No es probable que Gardel utilizara el autocar San Sebastián-Biarritz. RICARDO MARTÍN / PHOTO CARTE
La calle de la memoria

1920 | La fiesta secreta de Carlos Gardel en Ondarreta

Mikel G. Gurpegui

San Sebastián

Miércoles, 26 de noviembre 2025, 01:00

Con su casino y sus hoteles, Biarritz fue un polo de atracción superior a San Sebastián. Eso sí, algunos de los visitantes de la ciudad ... de Iparralde, hacían escapadas más o menos largas a su compañera española.

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Así ocurrió en mayo de 1924 con el matrimonio de actores formado por Mary Pickford y Douglas Fairbanks, entonces grandes estrellas del cine mudo. Y así ocurrió en una fecha indeterminada de septiembre de 1920, en que vino desde Biarritz hasta Ondarreta uno de los grandes cantantes de la historia, Carlos Gardel.

De ello escribieron en DV en fecha posterior, el 26 de noviembre de 1965, cuando se publicó un sorprendente descubrimiento: «San Sebastián fue la primera ciudad española en la que se bailó el tango. Y quien primero lo hizo fue nada menos que Carlos Gardel. Nos lo cuenta el escritor Manuel Tovar, en un artículo publicado en 'Madrid'».

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Vino desde Biarritz, con unos amigos, invitado a una villa de Ondarreta. Nadie supo que había estado aquí y que había cantado tangos entre «frenéticos aplausos», en una fiesta privada con champaña, pollo frío y caviar

Nuestro diario recogía lo que había publicado Tovar en el periódico madrileño, después de introducir unas pinceladas sobre la historia del tango...

«Había nacido el tango hace tres cuartos de siglo –respecto de 1965– en los barrios bajos de Buenos Aires. Hace cincuenta años llegó a Europa, vía París. Después de la guerra europea fue su gran momento».

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Pero «¿cómo llegó el tango a San Sebastián?». Lo respondían reproduciendo parte del artículo de Manuel Tovar, que conocía los pormenores en primera persona...

«Una tarde de verano almorzábamos siete amigos en un restaurante de Biarritz (...). En el momento de tomar el café, un distinguido y simpático matrimonio donostiarra, muy buenos amigos nuestros, tuvo la feliz iniciativa de invitarnos a todos los presentes a pasar aquella noche en su villa-palacete, cerca de Ondarreta, pero con la condición de que Carlos Gardel nos amenizase la velada con sus canciones porteñas. Aunque Gardel resistióse en un principio, alegando una incipiente ronquera, al final, siempre bondadoso, aceptó complacido».

«Derroche de ingenio»

«La 'farra' easonense transcurrió a un alto nivel intelectual, artístico y elegante. Hubo en ella derroche de ingenio, de donosura y de arte porteño..., y también –¡cómo no!– abundancia y selección de champaña, pollo frío, caviar, fiambres, repostería, frutas...»

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En aquella espléndida velada de septiembre, «Gardel estuvo magnífico, superándose aún más a otras actuaciones. Con su amabilidad característica cantó, con estilo insuperable, una extensa colección de tangos. Los clásicos y famosos tangos 'La milonguita' y 'Mi noche triste', ante nuestros frenéticos y entusiastas aplausos, tuvo que repetirlos dos veces cada uno» en una noche nada triste y muy mágica.

La incursión donostiarra del ídolo del tango se mantuvo en secreto. «Nadie, absolutamente nadie, tuvo conocimiento de esta primera visita de Gardel a San Sebastián. Fue de riguroso incógnito».

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