cosas bien. Al final, como quieres cuidar de ese paciente, te pasas y metes muchas más horas», comentan. Entre otras cosas, reivindican «más plantilla o mejor estructurada y una mejor repartición de los recursos. Y por supuesto, que la sanidad siga siendo pública».

«Venimos a reivinidicar la precariedad de Osakidetza», afirman estos donostiarras, que acuden a la manifestación en calidad de usuarios, pero «tenemos familiares que trabajan en la sanidad pública y están sufriendo bastante. Nos dicen que es un caos, muchos trabajadores están de baja por estrés, sin tiempo para dedicar al paciente...», cuentan. También secundan la protesta por la parte que les toca. «Hasta ahora la sanidad pública vasca ha sido un lujo, y ahora es una pena, si tienes que pedir una cita con el médico te dan para dentro de una semana por lo menos».