La movilidad entre comunidades limítrofes con Euskadi, a la espera

El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, ha asegurado que no tiene prisa por adelantar la movilidad con otros territorios vecinos, como Navarra o Iparralde porque «en cualquier momento puede saltar la liebre» y «cambiar el escenario radicalmente de un día para otro». En una entrevista en Radio Euskadi, Olano ha asegurado que Euskadi «está haciendo las cosas muy bien» para hacer frente a la pandemia por covid-19, «desde una perspectiva de prudencia, de hacer las cosas paso a paso, con los datos en la mano».

«El Territorio de Gipuzkoa, evidentemente, entra también en ese esquema. Uno no puede saber nunca cómo van a evolucionar los datos», ha añadido. Olano ha admitido que «es cierto» que Gipuzkoa «ha tenido, hasta ahora, un comportamiento comparativamente mejor, pero es verdad que en cualquier momento puede brotar un foco importante que cambia absolutamente todo el esquema».

«Hace un mes, aproximadamente, en la fase 1 en Euskadi, lo hicimos restringiendo los movimientos dentro del territorio histórico, cinscuncribiéndolo al municipio, y aquello también causó cierta polémica y malestar. Pero los pasos de una fase a otra hay que darlos con una perspectiva de prudencia y de ir mirando cómo están evolucionado los datos; en este momento es algo que hemos aprendido y en adelante vamos a tener que aplicar«, ha manifestado.

Olano ha confesado que su temor es «que todo lo que esta crisis ha enseñado» se vaya «abandonando poco a poco, relajando». Por ello, ha asegurado que, desde el punto de vista de la Diputación de Gipuzkoa, «nada más lejos de la realidad» que «relajarse o intentar taparse los ojos ante un riesgo evidente que todavía no ha desaparecido».

«La relajación en los usos de los espacios públicos, relacionados con el ocio, ahora en periodo casi vacacional, nos va a llevar a cambiar muchos hábitos adquiridos en estos últimos meses«, ha apuntado.

El diputado general ha animado a «rescatar esa prudencia, que es la marca de la casa en Euskadi» porque «el comportamiento individual influye mucho en el devenir del conjunto del país». «Euskadi depende mucho de que no nos relajemos, y eso se aplica a cada individuo y a los territorios».

Preguntado por si, entonces, no tiene prisa por adelantar la movilidad con Navarra o Iparralde ha respondido: «No, no tengo ninguna prisa y, evidentemente, es el Departamento de Salud , sus responsables, los que tienen que hacer la valoración de los datos. Pensábamos que íbamos a poder adelantar las fases, pero salta la liebre en cualquier momento«, ha apuntado.

En este sentido, ha destacado que «ha saltado en Txagorritxu, ha saltado también en Basurto» y en Gipuzkoa, «después de muchos días sin casos, hay uno nuevo en Aretxabaleta», aunque este último «circunscrito a una residencia en la que había casos». «Esperemos que no vaya a peor pero, de un día para otro puede cambiar radicalmente el escenario», ha dicho.

El Gobierno de Navarra ha comunicado al Ejecutivo vasco su intención de seguir restringiendo la movilidad entre comunidades hasta el final del estado de alarma, es decir, hasta el próximo 22 de junio. La presidenta María Chivite, ha transmitido esa decisión al lehendakari Iñigo Urkullu en una conversación mantenida en la tarde de este miércoles. El Gobierno Vasco ha señalado que «respeta» la decisión de la Comunidad Foral y que seguirá explorando con Cantabria y La Rioja la posibilidad de abrir la movilidad a partir del próximo lunes.

Esta ha sido la primera comunicación verbal del lehendakari con otro presidente autonómico de comunidades limítrofes tras la disposición mostrada en la Conferencia de Presidentes celebrada el pasado domingo de permitir a partir del día 15 la movilidad entre autonomías que se encuentren en la misma fase. Chivite ha manifestado que su Gobierno opta por mantenerse en la fase tres de la desescalada hasta que finalice el estado de alarma, por lo que cierra de momento la puerta a esa posibilidad expresada por el lehendakari.

