El alcalde revisa una imagen de satélite del vertedero con un técnico del Ayuntamiento. IGNACIO PÉREZ

«Habrá un juicio. Ha habido dos desaparecidos y un desastre ecológico», dice el alcalde de Ermua

Pese a las recomendaciones de Osakidetza, el ambiente esta mañana en la localidad era de tranquilidad

JULIO ARRIETA

Lunes, 17 de febrero 2020, 18:02

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A primera hora de la mañana apenas se ven vecinos en el barrio de San Lorenzo de Ermua, el núcleo de población más cercano, además del barrio zaldibarrés de Eitzaga, al vertedero derrumbado. Llueve desde la madrugada, lo que ha limpiado el aire, que no huele a químicos como sí lo ha hecho durante los últimos días. Aún así, no se ven ventanas abiertas. La gente ha seguido el consejo del Gobierno Vasco y lleva todo el fin de semana sin ventilar sus casas. El alcalde de Ermua, Juan Carlos Abascal, Txitxo para los vecinos, se toma un café en el bar del Hotel Villa de Ermua, más vacío de lo habitual. Espera a entrar en antena en dos radios de ámbito nacional. «Esto es un no parar», explica. «He hablado con más medios en estos días que en los dos años que llevo al frente del Ayuntamiento», del que antes fue teniente de alcalde.

Le llaman. Es Carlos Alsina, de Onda Cero. Txitxo se retira a hablar. Fuera, empiezan a pasar familias camino de la escuela pública de San Lorenzo, en cuyos accesos hay unos carteles avisando que todas las actividades escolares y deportivas «se llevarán a cabo en el interior del edificio y en el gimnasio». Se ve a un niño con mascarilla, pero es la nota discordante. Las familias y los chavales ofrecen el mismo aspecto de cualquier lunes de cualquier localidad vizcaína. De fondo, Txitxo explica a los escuchantes «que el vertedero es de un municipio colindante» y que «es importante hacer una llamada a la tranquilidad, no crear alarma. Las prioridades son recuperar a los dos desaparecidos, apagar el incendio y estabilizar el vertedero, garantizar la salud de los vecinos de la zona», añade.

Apoyo al alcalde

Acaba la primera entrevista y el alcalde sale a la calle. Se dirige a la escuela. «Hemos organizado una reunión con padres y madres, con expertos y técnicos del hospital de Mendaro. Es vecino del barrio y se nota. Una madre le para y le dice, «ánimo, que lo estás llevando muy bien». Ya en el patio, se oyen algunas voces más críticas -«Llevamos una semana de dudas y no nos dicen nada», se queja otra madre-, pero la tónica general es de apoyo al regidor: «Es que le ha venido esto encima cuando el vertedero no tiene nada que ver con Ermua, mucho está haciendo teniendo en cuenta que no es nuestro problema», apunta otro vecino. En la rotonda cercana, la que da acceso a la variante que fue afectada por el derrumbe, un grupo de manifestantes ataviados con máscaras y buzos se encadenan y cortan los accesos con carteles de 'Zaldibar argitu'. La Ertzaintza los ha identificado y les ha retirado carteles y cadenas. «Hay gente que está rentabilizando políticamente esta situación», se lamenta Txitxo, que se dispone a entrar en la reunión con padres y madres de alumnos, a la que los medios no tienen permitido el acceso.

Desde el camino a Eitzaga se ve trabajar las excavadoras en la base del derrumbe: «Llevan ahí desde antes de amanecer», apunta un paseante, un hombre mayor. «Me da igual que digan que no debemos hacer deporte. Si hay algo malo en el aire ya lo habré respirado: paso por aquí todos los días desde hace años, no voy a dejar de hacerlo ahora», añade sin dejar de caminar bajo la lluvia. El tráfico circula por la autopista con normalidad.

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A las 10.30 concluye la reunión del alcalde, técnicos y familias de alumnos de la escuela. Afuera esperan varios vecinos, atraídos por la presencia de los equipos de televisión. Txitxo explica que en la reunión se ha tratado de explicar «lo que son las dioxinas y los furanos, y sobre todo que sus efectos son nocivos cuando se dan exposiciones a largo plazo. Hay que transmitir tranquilidad», insiste. Txitxo añade que se siguen tomando muestras del aire y se miden «180 parámetros en tiempo real». Mientras resume sus impresiones de la reunión ante las cámaras, interviene una vecina que lleva mascarilla -tiene problemas respiratorios, aclara-. «No sabíamos que eso estaba ahí», le dice, «queremos más información». El alcalde responde que el Ayuntamiento está transmitiendo «toda la que nos llega del Gobierno vasco o la que obtenemos nosotros». Respecto a los responsabilidades de lo ocurrido, avanza que «habrá un juicio. Ha habido un desastre ecológico, ha habido dos muertos. Los responsables tendrán que responder».

El Ayuntamiento de Ermua se personará en el procedimiento, «pero cuando llegue el momento». Ahora «la prioridad son los dos trabajadores desaparecidos, la seguridad de quienes trabajan en el rescate y en estabilizar el vertedero y la salud de las personas de Ermua, Zaldibar y Eibar». Detrás, otro vecino, que fue conserje del colegio treinta años, apunta: «ahora mismo la gente está más cabreada que asustada, por cómo se han contado las cosas. La forma en la que se ha comunicado lo de los contaminantes, diciendo primero que no había que preocuparse y anunciando luego que había unos resultados preocupantes. Eso ha enfadado mucho». Otra residente de la zona señala que «no sabíamos lo que había allí. Creíamos que era un sitio de reciclaje de aceites o algo así. Pero pasaban camiones y camiones. De no haberse caído seguiría acumulándose porquería hasta vete a saber cuándo».

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El alcalde sigue atendiendo a los medios mientras se dirige al Ayuntamiento. Por el camino, se cruza con vecinos que además son conocidos, porque lo son de su propio barrio. «Pero la vida no se para. Toca atender otros asuntos». A las 11.46 comienza una reunión técnica en alcaldía: llegan los carnavales -empiezan este jueves- y hay que retocar los últimos detalles. Que en este caso también están relacionados con el derrumbe: «Hay muchos actos al aire libre, sobre todo los infantiles, y habrá que ver si se pueden realizar como estaban organizados o a cubierto, un plan B» que se está ultimando. Para ello, «como para todo estos días», se mantiene en contacto con el vecino Ayuntamiento de Eibar. «Miguel (de los Toyos, el alcalde eibarrés) estamos comunicándonos todo el rato», añade Txitxo, que en un ínterin apunta sobre cómo va la reunión del gabinete de crisis en la también vecina Zaldibar, que está transcurriendo en este mismo momento. Atiende otra llamada y vuelta a discutir los pormenores de la verbena infantil. «Todo dependerá de cómo vayan las labores de control y extinción del incendio que, con suerte, podría estar extinguido mañana», señala. Antes de comer, esperan otras dos reuniones.

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