Magistrada y asesora del Departamento de Justicia
Inés Soria: «Hay que acompañar mejor a la familia del fallecido en las investigaciones policiales»La magistrada Inés Soria analiza los procesos de duelo desde diversas perspectivas y aboga por reforzar el soporte emocional a los allegados
El duelo es un proceso complicado de gestionar. Cada persona presenta situaciones y circunstancias distintas, y sobrelleva las malas noticias en su entorno a su ... manera. Generalmente, el duelo se relaciona directamente con el fallecimiento de un ser querido, pero no siempre está vinculado a la muerte. Existen muchos tipos de duelos. Inés Soria, magistrada y asesora del Departamento de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno Vasco, ha organizado a lo largo de esta semana en el Palacio Miramar de Donostia el Curso de Verano 'El duelo en la vida y en la muerte: la acogida y el acompañamiento personal, social e institucional', junto a Iñaki Subijana, presidente del TSJPV, en el que se ha tratado el proceso del duelo desde diferentes perspectivas.
– Se suele relacionar el duelo con el fallecimiento pero, ¿qué otro tipo de duelos existen?
– El duelo por muerte es el que está más visibilizado. Con este curso hemos querido visibilizar otros duelos, otras situaciones que tienen en común la pérdida y que están mucho más invisibilizadas e incluso desautorizadas. Una de ellos es la pérdida gestacional, tanto cuando son pocas semanas de embarazo como cuando acaba de nacer. En estas situaciones se habla y se escucha poco. El padre o la congenitora no gestante queda muy invisibilizado. Desde la perspectiva jurídica la inscripción del registro civil ofrece esa posibilidad de reconocerlo, de validarlo. También desde la perspectiva asistencial, cómo tratar ese momento en el hospital, cómo dar la noticia, cómo generar un espacio para que las personas se sientan acompañadas.
– ¿Qué otros duelos podemos encontrarnos a lo largo de nuestras vidas?
– Hay muchos que vamos sintiendo durante nuestra vida. Por ejemplo, cuando vamos envejeciendo y recibimos como respuesta eso de que 'estás muy bien para la edad que tienes' o 'es ley de vida'. Pero yo no me siento bien y tengo que asumir que estoy perdiendo, que no vivo como antes, que no veo como antes, que no puedo ir adonde quiera como antes. Esto también es una pérdida. En las rupturas de las relaciones familiares o las relaciones laborales se dan situaciones de duelo. Otra situación que no tiene mucha visibilidad es cuando una persona ingresa en prisión, lo que supone para la persona que entra, el entorno y la familia.
«Nos encontramos con muchos en la vida, desde la pérdida gestacional hasta el envejecimiento o la ruptura de relaciones»
– ¿Cómo se actúa ante una causa judicializada?
– Es complicado. Cuando estamos ante un fallecimiento cuyas causas se están investigando se debe conseguir una colaboración institucional. Cómo relacionarnos entre agentes, policías, médicos y forenses para respetar a la familia durante la investigación, sin perjudicar esta última. El objetivo del curso ha sido empezar a hablar de ello y concienciar, porque muchas veces cuando desempeñamos nuestra función como jueces, como policías o como médicos, sabemos cuál es nuestra labor pero en ese espacio nadie nos ha enseñado nunca cómo nos tenemos que relacionar con la familia.
– ¿Y cómo se podría llegar a contar con esa atención a las familias en situación de duelo?
– Necesitamos formación y tenemos que equilibrar nuestras funciones. Por una parte, tenemos que cumplir con lo que la ley nos dice que tenemos que hacer, recoger los efectos que se puedan encontrar, contemplar el escenario cuando no tenemos claro qué es lo que ha ocurrido, pero a la vez evidentemente tenemos que atender a la familia. Al menos, si no somos nosotros, buscar cómo se pueden sentir acompañados, informarles de lo que está pasando, de lo que vamos a tardar, de cuáles son las actuaciones posteriores.
– ¿Es importante ofrecer ese tipo de información a los allegados?
– Claro, toda esa información ayuda mucho a entender. Facilitar la información sin comprometer la investigación es muy importante en esos primeros momentos, cuando la familia se encuentra en un estado delicado.
«El reto está en buscar un equilibrio entre el apoyo a la familia del fallecido y la preservación de la investigación»
– ¿Cómo se llevaría a cabo esta labor de apoyo?
– Eso es lo que tenemos que estudiar ahora, cómo conseguir ese equilibrio entre ofrecer un soporte a la familia y continuar con la investigación. Pienso que lo debería de hacer un profesional, personal especializado. Una persona que sepa cómo acompañar, que entienda también cómo funciona lo judicial para saber cuáles son las necesidades que sirvan de enlace y acompañamiento. No solamente en ese momento, sino también durante el proceso judicial y después, cuando todo acaba, porque a veces ni siquiera ha empezado el duelo. Ahí tenemos ahora el reto, intentar estudiar y trabajar en este sentido para plantear posibilidades.
– ¿Hablamos entonces de un seguimiento integral del duelo?
– Sería lo ideal. Una intervención interdisciplinar entre todos los actores de una investigación para encontrar una forma de acompañamiento, por ejemplo, cuando todos nos vamos del lugar y la familia se queda sola. Muchos ni siquiera recuerdan ese momento. Sería positivo ofrecer un soporte que vaya más allá de ese momento y de esa soledad que tiene que ser tremenda. O quizá no, pero tenemos que ofrecerlo sin duda y quien lo quiera utilizar, que lo haga. Tienen que tener esa oportunidad.
– ¿Sería posible facilitar este servicio desde el punto de vista policial o judicial?
– Pienso que sí, aunque seguramente será difícil satisfacer al 100% las necesidades de todas las partes. Será complicado acompañar por completo a la familia del fallecido y querer compaginarlo con la investigación. Tenemos que valorar todos los factores y buscar un equilibro que seguramente será mejor que lo que tenemos ahora.
– En el trato entre profesionales y familias, ¿hay margen de mejora?
– Esto tiene que ver con personal más formado, por ejemplo, en comunicación. También se deben buscar los espacios adecuados. Por poner un ejemplo, en un juzgado, donde todo es muy frío, se podría buscar una zona más tranquila para hablar de temas más delicados o dar noticias comprometidas.
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