1960 | Las fachadas deterioradas devalúan la ciudad
Pedimos que la cara de nuestra ciudad se presente limpia en todo momento», escribieron en DV el 11 de octubre de 1960.
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Por aquel entonces ... eran frecuentes en nuestro diario los comentarios sobre la imagen física de la ciudad, el «decoro estético» que decían. De cara a los foráneos y a los propios donostiarras, se afeaban los problemas de limpieza pública, responsabilidad del Ayuntamiento, y también la falta de lavado y pintado de las fachadas, correspondiente a los vecinos.
En el apartado 'Cosas de la ciudad' de la edición del 11-X-1960 lo decían claro...
«No nos cansaremos por nuestra parte de recomendar y de insistir en la necesidad que existe de que los edificios de nuestra ciudad mantengan un decoro estético, por lo menos en cuanto a aseo de fachadas, aquellas que reclaman una mano de pintura o de lo que sea».
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Nuestro periódico emprendió una campaña contra la imagen deteriorada de las fachadas. «El continuar así ofrece una nota desmerecedora de la categoría turística que tenemos y una devaluación de nuestras virtudes donostiarras»
Destacaban las consecuencias negativas que provocaban unas fachadas con desconchados y manchas...
«El continuar así ofrece una nota desmerecedora de la categoría turística que tenemos, una devaluación de nuestras virtudes donostiarras y un ejemplo poco recomendable para los propios inquilinos y comercios».
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«Si clamamos por la limpieza de las calles y, para el mejor logro, el Ayuntamiento realiza el esfuerzo de agenciarse una máquina auto-recolectora, lo que supone un interés por atender debidamente este importante aspecto urbano, poco podrá lucir este detalle si no se complementa con el buen tono de algunas fachadas, que también forman parte de las calles y se deben mantener (...)».
Hace 65 años se hablaba mucho en San Sebastián de una novedosa máquina auto-limpiadora adquirida para los servicios de limpieza, que hasta entonces se basaban en las escobas de los barrenderos.
Desde DV insistían en la necesidad de lavar la cara a las fachadas...
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«Pedimos que la cara de nuestra ciudad se presente limpia en todo momento, entendiendo por ciudad desde las calles más céntricas hasta el barrio más lejano».
Ropa tendida
Aquello del decoro de las fachadas supuso una pequeña campaña de sensibilización por parte de nuestro diario, que publicó varios artículos y alguna carta al respecto. Una misiva que apareció otro día de octubre de 1960 opinaba...
«Estamos de acuerdo con cuanto llevan escrito sobre las fachadas de nuestra ciudad. El simple hecho de colgar una ropa en el balcón obliga a la Policía Municipal a imponer una multa, porque aquello afea y desdice a una capital».
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«Por la misma razón, y tiene mayor importancia, debemos velar por que las fachadas permanezcan limpias. Es una superficie que denuncia una dejadez o una indiferencia y va en contra de nuestro prestigio de ciudad pulcra».
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