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«No nos ha quedado otra que coger el autobús al aeropuerto de Bilbao con 12 horas de antelación»
El primer día de la protesta en Avanza afectó a los usuarios de los buses a Bizkaia y Álava y a los del Alto Deba. Los más despistados se quedaron en tierra al no tener autobús
A las 9.00 de la mañana de ayer una multitud de viajeros se apelotonaba en la estación de autobuses de Donostia. Era el primer ... día de las tres jornadas de huelga -hoy y el lunes son las siguientes- convocadas por ELA, LAB y el sindicato independiente Aurrera en Avanza, la compañía de autobuses que presta para Lurraldebus el servicio en los interurbanos del Alto Deba y las conexiones de San Sebastián con Bilbao, el aeropuerto de Loiu y Vitoria. Ante la protesta de la plantilla, que se queja por «el mantenimiento deficitario de los autocares y la falta de seguridad» en los mismos, el Gobierno Vasco ha fijado unos servicios mínimos del 30% para los días de paro.
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Aunque además de los mínimos obligatorios operaron un 22% de los servicios no protegidos, dado que la huelga no es secundada por toda la plantilla, la protesta afectó a numerosos viajeros que tuvieron que quedarse en tierra o esperar una buena cantidad de horas en los bancos de la estación de autobuses de San Sebastián.
Los hubo previsores o los que tuvieron suerte. Pero a la mayoría, la huelga le pilló con el pie cambiado. Una de estas pasajeras es Esmeralda, una donostiarra que pretendía coger el autobús a Bilbao a las 10.00 para ver la nueva exposición del Museo Guggenheim, pero que se quedó en tierra. «No tenía ni idea de la protesta. Me han dicho que podía coger el de las 14.00, pero ya no me merece la pena, así que nada, me voy a casa», se resignaba. Al igual que Ángel, que tuvo que esperar hasta las 13.00 para viajar a la capital vizcaína. «La verdad es que me han hecho una faena porque quería estar con mi familia y a las cinco de la tarde ya me tengo que volver», lamentaba.
La protesta también afectó a los servicios al aeropuerto de Loiu. Cristina, Mónica y Adelaida, tres tinerfeñas jubiladas que vinieron a Donostia a disfrutar de una semana de vacaciones, esperaban sentadas como quien sabe que el día iba a ser largo. «Fíjate», asentían las tres, «tenemos el avión a las ocho de la tarde y hemos tenido que coger el autobús de las 9.45 de la mañana porque todos los disponibles más tarde estaban ya completos. Vamos con 12 horas de antelación».
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Afecciones en Alto Deba
Como suele ser habitual un viernes, la estación estaba llena de estudiantes que, al llegar el fin de semana, regresaban a sus hogares. Alazne, una joven de 24 años de Arrasate, tuvo que tirar de favores para llegar a clase. «Menos mal que me han llevado desde mi casa hasta Eibar. Desde allí he podido coger el bus a Donostia y llegar a clase», apostillaba.
Mientras, Luis Eduardo, estudiante oriundo de Colombia y vecino de Bergara, aguardaba en la estación de Zalduspe de Arrasate poco después de las 13.00 para volver a casa con la incógnita de saber si tendría bus pronto o tendría que «esperar al de servicios mínimos a las 18.15». En lugar de venir de Bergara en el autobús de las 8.10, tuvo que pegarse «un madrugón» para tomar el de las 6.40, informa Kepa Oliden.
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