Maite Peña: «El modelo de atención en las residencias de Gipuzkoa no puede ponerse en solfa por la huelga»
Diputada de Políticas Sociales ·
La diputada dice que no puede «dejarse llevar por soluciones a corto plazo» en la financiación al sector y defiende velar por la «sostenibilidad» futura del sistema socialLa huelga en las residencias de mayores se mira con ojos de «preocupación» desde el despacho de la diputada de Políticas Sociales. En una ... semana agitada, con un nuevo mes de paros en el sector y las críticas de ELA por el papel «irresponsable» que está ejerciendo la Diputación, Maite Peña hace una férrea defensa del sistema de atención a los mayores en Gipuzkoa y dice que la financiación que aporta la institución foral al sector tiene que velar por la sostenibilidad del sistema y «no dejarse llevar por soluciones cortoplacistas».
- ¿La huelga en residencias le está quitando el sueño?
- La verdad es que me preocupa, porque es un conflicto que se está alargando y afectando al colectivo más vulnerable que atendemos.
- ¿Qué parte de responsabilidad tiene la Diputación en que la huelga esté ya camino de los 180 días?
- Yo no siento que la Diputación tiene responsabilidad y me explico. La competencia para negociar un convenio no es de la Diputación, no nos compete establecer las condiciones laborales de ese colectivo. Le corresponde a la parte sindical y patronal. Lo que sí nos corresponde es velar por la atención, y ahí sí que estamos destinando todos los esfuerzos. Estamos reforzando las inspecciones. Ya hemos realizado 279 este año. Es un claro ejemplo de que estamos actuando con responsabilidad.
- Pero la Diputación sí tiene la llave de la financiación a las empresas con las que contrata el 90% de las plazas.
- Lo que más me preocupa es actuar con responsabilidad y no dejarme llevar por soluciones cortoplacistas. Porque lo que está detrás es la sostenibilidad a futuro de las políticas sociales y de todo el sistema. Cada vez tenemos más presión en la asistencia. Tenemos 3.800 personas más dependientes que en la anterior legislatura y se prevén otras 3.000 más para 2023. Tenemos además a 700 personas en lista de espera y debemos reforzar la atención domiciliaria, una de las claves. Y tenemos que ampliar 400 plazas para mayores. La sostenibilidad está en buscar el equilibrio entre todos esos factores. Si algo tiene que priorizar la Diputación es que haya plazas para quienes tengan que acceder a ellas. Lo que hemos hecho es mostrar a todas las partes los escenarios presupuestarios que permitan ese equilibrio. Y a partir de ahí serán patronales y sindicatos quienes tienen que acordar las condiciones laborales. Los ratios competen a la Diputación, no se negocian en el convenio. Esa idea se está instrumentalizando, pero no es cierta. Estamos haciendo un trabajo desde hace ocho meses, donde avanzamos en un modelo de atención, más doméstico, menos hospitalario, y que conlleva un aumento de ratios, pese a que tenemos los más altos de Euskadi y el Estado.
- ELA recrimina que si hay dinero para subir los sueldos a los diputados, ¿por qué no hay más dinero para subir la financiación a las residencias y responder a las reivindicaciones sindicales?
- Hay dinero para financiar el convenio. Prueba de ello es que han acordado dentro de la mesa de negociación un incremento del 3,6% solo para salarios.
- Ese acuerdo no cuenta con mayoría sindical. ¿Es un parche?
- Yo creo que es un paso. Porque aunque sea minoritario, sí demuestra que se pueden llegar a acuerdos. Lo que les pido a la parte sindical y patronal es que amplíen esos acuerdos, tanto en el número de agentes que lo suscriben como en el contenido.
- ¿Por qué no se sentaron a la reunión convocada por el Consejo de Relaciones Laborales (CRL)?
- No nos corresponde. El CRL nos trasladó la invitación de ELA para una reunión con el objetivo de desbloquear la negociación. A nosotros lo que nos corresponde es velar por el cumplimiento de los servicios mínimos y garantizar siempre la atención en residencias.
- ¿Por qué en el conflicto de la educación concertada sí fue posible que se sentara el Departamento correspondiente y aquí no?
- Hay una diferencia sustancial. En el convenio de Educación, todas las partes llevaban mucho tiempo negociando en la mesa sin llegar a una solución. La mesa se agotó y se tuvo que desbloquear esa situación. Pero este no es el caso. Aquí lo que ocurre es que la parte que no se está sentando en la mesa oficial está convocando mesas paralelas. Lo que tiene que hacer es sentarse en la mesa oficial, y si esa mesa deviene ineficaz, veremos qué pasos podemos dar.
- Los sindicatos piden una atención digna. Al margen de las incidencias de la huelga, ¿no se está prestando una atención digna?
- Lo que tengo que dejar clarísimo es que la huelga tiene incidencia en la atención, pero lo que está por encima, y que la huelga no puede deconstruir, es el nivel de atención en Gipuzkoa. Somos referentes, no solo por los ratios, sino por la manera. Nos visitan de todo Europa. Y eso no puede ponerse en solfa por una huelga. No acepto que se cuestione todo el sistema. Es mejorable, como todo, pero buena atención se presta.
- Las trabajadoras denuncian que no tienen ni cinco minutos para poder charlar con los residentes, para acompañarles en esa parte humana más intangible. ¿Es así?
