José Carlos y Nerea, un año en el recuerdo tras el accidente de León
La instrucción por la muerte del matrimonio de Villabona que hacía el Camino está a puntode finalizar
javier peñalba
Domingo, 30 de junio 2019, 07:12
Ha sido un año muy duro para los familiares de José Carlos Carrasco y Nerea Aguirre. El pasado viernes, sus allegados y amigos les recordaron ... con dolor y nostalgia. Fue el aniversario de sus muertes. Su vacío es imposible de llenar, más todavía para el hijo adolescente que dejaron. José Carlos y Nerea fueron víctimas la mañana del 28 de junio de 2017, en una carretera de León, de la acción de un irresponsable, de un 'kamikaze', que cargado de alcohol se echó al asfalto y segó las vidas de este matrimonio de Villabona, de 44 y 42 años, al tiempo que dejaba herido a su hijo de 12 años. Los tres cubrían en aquellas fechas la ruta francesa del Camino de Santiago. La familia iba bicicleta, una actividad por la que sentían gran afición. El hijo de la pareja militaba entonces en la categoría de alevín en el club Oriako de Tolosa.
Un año después de aquella tragedia, mientras los familiares de Nerea y José Carlos procuran mirar adelante y se esfuerzan en arropar al hijo, en León se sustancia una batalla: la judicial, la que deberá depurar las responsabilidades y adoptar las medidas necesarias para que el autor de aquel comportamiento salde su deuda y la familia, en la medida que le resulte posible, vea que se ha hecho justicia. El asunto se halla en el Juzgado de Primera Instancia en Instrucción número 1 de Sahagún.
El proceso está muy avanzado. La fase de instrucción está a punto de terminar y en un plazo no muy lejano, la autoridad judicial dictará un auto de transformación de las diligencias previas en procedimiento abreviado. A partir de ese momentos, las partes podrán redactar sus escritos de calificación provisional para solicitar las penas que estimen oportunas. En el procedimiento están personados, además del abogado del conductor implicado, la Fiscalía Provincial de León, la acusación particular que en nombre del menor ejercer su abuela, y el Ayuntamiento de Villabona, como acción popular, que en su día, tras la aprobación en un Pleno, contrató los servicios del penalista leonés Javier Ignacio Fernández Vega.
Aun cuando la instrucción está muy avanzada, fuentes jurídicas reconocen que el caso no será juzgado por lo menos hasta el año que viene. Dependerá en gran media de la tipificación que las partes realicen de los delitos y de la cuantía de las penas que soliciten. De momento, el conductor está encausado por dos homicidios imprudentes, conducción temeraria, además de por un delito contra la seguridad vial por circular en estado de embriaguez y por otro de omisión del deber de socorro, ya que tras el atropello emprendió la a fuga.
Hechos a determinar
Con esta batería de acusaciones en liza, las partes pedirán, casi con seguridad, penas por encima de cinco años de prisión, de manera que el caso pasará a ser competencia de la Sala Tercera de la Audiencia de León, que, según fuentes jurídicas, acumula una importante carga de trabajo, con lo que el señalamiento del juicio se podría demorar hasta 2020.
Ya sea la Audiencia Provincial de la capital castellana o un juzgado de lo Penal, los magistrados han de pronunciarse sobre unos hechos que acontecieron a las 11.23 horas del 28 de junio. José Carlos, Nerea y su hijo acababan de incorporarse a la carretera N-601, a la altura del municipio leonés de Santa Cristina de Valmadrigal. Solo unos minutos antes habían hecho un alto en la etapa para reponer fuerzas. Llevaban en torno a una semana en ruta y les quedaban todavía varias etapas antes de llegar a la plaza del Obradoiro, en Santiago. Tras el descanso, cuando apenas habían cubierto quinientos metros, un turismo se los llevó por delante. Los padres circulaban por el arcén, en un tramo recto, dejando que su hijo pedaleara protegido por ellos.
José Carlos y Nerea recibieron el impacto brutal del coche que conducía el 'kamikaze' y salieron despedidos. Sus cuerpos quedaron a unos veinte metros de distancia de donde recibieron el golpe. El hijo, que era el que circulaba más alejado de la carretera, también fue embestido, pero no le alcanzó de lleno y resultó herido de carácter leve. El matrimonio falleció prácticamente en el acto.
Parada y huida
Tras el atropello, el conductor se dio a la fuga, aunque fue detenido más tarde entre los municipios leoneses de Mansilla de las Mulas y Villamoros, a unos diecisiete kilómetros de distancia del lugar del siniestro. Varias llamadas telefónicas efectuadas por algunos transportistas alertaron de lo sucedido a la Guardia Civil, que envió de inmediato una patrulla al lugar. Fueron los miembros de esta unidad quienes localizaron al conductor. Los agentes detuvieron la marcha del vehículo y sometieron al chófer a un control de alcoholemia. El automovilista arrojó una tasa por litro en aire espirado de 1,26 mg/l y 1,18 mg/l -quintuplicaba la tasa de alcohol- y presentaba síntomas evidentes de encontrarse bajo los efectos del alcohol.
Fue precisamente su presunta temeridad y esta ingesta de alcohol por parte del investigado la que le llevó a circular de forma inadecuada y también a una velocidad inapropiada. Fuentes jurídicas han indicado que el comportamiento del 'kamikaze' fue extraño desde que se incorporó a la cartera. Aquella mañana el conductor debía dirigirse a Valladolid desde Palencia y, de manera inexplicable, en lugar de tomar la ruta hacia la capital pucelana, lo hizo en el sentido contrario, es decir hacía León.
La investigación que sobre los hechos se han practicado ha permitido asimismo confirmar que después de producido el choque, el conductor se bajó de su vehículo. Y aunque necesariamente tuvo que ver la gravedad de lo que acababa de acontecer, en lugar de quedarse en el escenario y atender a las víctimas, o cuando menos poner los hechos en conocimiento de los servicios asistenciales, volvió a subirse al coche y huyó del lugar en la misma dirección que llevaba, si bien fue interceptado posteriormente en el kilómetro 311 de la N-601, en el término municipal de Mansilla Mayor.
Sin seguro
De la misma manera, la investigación realizaba a requerimiento del Juzgado de Sahagún ha posibilitado confirmar que en el momento de los hechos, el conductor circulaba sin seguro obligatorio, otra irregularidad más.
Esta circunstancia ha obligado a intervenir al Consorcio de Compensación de Seguros que, de acuerdo a la citada fuente jurídica, ha consignado una cantidad económica para hacer frente a la futura responsabilidad civil que pueda quedar recogida en la sentencia que se vaya a dictar. La suma, no obstante, parece estar todavía lejos de las propuestas que próximamente podrán plantear tanto el representante del ministerio fiscal como las restantes acusaciones, la particular y la popular. Sus demandas se conocerán en breve cuando desde el juzgado se les dé traslado para que formulen sus respectivos escritos de conclusiones provisionales.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión