Los altos alquileres dificultan a los jóvenes donostiarras el acceso a las ayudas para emanciparse

El Departamento de Vivienda se escuda en que estos límites son necesarios para no «contribuir a calentar más el mercado del alquiler libre» en Euskadi, pero los datos son claros: Donostia, la ciudad vasca con los precios del alquiler más altos, está a la cola de las capitales en el programa Gaztelagun, con apenas 225 beneficiarios activos. Una cifra que es menos de la mitad de los registrados en Vitoria (491) y casi un tercio de los de Bilbao (759), según cifras facilitadas a este periódico por Vivienda. Los números globales de San Sebastián están por encima del resto de municipios vascos, pero ocupa un puesto muy bajo en proporción a sus habitantes. El porcentaje de donostiarras en el programa Gaztelagun es de apenas un 7,5% del total de Euskadi, cuando los perceptores de Bilbao representan el 25%.

El consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, se refirió a esta cuestión la semana pasada en un encuentro digital con ciudadanos que le trasladaron diversas inquietudes. Un joven que desea acceder al programa Gaztelagun apuntó que «es imposible encontrar un piso en las capitales por 800 euros al mes, excepto que tenga menos de 30 metros». Arriola admitió que «a veces es difícil encontrar alquileres» por debajo de ese límite, pero aseguró que, «si se busca, se pueden encontrar». No obstante, reconoció que «en Donostia sí que hay más dificultades, aunque existen pisos que cumplen los requisitos».

Según varias inmobiliarias consultadas por este periódico, en Donostia únicamente los apartamentos o algunos pisos pequeños de dos habitaciones entrarían dentro del rango máximo de 800 euros mensuales que establece el programa Gaztelagun, por lo que familias, parejas o muchos jóvenes que desean compartir piso comprueban que no pueden acceder a las ayudas. «En Donostia apenas hay mercado de alquiler por debajo de 800 euros, puede ser un 0,5% de la oferta, y en todo Donostialdea cada vez menos, por lo que los límites que establece el Gobierno Vasco están fuera de la realidad», asegura María José Hernández, gerente de la inmobiliaria Arrigain. Apunta que en cuanto sacan en alquiler una vivienda que entra dentro de los parámetros, «recibimos cerca de 50 llamadas de jóvenes interesados, pero por lo menos 49 acaban en decepción».

José Luis Polo, presidente de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Gipuzkoa, confirma que «los 800 euros de límite se quedan muy cortos para Donostia, incluso para la periferia, que en el último año ha visto cómo subían mucho los precios del alquiler a rebufo de lo ocurrido antes en barrios como el Centro, Gros o incluso Amara. Si hace un año se podía encontrar algún alquiler en la periferia cerca de los 700 euros, ahora esos mismos pisos están en 800 o 850 euros».

Estas dificultades para acceder a las ayudas en Donostia se mantienen a pesar de que Vivienda ha elevado este año las rentas de alquiler máximas que pueden acogerse al programa Gaztelagun en las tres capitales vascas, que han pasado de los 775 a los 800 euros. Una subida que, en el caso de Donostia, no ha logrado solucionar el problema del acceso a las ayudas. Por su parte, en las áreas metropolitanas de Bilbao y San Sebastián y en los municipios de más de 10.000 habitantes, la cuantía se mantiene en 750 euros; y en el resto de localidades se sitúa en 675 euros.

Estos límites chocan muchas veces con la realidad del mercado inmobiliario, lo que en la práctica reduce la capacidad de elección de vivienda de los jóvenes, sobre todo en ciudades como San Sebastián o incluso en las localidades que componen el anillo de Donostialdea. Las últimas cifras oficiales publicadas por la Estadística del Mercado de Alquiler (EMAL) del Gobierno Vasco, a cierre de 2021, sitúan el alquiler medio en Donostia en los 920 euros mensuales, mientras que en las zonas de Donostialdea y Bajo Bidasoa llega a los 803 euros. Es decir, que la media del alquiler en las comarcas más pobladas de Gipuzkoa está muy por encima de los límites máximos establecidos por Vivienda para acogerse al programa Gaztelagun.

A pesar de las dificultades que el propio funcionamiento del mercado provoca en este programa de ayudas a la emancipación, el consejero Iñaki Arriola destaca que en lo que va de año «se ha recibido un inusual volumen de solicitudes, ampliamente superior al de años anteriores», por lo que hace una valoración positiva de Gaztelagun en su cuarto año de andadura, ya que se puso en marcha en 2019. El pasado mayo el Gobierno Vasco aprobó una orden que amplió el número de personas que pueden acceder a las ayudas y el tiempo máximo de percepción de éstas, al eliminar el límite de tres años que existía hasta entonces. Además, se aumentaron los ingresos brutos anuales máximos, que pasaron de 18.000 a 24.500 euros para solicitantes individuales; de 24.000 a 30.000 para familias; y de 28.000 a 32.000 euros si se trata de familias numerosas.

El programa Gaztelagun no es compatible con otras iniciativas como ASAP o Bizigune, con el pago del alquiler de viviendas protegidas, o con otras ayudas económicas vinculadas al pago del alquiler (PCV, PEV, AES de alquiler) o la garantía de ingresos (RGI, IMV).