1913 | Las Escuelas Francesas
San Sebastián ha sido, o no, ciudad afrancesada, dependiendo de quién cuente la historia, al margen de los lazos concretos motivados por la proximidad geográfica. ... Limitándonos a episodios del siglo XIX, recordemos la entrada de las tropas napoleónicas en la ciudad en 1808, instalándose en el monte Urgull hasta 1813. La visita de José Bonaparte, con desplantes de una parte de la población y aceptación de otra, digamos 'más oficial'. Un acuerdo secreto de la llamada Paz de Basilea, firmada entre España y Francia en 1795, puso fin a la guerra declarada entre ambos países a raíz de la Revolución Francesa y en dicho texto se establecía que «España no perseguiría a los afrancesados», muchos de los cuales eran donostiarras, tratados por los libros de historia como «intelectuales, ilustrados, avanzados, liberales y, en todo caso, defensores de las ideas revolucionarias parisinas».
En el Ayuntamiento (plaza de la Constitución) se celebraban bailes y había festejos en la calle para celebrar la coronación o el cumpleaños de Napoleón, con luminosos hechos con fuegos de artificio en el Castillo, en los que se repetía «Viva Napoleón». Las últimas décadas del XIX y primeras del XX, los conciertos del Boulevard terminaban tocando 'La Marsellesa', himno que se cantaba llegada la hora de los postres en algunas sociedades y a los toreros en el coso taurino, cuando realizaban buenas faenas, mientras que la Belle Époque, nacida en París y fenecida con la Gran Guerra, en San Sebastián se prolongaba hasta 1924.
Pinceladas aparte, hoy 14 de julio, puede ser momento oportuno para recordar la inauguración de las Escuelas Francesas en nuestra ciudad. La historia comenzó cuando allá por el año 1898 el cónsul de Francia en San Sebastián, Blanchard de Farges, teniendo en cuenta la mucha población francesa afincada en la capital guipuzcoana, propuso crear un centro escolar tanto para «dar una instrucción acorde con su nacionalidad» como para fomentar el idioma francés entre los escolares donostiarras. Para ello convocó a la colonia francesa residente entre nosotros y fundó la Sociedad de Beneficencia y Enseñanza, creando un Comité de Señoras dedicado a la educación y a la beneficencia. Paralelamente, con el apoyo de la Alianza Francesa de París y el Gobierno francés, se daban clases para adultos, en la calle Arrasate de nuestros días, llamada entonces del Príncipe, «acudiendo más de cien alumnos el primer año y 240 el segundo».
1913
La primera escuela estuvo en la calle del Príncipe, hoy Arrasate, para fomentar en San Sebastián el francés. Louis Barthou, presidente del Consejo de Ministros de Francia, vino a San Sebastián para inaugurarlas
Modesta escuela que llamó la atención del senador Strauss y del embajador de Francia en Madrid, Geoffray, durante una visita a San Sebastián, hasta el punto que, habiéndoseles presentado el proyecto, consiguió una subvención de 68.000 francos para construir un edificio nuevo, cantidad a la que se unieron 16.000 francos recaudados en el Consulado por suscripción popular y 80.000 por un crédito que concedió la Caja de Ahorros Municipal.
Con estos fondos se compró un solar de mil metros cuadrados en el paseo que desde 1913 sería llamado de Francia y el arquitecto Luis Elizalde diseñó la nueva construcción de las Escuelas Francesas –con el Consulado francés incorporado en el mismo edificio–, inauguradas con dos profesores y «tres profesoras de instrucción primaria del cuerpo docente francés», teniendo a Mr. Miguras como director. Para la apertura del nuevo centro escolar, el 28 de septiembre de 1913, se desplazó a San Sebastián Louis Barthou, presidente del Consejo de Ministros de Francia, siendo quien descubrió la placa que daba nombre al paseo.
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