Munilla pide a sus feligreses que no se dejen «contaminar de lecturas interesadas»
El obispo critica en su primera misa tras la noticia de su salida del obispado que «hay una incapacidad de entender a la Iglesia católica desde categorías politizadas»
VERÓNICA MELO
San Sebastián
Miércoles, 8 de diciembre 2021, 23:00
José Ignacio Munilla tuvo este miércoles su primer encuentro con los fieles en la catedral del Buen Pastor tras el anuncio de su nombramiento como obispo de Orihuela-Alicante. Monseñor Munilla dejó para el final del oficio la exposición de sus impresiones. Y advirtió a su feligresía: «No os dejéis contaminar por comentarios distorsionados» en referencia a las distintas opiniones recogidas a raíz de su marcha de Gipuzkoa. «Hay una incapacidad de entender a la Iglesia desde categorías politizadas», comentó. «Nosotros a lo nuestro, no os dejéis contaminar de lecturas interesadas», insistía. «No importa el nombre del obispo que venga, lo que importa es que es un ministro de la Iglesia».
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En la misa de las seis de la tarde, el templo donostiarra estaba abarrotado de personas que, además de celebrar la festividad de la Inmaculada Concepción, querían escuchar las primeras impresiones del que todavía es obispo de San Sebastián. Munilla, conocedor de la expectativa, empezó su discurso con un «No sé si habéis oído por ahí alguna cosa... he sido nombrado obispo de Orihuela». Con respecto a su sucesor, pidió a todos los guipuzcoanos que se prepararan para «ofrecer la mejor de las acogidas» al futuro obispo. «Me daría un disgusto si no fuese así», reconoció. «Debemos recibirle con el corazón abierto plenamente».
Sobre su papel en la diócesis de San Sebastián hasta el próximo 12 de febrero, fecha oficial para el acto de toma de posesión de su nuevo cargo, anunció que «continuará con su labor». No quiere que este periodo de transición se convierta en un momento laxo de actividad ni por su parte ni por parte de su Iglesia. «No levantaremos el pie del acelerador en el camino de la evangelización, queremos ganar más almas para Cristo», comentó. «Os digo con plena confianza que esto va a ir bien», auguró.
«Me daría un disgusto si no acogieráis a mi sucesor con el corazón abierto, sea quien sea»
«No voy a levantar el pie del acelerador, voy a seguir trabajando intensamente hasta el 12 de febrero»
Munilla volvió a reconocer que para él su nueva tarea en la Iglesia «es una inmensa alegría» porque es «hijo de la obediencia apostólica». Tras un repaso a su trayectoria por Zumárraga, Palencia y Donostia, acoge su labor en Orihuela «con la gran libertad que otorga» el cumplir allí donde «a uno se le requiere». Y añadió que «cuando uno obedece nunca se equivoca».
«Ha sido un honor», concluía y se corregía, «es un honor, porque hasta el rabo todo es toro», bromeaba, en relación a su labor en Donostia que aseguró no iba a disminuir en intensidad. «Lo que he sido, soy y seré es seguidor de Jesucristo», concluía.
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Las palabras de Munilla fueron acogidas con una gran ovación. Un minuto de aplausos para reconocer la labor de quien ha dirigido la Iglesia guipuzcoana en los últimos 12 años.
Obispo mediático
La marcha de José Ignacio Munilla a la diócesis de Orihuela-Alicante forma parte del proceso de renovación de la Iglesia española ante la próxima jubilación de al menos una treintena de arzobispos y obispos. El hasta ahora prelado donostiarra sustituye a Monseñor Murgui tras la aceptación del Papa Francisco de su renuncia por motivos de edad como obispo diocesano que en abril cumplió 75 años. La comunidad de Alicante anunció por redes sociales «la gran alegría» de su nombramiento.
Munilla se ordenó sacerdote en 1986 en la catedral del Buen Pastor. Pasó 20 años en Zumarraga como sacerdote y en 2009 fue consagrado obispo de Palencia con 44 años, entonces el prelado más joven de España. Tres años después su destino fue San Sebastián donde llegó con una entre críticas de gran parte del clero guipuzcoano y el nacionalismo vasco.
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Se marcha con la reforma de la diócesis terminada. Sus defensores destacan su capacidad de trabajo y su insistencia en atraer a los jóvenes a la iglesia. Conocedor de la importancia de los medios de comunicación ha llegado a ser definido como «el obispo mediático» por su actividad en distintos canales de información. En cuanto a los temas sociales hace gala de su perfil más conservador en aspectos relacionados con el aborto, la eutanasia o la homosexualidad.
La designación de un jesuita como obispo «no es nada habitual»
No está escrito en ningún sitio pero la tradición eclesiástica apenas incluye nombramientos de obispos entre los miembros de la Compañía de Jesús. De ahí que los rumores que sitúan a dos jesuitas como candidatos a suceder al obispo Munilla haya causado sorpresa. En el santuario de Loiola, su superior, Ignacio Echarte, dice que «no importa tanto de dónde proceda, lo importante es que lo haga bien». La misma opinión tiene el rector de la universidad de Deusto, José María Guibert. «No es algo habitual designar jesuitas, el objetivo es el bien de la Iglesia». El primer jesuita designado como obispo desde que se fundase la compañía en 1.540 se produjo en 2007, cuando Monseñor Martínez fue nombrado por Benedicto XVI obispo auxiliar de Madrid. En los últimos tiempos, con el papa Francisco-jesuita- al frente de la iglesia católica se han realizado más nombramientos entre los integrantes de su propia compañía. En mayo de este año, monseñor Chow fue designado obispo de Hong Kong y el pasado mes de noviembre el jesuita Ángel Sixto fue nombrado arzobispo de Argentina.
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