Fuentes de lehendakaritza han apuntado que Euskadi adoptará la decisión sobre el cambio de fase y el levantamiento del estado de alarma «en función de los datos epidemiologicos y evolución sanitaria del conjunto de la comunidad». Una decisión que «aún no ha sido adoptada», insisten.

El lehendakari mantendrá conversaciones con el presidente de Cantabria y la presidenta de La Rioja en los próximos días y analizará la interpretación y adecuación del Real Decreto Ley ratificado por el congreso de los diputados, «así como la efectividad del levantamiento del estado de alarma según las circunstancias del entorno».

Por su parte, el consejero cántabro de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha manifestado que los brotes de COVID-19 en Basurto y Txagorritxu «influyen» en la decisión de permitir la movilidad entre Euskadi y Cantabria, aunque llama a tener en cuenta que se han producido en centros sanitarios, por lo que «preocupa menos». Rodríguez cree que para pedir el pase a la «nueva normalidad» hay que valorar «todas» las cuestiones, tanto sanitarias como económicas y de movilidad y, en todo caso, cree que «la decisión no puede estar mediatizada» por sólo uno de los factores.

El consejero de Sanidad de Cantabria también ha apostado por tener en cuenta «todas» las cuestiones, tanto los aspectos sanitarios, que ve «muy importantes», como los económicos y de movilidad, lo que -ha agregado- «dará el resultado final». Y ha reconocido que a la hora de pedir que se pueda transitar del País Vasco a Cantabria, el hecho de que haya dos focos de contagio en Bilbao y Vitoria «influye técnicamente», pero también cree que hay que tener en cuenta que se enmarcan en el ámbito sanitario, ya que se han producido en los hospitales de Basurto y Txagorritxu.

Posteriormente el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha anunciado que mañana jueves se decidirá sobre la posibilidad de reabrir la movilidad con Euskadi en función de los informes de la Consejería de Sanidad, pero ha asegurado que la aparición de un foco de COVID-19 en Basurto «no es un inconveniente» para esa reapertura, porque considera que «no hay ningún riesgo».

«El deseo de las dos comunidades es abrir», ha afirmado Revilla a preguntas de los periodistas en un acto en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno sobre la decisión de permitir los viajes entre ambas comunidades, que todavía no está tomada y que será «razonada desde el punto de vista económico y sanitario» y de acuerdo también con el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha señalado.

El presidente cántabro ha reconocido que existe «mucho temor» a que se puedan retomar las comunicaciones entre comunidades autónomas, pero ha insistido en que «habrá que convivir con un cierto riesgo», porque la economía «hay que relanzarla», ha insistido.

En este sentido, se ha preguntado si representa «más riesgo» que dos regiones como Euskadi y Cantabria reabran sus comunicaciones una semana antes que el resto, cuando el 21 de junio se va a poder hacer en toda España. A su juicio, esto podría ser incluso «una experiencia piloto interesante» al empezar a hacerse por dos territorios próximos, cuando los ciudadanos se pueden ya mover entre provincias de comunidades como Andalucía con mucha más distancia entre ellas que entre Bilbao y Santander.

«Vamos a hacerlo meditadamente, en función de los informes que me de mañana sanidad y de acuerdo también con el lehendakari para que podamos hacer una cosa conjunta y con garantías», ha resumido Revilla, quien ha valorado que el foco localizado en el Hospital de Basurto está «absolutamente controlado».

El Gobierno de La Rioja afila la prudencia. O enfría las perspectivas: sigue sosteniendo como deseable una «apertura de fronteras» con las tres comunidades limítrofes en fase 3 (Aragón, Navarra y País Vasco) este lunes, pero se da todo el tiempo posible para tomar una decisión. Así, según explicaba hoy el portavoz del ejecutivo, Chus del Río, la comunidad esperará «hasta el último minuto», según informa Pablo Álvarez.

Porque, decía, el criterio epidemiológico puede hacer que varíe una decisión «que parecía en principio positiva», y que ayer la presidenta Andreu ya daba casi por hecha, aunque con la prevención genérica de «si todo va bien». Y es que son dos los criterios que han de cumplirse para adelantar al día 15 lo que de todos modos se produciría el 21.