Un jabalí de más de 150 kilos en Zestoa
Caza. El pasado sábado, un grupo de cazadores, liderado por Jokin Artola, realizó una de sus batidas por el barrio de Ibañarrieta. La sorpresa llegó cuando llevaron el animal a la báscula
ainara martín
Miércoles, 2 de diciembre 2020, 06:27
Jokin Artola Odriozola, 'Txato', conoce muy bien el mundo de la caza. Empezó acompañando a su tío a los 13 años. Ahora, casi dos ... décadas después de coger por primera vez la escopeta, ha conseguido junto a sus compañeros de batida su mayor logro al cobrarse el pasado sábado un jabalí que pesaba más de 150 kilos.
Desde 2014 comanda un grupo formado por cerca de 40 cazadores del que se siente muy orgulloso. «No es nada fácil dirigir una cuadrilla así de grande. Son muchos los buenos momentos, pero también los hemos pasado bastante malos. Ahora mismo, somos una piña, estamos muy unidos y tenemos muy buena relación entre todos». Provienen de distintos municipios guipuzcoanos. Jokin es de Akua, un barrio de Zestoa, y los hay de Azpeitia, Zumaia, Mendaro o Bera de Bidasoa. Su área de acción va desde Aizarna hasta Elgoibar.
El pasado sábado comenzó como una jornada de caza habitual. «Nos juntamos entre 10 y 25 personas. Por lo general, nos ponemos en marcha con la luz del día. Cada cual puede elegir por dónde ir, pero solemos acudir a los terrenos donde más daños han producido los jabalíes. Procuramos ayudar a los baserritarras», explica Artola.
Una vez localizados los animales, empiezan a organizar la batida. Lo primero es decidir cómo y dónde se juntan. Una vez reunidos, colocan los puestos y sueltan los perros. A veces, diez minutos son suficientes para cazar un jabalí, pero hay días en los que, tras horas de búsqueda y persecución, llegan a casa con las manos vacías. Por eso «si logramos abatir uno, es suficiente para estar contentos».
Este sábado sí se cobraron una pieza. La sorpresa llegó cuando al pesar el jabalí que abatieron, el animal dio en la báscula 153,9 kilos, el más grande y pesado que han cazado hasta ahora. Las huellas ya les indicaban que se trataba de un ejemplar importante, pero no sospechaban hasta qué punto. «Nunca habíamos cazado uno de esas dimensiones. No es raro encontrar especímenes de hasta 100 kilos, pero lo habitual es que estén entre 25 y 75 kilos», explica.
Se encontraban batiendo una zona del barrio Ibañarrieta (Zestoa) cuando uno de los perros se metió en unas zarzas y vieron a un jabalí moviéndose. Fueron tras él, que se resistió bastante. Finalmente fue abatido en el agua. Aunque no es un hecho habitual, Artola comenta que con estos animales no es raro que surjan situaciones peculiares.
Alegría y también frío
Una vez superados el asombro y la sorpresa iniciales, llegó la alegría. Difícilmente olvidarán lo que vivieron porque llevaban cuatro años tras la pista de este animal. Artola admite entre risas que sintieron también mucho frío, ya que tuvieron que sumergirse en el agua. El jabalí, como todos los que cazan, ha sido vendido al centro de caza navarro Biurrun.
Al margen de esta 'aventura', Artola recalca la importancia del trabajo que realizan los cazadores, «Cada año abatimos más jabalíes, aunque este año parece que hay menos. Cazarlos es totalmente necesario, porque causan muchos destrozos, y en estos momentos aún más, ya que la peste porcina de origen africano ha llegado a Europa. Tampoco hay que olvidar la cantidad de accidentes de tráfico que provocan. Pero cada vez tenemos más problemas. Hace una semana llamaron a los ertzainas porque una persona no quería que cazásemos en sus terrenos. Debido a este tipo de impedimentos, los ganaderos y agricultores de la zona están sufriendo daños y pérdidas. Parece que algunos solo ven lo suyo y no piensan que hay mucha gente que vive del caserío y que estos animales les causan destrozos. Por lo general, son personas que residen en el casco urbano y se compran un caserío».
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