12 kilómetros de huida a la carrera
El presunto homicida se sumó a una marcha de montaña para escapar del lugar del crimen pero fue capturado tres horas después
No se lo pensó dos veces, y tras acabar presuntamente con la vida de un compatriota y herir a la compañera sentimental de este, el ... joven nicaragüense de 35 años pensó que la mejor idea para huir de Elgoibar era pasando desapercibido entre los participantes de la marcha que cada año se celebra en torno a estas fechas y que parte desde la plaza Kalegoan a las 6 de la mañana. El asalto se produjo en la calle San Ignacio y en las proximidades del parque de los Derechos Humanos a las 5.45 de la madrugada, y el sospechoso encontró al momento cobijo entre los participantes de la prueba que se disponían a iniciar la misma a escasos metros del lugar.
La prueba arrancó puntual pero pocos de los 300 participantes que se dieron cita en el arranque de la Vuelta a Elgoibar se percataron desde el principio de la presencia del sospechoso en el grupo. Todavía era de noche y muchos de ellos realizan el recorrido corriendo, por lo que en pocas ocasiones se presta atención a otras cuestiones que no sea el propio terreno. Eso sí, alguno de los integrantes de la salida sí que se percató de la presencia del centroamericano en esos momentos iniciales, ya que «vestía vaqueros negros y una camiseta roja, y además se le veía bastante perjudicado». Pero todos descartaban que el sujeto se aventurara de veras a participar en la prueba y al dejarlo pronto atrás pensaron que se había desviado del recorrido.
La sorpresa llegó cuando un grupo que partió ligeramente más tarde enfiló la subida a Karakate, una empinada pendiente que lleva a los participantes a afrontar un desnivel superior a los 700 metros en apenas 4 o 5 kilómetros. «He visto a un chico de espaldas con vaqueros y sin camiseta y me ha llamado la atención», explicaba uno de los corredores a la llegada de la prueba. «Me ha chocado, pero he pensado que era un loco y le he adelantado», añadía. El presunto homicida llevaba ya el torso descubierto y no había huella del arma blanca con el que acabó supuestamente con la vida de Pablo Acuña.
«He pensado que solo era un loco corriendo en vaqueros y sin camiseta», explicó un participante
No todos los corredores pasaron de largo, y alguno de los que participaban en la marcha alertó a la organización de la presencia de este hombre en la prueba. A medida que la luz del día ganaba terreno se hacía más que evidente que aquel participante levantaba sospechas y la organización alertó de su presencia a la guardia municipal. La descripción física del individuo encendió las alarmas de los agentes que en pocos minutos activaron un plan para salir en busca del sospechoso, que podía coincidir con la descripción del presunto homicida aportada por la joven herida.
Dos policías dibujaron el recorrido que estaba cubriendo la prueba y decidieron acudir al primer punto de avituallamiento, situado en Azkarate en el kilómetro 15. Preguntaron en él si habían visto pasar al sospechoso y al recibir una respuesta negativa decidieron buscarlo realizando el recorrido a la inversa. Los agentes se adentraron en el recorrido vestidos con ropa de travesía para no levantar sospechas y que el corredor no decidiera huir en el caso de coincidir con ellos en la ruta.
El presunto homicida inicio la bajada de la primera parte del recorrido que le llevaba a ese primer avituallamiento mientras los guardias realizaban el camino en sentido opuesto preguntando a los participantes que se cruzaban por el camino si habían visto a un corredor «en vaqueros».
Captura y regreso a Elgoibar
Finalmente el sospechoso fue interceptado en la zona posterior a Irukurutzeta, cuando ya había recorrido más de 11 kilómetros de la prueba, a los que hay que sumar los primeros metros de la huida iniciada en el propio casco urbano de Elgoibar. La captura se realizó hacia las 9 de la mañana, por lo que el presunto homicida realizó tres horas de una marcha con inicio y final en la localidad del Bajo Deba. El acusado fue trasladado hasta la zona próxima al avituallamiento de Azkarate, donde una patrulla de la Ertzaintza esperaba para proceder a su detención, una acción que se produjo hacia las 11 de la mañana. A esas horas ya comenzaban a circular por el recorrido familias enteras que participaban en el Itzulitxoa, una marcha más reducida de 12 kilómetros. La misma distancia que el sospechoso recorrió en evidente estado de embriaguez en su huida de la policía.
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