- ELA, que es la que hace esas afirmaciones, está cuantificando los minutos de atención necesarios para esas mejoras. Y lo señala en 120 minutos al día. Y dice que en Gipuzkoa solo prestamos 90. No es cierto. Atendemos 110 minutos a los perfiles de dependencia 2 y 3, y a los perfiles Upsi, con deterioro cognitivo, se les atiende 127 minutos. Ahora bien, a los autónomos, porque también hay personas autónomas en residencias, por ejemplo matrimonios que ingresan porque uno de los dos está ya dependiente, la atención es menor. Lo que hacen es una media distorsionando la realidad de Gipuzkoa. Superamos lo que pide ELA. Cuando digo que estamos trabajando en el modelo y va a haber un aumento de ratios, no solo hablamos de ese aspecto. Tiene que haber más personas atendiendo porque somos conscientes de que el trabajo es muy duro y además el nivel de dependencia de los usuarios cada vez es mayor.
- Más allá de ratios y minutos, ¿cómo se puede garantizar la calidad o la calidez del servicio?
- En algunas residencias ya se están poniendo proyectos innovadores en este sentido, y son los que nos están marcando el camino. Las construcciones de nuevos centros las planteamos bajo esa óptica. Vamos hacia una atención más personalizada, pero hay diferencias entre residencias, y no es lo mismo entrar en una que en otra.
- Cuando habla de sostener las políticas sociales, ¿se plantea la Diputación aumentar el copago -la parte que financia el usuario-?
- No. No estamos pensando ni en incrementar el copago ni en reducir coberturas de atención. Estamos trabajando en cuestiones fundamentalmente de prevención y de innovación tecnológica, como los proyectos 'Etxean bizi'y 'Ok en casa', para ver sus resultados y valorar extenderlos. Y estamos trabajando mucho en la coordinación, con instituciones como Sanidad, Vivienda o ayuntamientos, y con el Tercer Sector, que está muy presente en este ámbito. Más del 81% de las plazas están gestionadas o bien por lo público o por entidades sin ánimo de lucro. Esto sitúa muchas de las críticas que nos están realizando.
- ¿Se refiere a la acusación de ELA de que lucran a las empresas?
- Se están repitiendo como mantras cuestiones que no se ajustan a la realidad y no creo que sea por desconocimiento. Decir que en Gipuzkoa se lucra a las empresas de residencias no corresponde a la realidad. Hasta lo que sé, el acuerdo que han logrado revierte todo en salario de las trabajadoras.
- El conflicto laboral está siendo protagonista... (interrumpe)
- Sí, pero sin embargo luego tiene realidades muy diferentes. Muchos centros no tienen incidencia de la huelga. De media, 180 personas de las 5.000 llamadas a la huelga están secundando los paros, un 3,6%.
- ELA dice que con los servicios mínimos tan elevados no se les está dejando hacer huelga.
- Respeto el derecho a la huelga, pero sí tengo que priorizar algo es la atención a las personas más vulnerables. Los servicios mínimos han permitido que un 20% de las trabajadoras pudieran hacer huelga en todos los centros, y esa cifra es un 3,6%.
- ¿Qué hay del problema de la lista de espera? ¿Abrir más plazas no está siendo suficiente?
- Hasta 2023 tenemos prevista la concertación de 400 plazas para mayores. La solución no es solo abrir plazas, porque el 90% de las personas con dependencia quieren ser atendidas en su domicilio. Lo que estamos haciendo es reforzar todos los servicios que permitan que esas personas puedan estar bien atendidas en sus casas.
- ¿Se llega tarde a esa atención primaria? Por compararlo con el sistema de salud, el foco ha estado en el paciente agudo, cuando ya ingresa en el hospital, en este caso en residencia.
- Suelo recordar que hay 5.000 personas en residencias, pero no se ven las más de 16.000 personas que están atendidas en otros recursos. La prevención y coordinación con los ayuntamientos es básica. Tenemos previsto un plan integral de atención en el domicilio y el abordaje del problema de la soledad. No son cuestiones competenciales del departamento, al igual que no lo es la ayuda domiciliaria, y es una de nuestras apuestas. Pero es básico si queremos garantizar la sostenibilidad, salirnos del cajón competencial y poner encima de la mesa cuestiones de interés común. Cuanto antes atiendas a las personas, más eficaces seremos.
- ¿Potenciar los cuidados en el hogar significa trasladar la responsabilidad a las familias?
- No. Hay que ser consciente de las estructuras familiares, relacionales y el trabajo. Damos mucha importancia al ámbito comunitario, es un reto de toda la sociedad. Por primera vez, la prestación económica por tener contratado a un asistente supera a la prestación que se paga a un cuidador familiar. Los cursos de formación a cuidadores han funcionado muy bien. 3.600 personas ya han pasado por esos cursos, y 1.400 no estaban obligadas a realizarlo, pero cuando han visto de qué se trataba, se han apuntado.
- El reto es la crisis de los cuidados, quién va a cuidar a los mayores del mañana. ¿Está Gipuzkoa preparada para ese futuro?
- En esta legislatura vamos a establecer un plan integral de cuidados, porque nos hemos dado cuenta de que Gipuzkoa es un territorio de cuidados, que ya realizamos muchos proyectos, pero que hay que ordenarlos y alinearlos para sacarles el máximo potencial.
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