Cuando te regalan un tratamiento antiedad en cabina de esteticista en un salón de belleza, ya no tienes que disimular. Puedes reconocer que Los Brincos - ... se acaba de presentar un libro sobre la historia del grupo- fueron tus ídolos adolescentes y que viviste con alborozo la tensión sexual no resuelta entre los protagonistas de la serie 'Luz de luna', que ahora reponen en una plataforma de cine y tele.
No pasa nada, ya lo has visto (casi) todo. ¿Te da la impresión de que estás viviendo la víspera de un cataclismo mundial y que la guerra de egos profundos de Trump y Elon Musk puede producir más desastres de los actuales? Tranquilidad, sobreviviremos. Mira a Kafka, que en agosto de 1914 escribió en su diario: «Alemania ha declarado la guerra. Por la tarde, piscina».
No pasa nada. Aunque veas señales inquietantes como que los santiaguiños se vendan estas navidades a 305 euros/kilo, que el perro de una amiga haga rehabilitación en piscina tras una operación de tendón de aquiles, que el insigne Luis Bárcenas salga de la cárcel como ejemplo de reinserción y se le reconozca su «solidaridad, franqueza y actitud reflexiva». Qué quieres, me escandaliza un poco que una joven abogada y bajo el epígrafe 'Cosas que no sé y no me dan vergüenza' confiese que no distingue los conceptos vertical y horizontal y no entiende las horas en los relojes «de agujas».
No voy a ir a la piscina como Kafka, escucharé 'Lola' mientras me rejuvenecen estéticamente todo lo posible.
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