«Con la ley que despenaliza la eutanasia no ha habido derrotados, porque no se obliga a nadie»
«La ley va a contribuir a que la muerte nos iguale a todos», afirma Iñaki Olaizola, antropólogo y miembro de la asociación Derecho a Morir Dignamente
Ya está. La ley por la que ha luchado durante tantos años la asociación Derecho a Morir Dignamente ha sido aprobada. No es exactamente ... lo que querían, aunque para ellos ha sido una buena noticia. «Podría haber sido más respetuosa con la voluntad de las personas. El procedimiento es muy largo y hay demasiados comités. Ya veremos cómo funcionan los que juzgan cada caso, pero lo hemos celebrado», dice Iñaki Olaizola, antropólogo y miembro de la asociación.
Celebran que «no hay vencedores». La ley «no obliga a ninguna persona, nadie puede considerarse derrotado porque permite el ejercicio de la identidad de cada uno. Nadie pierde su derecho y otros lo han ganado, eso es lo más importante. Como somos tan distintos en el acto de morir, se abre el abanico del ejercicio de la libertad de cada persona. Vamos a inaugurar una época de más respeto a las personas que no obliga a nadie».
Noticia Relacionada
El Congreso aprueba la ley que despenaliza la eutanasia
Para Olaizola, la Ley de Eutanasia «va a contribuir a que la muerte nos iguale a todos». «Va a ampliar el rango de posibilidades en el sentido de que cada vez más personas van a poder gestionar su momento de morir», dice.
Están satisfechos, pero creen que aún podría haber sido mejor. «La ley enfatiza en dar solución al dolor más que al sufrimiento. Me preocupan las personas que no están en trance inmediato de morir pero que están sufriendo, porque hay procesos de enfermedad más vinculados con el sufrimiento y esta ley no plantea de forma clara su situación».
Otro de los aspectos de la ley con los que no está muy de acuerdo la asociación es, según Olaizola, el poder «que se le ha dado a los médicos para contentar a algunos sectores». «Es excesiva la influencia de la profesión médica y su ideología. A ellos hay que pedirles su contribución técnica para que el tránsito sea lo más civilizado posible, pero cuando uno quiere morir no depende del ámbito de la salud, sino del pensamiento.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión