«Hay que minimizar el tiempo de exposición»
Expertos alertan sobre los efectos de las dioxinas en el organismo, que pueden ir desde lesiones cutáneas a distintos tipos de cáncer»
luis lópez
Sábado, 15 de febrero 2020, 07:25
Las dioxinas son un enemigo silencioso, con el que convivimos, y muy difícil de controlar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ... no determina unos niveles mínimos a partir de los que son nocivas (lo mismo que ocurre con el amianto), pero lo son. Y están en todo: en el aire, en los alimentos... De hecho, el 90% de la exposición humana se produce por medio de los productos cárnicos y lácteos, pescado y mariscos. Y van sumando su efecto pernicioso en el organismo. Porque se trata de contaminantes orgánicos persistentes (COP) que se mantienen en el cuerpo humano entre siete y once años. Se van acumulando.
Estos compuestos químicos se generan en procesos industriales (fundiciones, papeleras, herbicidas...) o por la incineración descontrolada de residuos sólidos. Este es el caso del vertedero de Zaldibar. La combustión de plásticos.
¿Cuáles son sus efectos sobre la salud? Depende. En exposiciones breves y puntuales podrían producir lesiones cutáneas o alteraciones funcionales hepáticas, según las OMS; en situaciones más prolongadas pueden llegar alteraciones en el sistema inmunológico, en el sistema nervioso y en el endocrino. También pueden provocar esterilidad. Y en casos de exposición continua provocan diferentes tipos de cáncer.
Las dioxinas
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Qué son. Contaminantes resultado de la combustión incompleta de materiales en presencia de cloro. Su peligrosidad deriva de su toxicidad y estabilidad; se acumulan durante años.
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Exposición humana Por inhalación, a través de la piel y, más del 90%, por la alimentación, sobre todo con cárnicos, lácteos, pescado y marisco.
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Efectos en la salud A exposiciones altas y prolongadas en el tiempo, pueden provocar problemas de reproducción y desarrollo, afectar al sistema inmunitario e interferir con hormonas y, así, causar cáncer.
¿Y en nuestro caso? ¿Cómo puede afectar a la salud de una persona respirar aire con 700 microgramos de dioxinas por metro cúbico durante varios días? «La toxicología siempre es un tema de dosis y de tiempo», comienza Joan Ramón Villalbí, miembro de la junta de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas). Pero no hay manera de dar un diagnóstico concreto. En estos casos, dice el experto, de lo que se trata es de evitar exposiciones constantes y a largo plazo, que son mucho más peligrosas que las exposiciones intensas durante un tiempo corto. Así que «los importante es minimizar el tiempo de exposición», razona Villalbí. Mientras tanto, lo prudente es lo que se ha hecho: llamar a la gente a protegerse lo más posible de ese aire.
Como siempre ocurre en estos casos, los efectos, de manifestarse, «se manifestarán a largo plazo», explica Sara Ibáñez, médica experta en medicina ambiental, que llama a controlar con más diligencia instalaciones como el vertedero y aplicar con más rigor las directivas bautizadas como Seveso, el pueblo italiano que en 1976 sufrió una catástrofe por la emisión incontrolada de dioxinas tras un gravísimo accidente en una industria química.
Rapidez en los análisis
Hay una complicación extra que tiene que ver con el control de la situación. Según fuentes conocedoras de los procesos de control de emisiones, analizar la presencia de dioxinas en el aire es un proceso arduo que, en el caso de las incineradoras, por ejemplo, supone enviar muestras a laboratorios a cientos de kilómetros y esperar dos semanas los resultados. Que en este caso hayan tardado sólo cinco días en llegar denota que las autoridades sanitarias están preocupadas. Los mismos medios también apuntan que la autorización ambiental integrada que da luz verde a un vertedero como el de Zaldibar debería actualizarse para tener constancia de los residuos que llegan a él y poder determinar la peligrosidad de un accidente como el que ahora estamos sufriendo.
Tragedia en Zaldibar
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