La nieve, la cara más amable del temporal

Si 2020 hubiese sido un año normal, ayer el santuario de San Miguel de Aralar hubiese estado abarrotado de navarros y guipuzcoanos disfrutando de las primeras nevadas. Pero el calendario no hace sino dejar imágenes inéditas, y ayer, día festivo, las pistas de Aralar fueron un paraíso casi exclusivo para los pocos vecinos que se acercaron al lugar y para los animales. Algunos niños haciendo batallas de bolas de nieve, contados mendizales, algún 'snowboarder'. Menudo, lujo, pensarían.

Ha sido, sin duda, la cara más amable del temporal provocado por las borrascas 'Dora' y 'Ernest', cuyo rastro aún dejará algún coletazo los próximos días. La lluvia, que ha caído fuerte y constante, las fuertes rachas de viento, el oleaje y la bajada de temperaturas han sido la tónica durante el fin de semana y el puente, que ha contado con jornadas muy desapacibles.

El aviso amarillo por nieve situó ayer la cota en torno a los 700-900 metros, aunque durante esta madrugada ha bajado a los 600-800, por lo que las cumbres más altas del interior de Gipuzkoa seguirán teñidas de blanco. El aviso se mantiene hoy hasta el mediodía, con una cota que irá subiendo con el paso de las horas y que se situará por encima de los 1.000 metros por la tarde, con un espesor entre los 2 y los 10 centímetros.

También estuvo activo durante todo el día el aviso por lluvias persistentes, por el que se acumularon más de 30 litros por metro cuadrado en varios municipios del territorio, donde llovió con especial fuerza durante la madrugada. El máximo que midieron las estaciones meteorológicas de Euskalmet se dio en Berastegi, con 35,3 l/m2. En Añarbe se recogieron 30,5, y desde que comenzó diciembre se han superado los 100 litros, por lo que durante todo el fin de semana se han realizado desembalses preventivos para no comprometer la situación de la presa.

Los ríos acusaron la acumulación de precipitaciones y en la cuenca del Urola se alcanzó el nivel amarillo en la estación de Matxinbenta, entre Azpeitia y Beasain, si bien regresó a verde con la marea baja. El Oria también bajó con fuerza. El oleaje siguió azotando la costa, y en la boya de Donostia se llegó a medir una ola de 7,25 metros de altura, ligeramente inferior a las del lunes. Con el paso de las horas el nivel bajó y ya no hay riesgo, si bien mañana se reactivará el aviso amarillo para la navegación.

El ambiente frío se va a mantener en las próximas horas, con el aviso amarillo por nevadas en el interior activado hasta mediodía. Ayer las temperaturas máximas rondaron los 8-10 grados en Gipuzkoa (9,8º en Donostia y 7,4 en Arrasate), mientras que las mínimas se quedaron entre los 4-6º (4,5 en Ordizia y 6,4 en Lasarte). En la jornada de hoy apenas sufrirán variaciones, aunque podrían subir ligeramente. Seguirá lloviendo, sobre todo en la primera mitad del día, y por la tarde podría haber una tregua.

Mañana las temperaturas subirán unos 3 o 4 grados y seguirá lloviendo, especialmente por la mañana, cuando el viento de noreste soplará con mayor intensidad. El fin de semana apenas sufrirá cambios. Precipitaciones constantes el viernes y el sábado, aunque podrían abrirse algunos claros el domingo.