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La tormenta solar del 11 de mayo dejó insólitas imágenes de auroras boreales en Canarias EFE

Una llamarada solar excepcional generará auroras boreales este sábado que pueden llegar a verse desde Euskadi

Se trata de la expulsión de masa desde el sol más potente registrada en los últimos siete años y que podría volver a mostrar auroras boreales visibles desde Euskadi como ocurrió en mayo pasado

J. Falcón

San Sebastián

Sábado, 5 de octubre 2024, 12:35

Las auroras boreales han dejado este año de ser un patrimonio exclusivo de los habitantes de Islandia, Noruega o Canadá. Si en mayo pasado ya se pudieron ver en zonas como Euskadi, en buena parte de la península e incluso en las islas Canarias, para este sábado los científicos avisan de que este fenómeno podría volver a producirse en latitudes poco frecuentes ya que el sol está registrando estos días una gran actividad con erupciones de energía más altas de lo habitual y superiores a las de dicho mes.

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Aunque no hay certeza científica y es altamente excepcional, este fenómeno ya pudo verse en mayo en nuestros cielos y fue captado en cientos de fotografías, por lo que podría repetirse sobre Euskadi esta noche de sábado y en la de mañana domingo si las nubes lo permiten. De momento las previsiones anuncian que los cielos se irán cubriendo en las próximas horas aunque no habrá una gran nubosidad hasta el domingo.

En todo caso, para quienes quieran tener la oportunidad de ver auroras boreales en Gipuzkoa la recomendación es estar en lugares elevados y lo más libres posible de contaminación lumínica, si bien esta pasada primavera se vieron perfectamente las auroras boreales desde toda la costa vasca e incluso desde las playas. De momento, este sábado el amanecer ha coloreado ya los cielos de un rojo intenso que también ha dejado imágenes espectaculares.

El origen está en la actividad solar. Este pasado martes 1 de octubre se registró la segunda erupción más potente del presente ciclo solar de 11 años, que comenzó en 2019, con una intensidad X7.1 en la escala y un pico a las 22.20 UTC. Esta llamarada fue superada al día siguiente, el día 2, con una potencia de X9 que se espera que impacte de lleno entre este sábado y el domingo en la Tierra.

Según Spaceweather.com, esta última eyección de masa coronal (CME por sus siglas en inglés) queda por delante de la enorme llamarada X 8,7 del 14 de mayo de este año, en un contexto de actividad solar creciente cuyo punto álgido se producirá en 2025. La enorme erupción de plasma solar asociada con la llamarada estaba dirigida a la Tierra y ha ido llegando a nuestro planeta desde las últimas horas de este viernes. Los científicos avisan de que probablemente genere una fuerte tormenta geomagnética que podría potenciar las auroras.

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Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), la tormenta geomagnética G3 que se espera tras la llegada de estas eyecciones de masa coronal podrían provocar auroras boreales visibles casi con seguridad en gran cantidad de puntos de Canadá, gran parte del norte de Estados Unidos, Rusia, Islandia y Escandinavia. Su visibilidad en zonas más al sur disminuye pero tampoco estaban previstas el pasado mes de mayo.

Cuando ocurren estas tormentas, el campo magnético de la Tierra sufre una sacudida que puede afectar no solo a las auroras, sino también a los sistemas de navegación, las redes eléctricas e incluso las comunicaciones por satélite. Cuanto más poderosa sea la tormenta, mayor será el número en la escala de tormentas geomagnéticas y más dramáticos serán los efectos.

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Así funcionan las tormentas solares

El sol es una inmensa esfera de plasma en constante ebullición. En su interior, se producen reacciones nucleares que generan una enorme cantidad de energía. Esta energía, a su vez, provoca fenómenos explosivos en la superficie solar, conocidos como tormentas solares. Pero, ¿qué desencadena estas tormentas? El campo magnético del Sol, en constante movimiento debido a las corrientes eléctricas que fluyen en su interior, se reconfigura de manera caótica. Estas reconfiguraciones pueden dar lugar a la formación de regiones activas, donde las líneas del campo magnético se entrelazan y acumulan energía. Cuando esta energía alcanza un umbral crítico, se libera de forma súbita, provocando una erupción solar.

Las consecuencias en la Tierra son variadas y pueden afectar a diversos sistemas tecnológicos. Las partículas energéticas expulsadas durante una tormenta solar interactúan con el campo magnético terrestre, induciendo corrientes eléctricas en la ionosfera y en la superficie del planeta. Estas corrientes pueden causar perturbaciones en las comunicaciones (señales de radio, TV y GPS), daños en satélites o incluso apagones eléctricos.

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Intensidad de las tormentas solares

Las tormentas solares se clasifican según su magnitud, en orden creciente, como clase A, clase B, clase C, clase M y clase X. Estas son las erupciones más poderosas, que pueden generar efectos significativos en la Tierra. Las llamaradas de clase X como las X9 y X7.1 son capaces de provocar tormentas geomagnéticas severas, lo que puede afectar a las redes eléctricas, comunicaciones satelitales y señales de navegación. El número que acompaña a la letra X indica la intensidad dentro de la clase X. La reciente erupción solar X9 es una de las más intensas de los últimos años y su impacto en la Tierra podría ser considerable, aunque mitigado por la resistencia de nuestras infraestructuras tecnológicas.

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