Como soy muy chula voy a enunciar una teoría que llamaré síndrome de la envidia cochina o paradigma seta/playa. Y todo sin conocimientos de ... antropología, sociología o micología.
La RAE ha ampliado la lista de preposiciones, aquella del 'a, ante, bajo…', por lo que utilizaremos una de las nuevas, 'versus', para el enunciado de la teoría, que se centra en 'Pamplona versus Donostia' o 'Iruña vs. San Sebastián'. Dado que conozco ambos municipios no puedo menos que poner luz. Partimos de «qué bonito lo de los Goya, menudo auditorio el de Granada; en el Kursaal celebráis el Festival pero aquí no se puede hacer nada porque somos una ciudad de segunda…», derrotista discurso de señora pamplonesa de toda la vida. Comprobado: los granaínos tienen trescientas y pico butacas más que Baluarte y 200 más que el auditorio donostiarra.
Escena en la capital guipuzcoana, mediodía, bar cualquiera: «Pues a ver si se hace el Illunbe Berria porque es una vergüenza que siempre Bilbao y hasta Pamplona, con el Navarra Arena, se lleven todos los conciertos importantes, damos pena».
¿Hablamos de moda? Las paisanas pamplonesas vienen a tromba a comprar a Donostia, un lugar que, con dos excepciones de firmas propias, es parque temático de la franquicia. Para equilibrar balanzas comerciales, las paisanas de aquí van a tiendas bien estilosas de allí después de ver la exposición de la Mano de Irulegui en el Museo de Navarra. No es teoría, es verídico.
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