1950 | El Frente de Juventudes estrena el estadio
Hace 75 años abrió sus puertas el estadio de Anoeta. Aunque se trataba de una instalación más bien modesta, se inauguró a lo grande, con el dictador Franco entre cientos de miembros del Frente de Juventudes
La fecha del 22 de agosto se repite en la pequeña historia de las infraestructuras deportivas de nuestra ciudad. El 22 de agosto de 1965 ... se inauguró el Velódromo de Anoeta, aún sin su cubierta. Y quince años antes, el 22 de agosto de 1950, había empezado a funcionar el estadio de Anoeta. Por supuesto, no tenía nada que ver con el estadio actual, salvo parcialmente su ubicación. Era un campo, utilizado para rugby, fútbol y atletismo, rodeado de una pista de tartán, y con escaso espacio para los espectadores.
Aunque hoy nos parezca un modesto equipamiento, hace 75 años se inauguró por todo lo alto, con presencia del mismísimo Francisco Franco. Y se presentó como «uno de los primeros de Europa» el estadio construido por el Ayuntamiento donostiarra, la Diputación guipuzcoana y el Frente de Juventudes en terrenos propiedad de la Caja de Ahorros Municipal.
Tal día como hoy, el 23 de agosto de 1950, informaban así en DV sobre la inauguración vivida la víspera...
«Para antes de las seis de la tarde, el nuevo Estadio de Anoeta se encontraba ocupado por diversas centurias del Frente de Juventudes, muchachas de la Sección Femenina y numeroso público que ocupaba las tribunas y las gradas de este magnífico recinto deportivo donostiarra, que puede catalogarse como uno de los primeros de Europa. La perfecta organización de los actos contribuyó al éxito de esta inauguración, en la que intervinieron más de mil elementos del Frente de Juventudes».
Y entonces apareció él...
«A las seis y cuarto de la tarde hizo su entrada en el Estadio de Anoeta S. E. el jefe del Estado, acompañado de su esposa, la excelentísima señora doña Carmen Polo de Franco, tributándoseles a la llegada una inenarrable ovación, mientras la Banda de Música del Frente de Juventudes interpretaba el Himno Nacional, entre vítores y aclamaciones imponentes».
«Emocionante silencio»
«Acto seguido, el excelentísimo y reverentísimo obispo de Barcelona, doctor Modrego, ante S. E. el jefe del Estado y altas autoridades de la Nación, procedió a la bendición del nuevo Estadio de Anoeta, en medio de un solemne y emocionante silencio, que provocó el mayor delirio y entusiasmo toda vez que, concluida la ceremonia, el Caudillo, su esposa y acompañantes se dispusieron a ocupar la tribuna de honor para presenciar las finales de los Campeonatos de Atletismo del Frente de Juventudes de España».
Con aquella jerga eufórica comenzaba su andadura el primer estadio de Anoeta, décadas después derribado para levantar el actual, que fue inaugurado en agosto de 1993, pero no el día 22 sino el 13.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión