«Que el mundo no se olvide de lo que le pasó a Nagore Laffage para que no vuelva a ocurrir»
Asun Casasola, la madre de la joven irundarra asesinada en Pamplona hace 17 años, agradece las muestras de apoyo que sigue recibiendo
«Lo que ha pasado lo tiene que saber la gente y no se puede negar lo evidente», ha remarcado Asun Casasola, madre de Nagore ... Laffage, la joven irundarra de 20 años que el 7 de julio de 2008 fue asesinada por Diego Yllanes en Pamplona. Han pasado 17 años y Asun, como tantas otras veces, se dispone a participar este martes en una concentración en la plaza del Vínculo de Pamplona no solo para recordar lo que sucedió, sino para que no se olvide, que no es exactamente lo mismo. «Que el mundo no se olvide de lo que le pasó a Nagore para que no vuelva a ocurrir», reivindica.
«Cada día estoy más sorprendida que 17 años después la gente me siga acompañando y apoyando. Tengo la gran suerte de ser una madre afortunada en ese aspecto, porque cuántas niñas ha pasado por eso y nadie se acuerda de ellas», se pregunta agradecida Asun, que vive las fechas próximas al aniversario del asesinato «con mucha ansiedad y nerviosismo. Esta noche, por ejemplo, he dormido muy mal».
Tras la concentración de esta tarde en la capital navarra el lunes 7 de julio llegará el homenaje en Irun. «Yo estos días me quedaría en la cama, pero el esfuerzo siempre merece la pena. Porque todos los años la plaza está llena, hay muchísima gente, y salgo con una satisfacción impresionante», reconoce su madre. «Es la única forma de que el mundo se entere de lo que pasó y que cambie. No se puede negar lo evidente», agrega.
La suya es una lucha contra el olvido y Asun ha seguido este año visitando colegios de toda España, como viene haciendo desde hace tiempo con el documental 'Nagore', en el que la directora Helena Taberna habla de su hija y del proceso judicial que culminó con la condena de Yllanes. «Además de Euskadi y Navarra, he estado por ejemplo en Santiago de Compostela, Toledo o Almonte y los alumnos se quedan alucinados con lo que pasó. Por eso hay que seguir enseñándolo», asegura.
El cuerpo de Nagore fue hallado la tarde del 7 de julio de 2008 envuelto en unos plásticos en Orondritz, localidad próxima a Pamplona. El cadáver había sido abandonado solo unas horas antes por el autor del delito, Diego Yllanes, que hacía la especialidad de Psiquiatría en la Clínica Universitaria de la capital navarra. La víctima, estudiante de segundo curso de Enfermería, hacía prácticas en el mismo centro.
Sobre las siete de la mañana de aquel día, tras una noche de fiesta, ya de regreso a casa, el acusado fue reconocido por unas amigas de Nagore. La víctima llegó poco después, le dijo algo a Yllanes y se fue con él al piso de este. Iniciaron un contacto sexual pero ante la violencia que mostró el inculpado, Nagore lo dejó. El autor la agredió y estranguló. Posteriormente recogió las pertenencias de la joven, limpió el piso y abandonó el cuerpo en Orondritz.
El juicio contra el homicida comenzó el 2 de noviembre de 2009. Las peticiones de pena desde las diferentes acusaciones oscilaban entre los 22 y 17 años por asesinato. La defensa demandó siete años por homicidio. Tras nueve sesiones, el jurado consideró a Yllanes culpable de un delito de homicidio.
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