La calle de la memoria
1965 | Movilizados por una tarde de toros... televisivaHoy en día, ni está tan extendida la afición a las corridas de toros ni existe un fenómeno popular comparable al que supuso Manuel Benítez, ' ... El Cordobés'. Hace sesenta años, sí. Y la retransmisión televisiva de la séptima de la madrileña feria de San Isidro, una tarde de viernes, se hizo notar en San Sebastián.
Lo comentaban en nuestro DV el 22 de mayo de 1965: «Tuvimos ayer tarde de toros y dedicada a los toros. En esta época ni las horas, ni los días, ni la distancia son inconvenientes. Uno ve tranquilamente una corrida desde su casa, en el café, en el escaparate de un comercio, donde sea y como sea (...). Pero para que se produzca esta conmoción es necesario que toree 'El Cordobés'. Este torero tiene poder hasta de alterar el horario de la jornada laboral».
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Algunos donostiarras se escaquearon del trabajo para ver por televisión una corrida de toros en casa, el bar o el escaparate de una tienda. Toreaba 'El Cordobés', capaz «hasta de alterar el horario de la jornada laboral»
Describían una movilización general en nuestra ciudad...
«Ayer, los cafés y bares, los comercios que se dedican a la venta de aparatos, estaban totalmente ocupados. El público siguió la corrida hasta de forma incómoda. Hubo hasta ilusión propia de una tarde taurina de verdad, quien se puso el clavel en la solapa y hasta quienes se fumaron puros de los buenos (...)».
«Se organizaron en varias casas las partidas de mus a la hora del café, para empalmar con la corrida de Madrid; hubo quien a las seis de la tarde tuvo que ir al dentista o al médico del Seguro; quien salió a la estación a recibir a una tía de Cuenca, que no llegaba a esa hora ni a otra; se imaginaron una serie de reuniones de Jurados de Empresa y otras para discutir el importe del líquido imponible, cosa que debe ser muy importante, porque asusta un tanto su título. Total, que tuvimos pasodoble torero, sol, café, copa y puro, tarde de alegría cuarto-festiva y olé».
División de opiniones
Para muchos fue una tarde diferente para el disfrute y la tertulia...
«Al final de la corrida la división de opiniones siguió su tradicional curso. Siempre supone un engorro el estar de acuerdo. Parece que uno no entiende de nada si dice amén a todo, y que no tiene el menor criterio y formación. Por eso, después de la corrida, unos se decidieron por la manzanilla en botella y otros, por el tintorro, para continuarla también», concluían en DV.
Sí que hubo división de opiniones en Las Ventas... que se extendió a San Sebastián. Según la crónica taurina que publicó el diario, en el primer toro de 'El Cordobés' «la mayoría de los espectadores pide la oreja, que el presidente concede, y el resto protesta airadamente. En ese clima de aplausos y protestas 'El Cordobés' da la vuelta al ruedo».
En su segundo, «mató de una estocada, entrando bien, y descabello al tercer golpe. Apasionada división de opiniones» nuevamente. También torearon Julio Aparicio (ovación y bronca) y Diego Puerta (una vuelta al ruedo) pero ¿quién se fijaba en ellos?
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