El Obispado de San Sebastián «precisa» que las misas serán con el «personal mínimo»

La nota llega después de que el pasado fin de semana algunos feligreses rompieran el confinamiento por el estado de alarma y asistieran a misas del Domingo de Ramos que se celebraron en iglesias de la capital guipuzcoana. En primera instancia, el Obispado justificó estas eucaristías y defendió que el artículo 11 del estado de alarma prohibe la celebración pública de cultos, pero permite los que se realicen de forma privada.

Una visión que fuentes oficiales del Departamento de Seguridad no comparten, ya que según explicaron el martes, los actos y celebraciones religiosas con feligreses «no están permitidos», tampoco privados. Indicaron, entonces, que «no se permite ir a la iglesia, mezquita» o cualquier otro centro de culto, «salvo si se trata del lugar de trabajo», como es el caso de los curas o imanes. Respecto a la justificación ofrecida por el Obispado de San Sebastián, insisten en que el culto «sí está permitido en el ámbito privado, pero sin feligreses».

A este respecto, durante la entrevista con este periódico, el obispo mostró su deseo de acabar con esta «controversia innecesaria» y recordó que el Obispado, además de ser «muy claro» en el cumplimiento de la normativa, «ha ido más allá» al suspender el culto público. Aseguró que en el futuro «solo se celebrarán actos privados y con el número mínimo de personas necesarias para poder sostenerlos». Una situación que aclara ahora la circular del Obispado, que especifica que en las parroquias pequeñas «puede ser suficiente con uno o dos» asistentes. En otros, en cambio, como el de las misas del obispo en la catedral, puede ser necesario algún asistente más, «para portar la cruz o grabar la eucaristía».