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Una menos trans pasea con su madre. Felix Morquecho

Más de la mitad de personas trans atendidas en la unidad de género de Osakidetza son menores

Unos trescientos guipuzcoanos han pasado por un proceso de reasignación de género desde 2016; de ellos 164 no habían cumplido los 18 años

Macarena Tejada

San Sebastián

Sábado, 13 de julio 2024, 00:14

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Más de la mitad de personas trans atendidas en la unidad de identidad de género de Osakidetza son menores. Y muchos ni siquiera han cumplido los 16 años. Desde que los profesionales de esta unidad ubicada en el Hospital de Cruces pero que atiende a personas de todo Euskadi trataran por primera vez a un menor irundarra con terapia hormonal, los casos de niños y niñas que acuden a consulta han ido al alza y en la actualidad superan a los mayores de edad. Desde el año 2016 unos trescientos guipuzcoanos han acudido a esta unidad, 164 sin haber cumplido la mayoría de edad y 102 siendo menores de 16 años, según se recoge en una respuesta parlamentaria del nuevo consejero de Salud, Alberto Martínez, tras una petición realizada por Ikoitz Arrese (EH Bildu).

En lo que va de año diecisiete guipuzcoanos –y un total de 68 vascos– han acudido por primera vez a la unidad de identidad de género de Osakidetza. De ellos seis tienen menos de 16 años, cinco son menores pero tienen entre 16 y 18 años y otros seis son mayores de edad. Esto es, once de diecisiete aún no han cumplido los 18. Cuatro de las personas de Gipuzkoa que han sido atendidas por este servicio en lo que va de año son de Donostia, los trece restantes residen en diferentes municipios del territorio.

Han pasado ya quince años desde la puesta en marcha de esta unidad allá por 2009 y poco a poco han sido más las personas que se han acercado a ella. Desde 2016, según los datos ofrecidos por el consejero Martínez, se ha atendido a 1.075 personas –298 de Gipuzkoa, 592 de Bizkaia, 164 de Araba y 21 de otras comunidades–. Aunque en 2016 apenas se atendió a una treintena de personas y en 2017 a unas cuarenta, el gran salto se dio a partir de 2018, cuando fueron 107 las personas nuevas que fueron a consulta en Cruces. Desde entonces cada año se ha atendido a más de un centenar de trans, con un pico en el año 2021. Después de la pandemia fueron 256 los que se acercaron a esta unidad, muchas de ellas personas que quisieron empezar el proceso en 2020 pero que no pudieron por el confinamiento y las diferentes medidas de prevención por el Covid-19. El último año fueron 152 los vascos atendidos en la unidad de identidad de género de Osakidetza y en lo que va de año son 68.

Resección de mama

Entre las cirugías más realizadas está la resección o extirpación de mamas. Desde 2016, hasta 127 personas se han sometido a una operación de estas características, la mayoría en 2021 (32). Le sigue la creación en perineo masculino de vagina, con 43 cirugías en los últimos ocho años, cuando también se han llevado a cabo 38 operaciones de resección en útero, según el mismo informe parlamentario. También se han hecho 25 procedimientos de suplemento de mama, 18 mastectomías simples bilaterales, seis creaciones de pene y cinco reparaciones de vagina, entre otras operaciones.

Si bien la extirpación de mama es la operación más recurrente, es en la creación de vagina en la que más días de espera hay. Las personas que desean someterse a esta cirugía de confirmación de género se enfrentan a una demora de más de dos años, 740 días en concreto. Le siguen de cerca las escisiones de vagina (671 días), creaciones de pene (617 días) y suplementos de mama (614 días).

Para la resección de mama hay que esperar una media de 220 días, menos de un año, si bien las intervenciones que menos demora presentan son las relacionadas con sustitución en piel (cinco días). También existe una demora de alrededor de dos meses para los suplementos de mama derecha de sustituto sintético. Para el resto hay que esperar más de tres meses.

Refuerzan el protocolo de actuación sanitaria en casos de violencia sexual

Euskadi cuenta con una nueva guía que refuerza la protección de las víctimas de violencia sexual cuando son atendidas por los servicios sanitarios. El protocolo, elaborado en junio de este año con la participación del Instituto Vasco de Medicina Legal, recoge que «la recogida de muestras biológicas de la víctima y otras evidencias, incluidas imágenes, que puedan contribuir a la acreditación de las violencias sexuales, se realizará previo consentimiento informado» y «no estará condicionada a la presentación de denuncia o al ejercicio de la acción», según explica el nuevo consejero de Salud, Alberto Martínez, en una respuesta parlamentaria a una pregunta formulada por Laura Garrido, del grupo popular vasco. «Las muestras biológicas y evidencias que se recojan por el centro sanitario se conservarán debidamente para su remisión, garantizando la cadena de custodia y del modo más inmediato posible, al Instituto de Medicina Legal».

Además, «se garantizará la disponibilidad del personal médico forense para asegurar que el examen y las actuaciones de interés legal se practiquen a las víctimas sin demoras y juntamente con el reconocimiento ginecológico o médico perceptivo y todo aquel estudio médico necesario. En todo caso, se evitará la reiteración de reconocimientos salvo que resultaran estrictamente indispensables para la investigación»

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