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Impulsó el modelo de multideporte escolar en el fragor del debate como director foral de Deportes entre 2003 y 2011, y lo defiende hoy con la misma vehemencia desde la perspectiva que da el tiempo. El TSJPV anuló la obligatoriedad del sistema y suspendida quedará hasta que el Supremo se proncuncie, pero se muestra convencido de que Gipuzkoa está llena de Iñakis Ugarteburus favorables al modelo.
– Seremos el territorio en el que más se habla de deporte escolar.
– Porque entiendo que tenemos un modelo diferencial y diferente. Es algo característico de Gipuzkoa y que no se repite en ningún otro sitio. Eso le hace tener defensores y detractores. Lo que creo es que el tiempo ha demostrado que el modelo de deporte de Gipuzkoa funciona. Y entiendo que parte de culpa de ello lo tiene este modelo de deporte escolar. Los datos que tenemos hoy en el deporte guipuzcoano no hacen más que confirmar que el sistema es bueno.
– ¿A qué datos se refiere?
– Los resultados son los mejores del Estado en proporción. Hablo de número de participantes en actividades deportivas, de un panorama variado con muchas disciplinas en chicos y chicas, de equipos de referencia en muchas modalidades, y de un entramado de clubes que funcionan muy bien. Además, está el hábito que genera en las propias familias el deporte escolar, lo que se ve en la gente adulta que hace ejercicio, en el movimiento de polideportivos y demás.
– ¿Maneja indicadores más precisos?
– Los datos de deportistas olímpicos siempre son referencia. Gipuzkoa acaparó en los Juegos de París más de la mitad de los olímpicos vascos. A nivel estatal, por porcentaje de población, ningún otro territorio nos iguala. Tampoco si analizas equipos de alto rendimiento: en fútbol masculino y femenino (Real y Eibar), balonmano (Bera Bera y Bidasoa), hockey, baloncesto... El número de equipos y la variedad de los mismos también es medible. Claro que la red de equipamientos, la cultura y la apuesta de instituciones ayuda, pero el modelo de deporte escolar también contribuye.
– ¿Le sorprende, en ese sentido, el nivel de contestación que ha suscitado el Multikirola?
– Porque es un modelo diferente, y si restringe o marca condiciones de participación...
– ¿Le parece que el descontento va más por esas restricciones que por la obligatoriedad?
– Nosotros autorizamos las escuelas deportivas porque las federaciones, mayormente el fútbol, decían que el nivel de práctica con la que llegaban los niños a categoría infantil era inferior al que tenían en otros territorios. Que eso se notaba. Autorizamos las escuelas pero dejando claro que la base tenía que ser el multideporte, porque es donde los niños conocen las disciplinas y adquieren vivencias y conocimientos en la edad que toca. Con 25 años ponerse a aprender un deporte tiene muchas limitaciones. ¿Por qué hay contestación? Porque el modelo te limita. Tienes un día para fortalecerte en el deporte en el que te quieres especializar –dos en alevín de rendimiento– pero con la base en el multideporte. El debate es si la limitación que establece es proporcional o no es proporcional.
– Responda usted mismo.
– ¿Qué perjuicios genera que el multideporte sea obligatorio y qué beneficios aporta? ¿Es proporcional lo que se propone? En mi opinión, sí. Para algunos, no. «¿Por qué me tienen que decir a mí qué tengo que hacer?», dicen. Bueno, pues como te imponen que tienes que dar Matemáticas o Lengua. Consideramos que es el modelo que mayores beneficios aporta, pero al poner una limitación que en el territorio de al lado no tienen...
– Esa es otra. En Hendaia se puede lo que no se puede en Irun, o en Ermua lo que no se puede en Eibar...
– El nuestro es un modelo que está consagrado en la Ley vasca del Deporte, que habla de la necesidad de la multideportividad. Cuando se aprueba la ley, la comisión jurídica asesora asume que a pesar de que tengamos una sola ley los territorios podemos tener modelos con diferencias. Sabemos lo que eso genera, como en fiscalidad u otros ámbitos. Eso hace que haya contestación.
– También habrá defensores...
– No sabes cuánta gente se me acerca para decirme que no podemos echar atrás el modelo de deportes escolar. Los que están en contra tienen todo su derecho a manifestar su opinión, pero si se hiciera un referéndum, pienso que los favorables ganarían por goleada.
– ¿Cabe hablar del mismo modelo sin obligatoriedad o es una condición indispensable?
– Es lo que ocurre en Bizkaia o Araba. No existe esa obligatoriedad y están negando la mayor de la Ley vasca del Deporte, que dice que la práctica del deporte será multideportiva. Si no estableces esa obligatoriedad, no estás garantizando que la práctica en edad escolar sea fundamentalmente multideportiva.
– Se obliga a quienes se apuntan a un club o escuela, pero no a quien se queda en casa sin hacer ningún ejercicio.
– Porque el deporte escolar es una actividad voluntaria. No es como la enseñanza, que es obligatoria hasta los 16 años. Si quieres hacerla, la haces, pero es entonces donde entran en juego unas condiciones. Nos gustaría que todo el mundo hiciera deporte escolar pero hay quien no quiere o no puede. La idea es proponer a toda la ciudadanía una oferta que sea atractiva, educativa y que transmita los valores, conocimientos y vivencias que mejoren a las personas.
– ¿Ha encontrado el modelo más hostilidad en el fútbol?
– En su día, sí, si bien nunca se posicionó la Federación en contra del sistema multideportivo. Ocurre que la idea puede ser buena y en la ejecución del día a día surgir lagunas. A la hora de autorizar algunas cosas, es posible que no siempre se haya actuado bien. Pero una cosa es el modelo y otra, su ejecución práctica. Cuando yo estuve en la Diputación, la mayor oposición vino por parte de algunos clubes de fútbol. Pero ahí entramos en otro debate.
– ¿Qué debate?
– El miedo al mercantilismo. La mayoría de los clubes pueden tener unos objetivos con los que todos estamos de acuerdo, pero hay algunos que quizás no tengan metas tan loables.
– Por ejemplo...
– Que vean en el niño o niña en edad escolar un producto de mercado del que puedan sacar unos beneficios. Eso es algo con lo que las administraciones públicas tenemos que tener muchísimo cuidado. El deporte es bueno si se hace correctamente y con los objetivos adecuados. Si no, puede ser muy nocivo. Pueden generarse expectativas que dejen muchos juguetes rotos. Sobre todo en el fútbol, ¿cuántos niños se quedan por el camino con un nivel de frustración por las expectativas generadas? Pero por resumir, comparto el discurso del actual presidente, Manu Díaz, y hemos llegado a acuerdos con el fútbol. Se pusieron, como digo, las escuelas deportivas, por ejemplo.
– ¿Me ha parecido entenderle que ha podido haber errores en la ejecución?
– Con el tema de autorizaciones para torneos, actividades y demás... quizás ahí se podían haber hecho mejor las cosas. Se podían haber evitado, tal vez, algunos choques. Pero cosas de la interpretación concreta, no del modelo a nivel general.
– Los encontronazos también han llegado por las edades en las que se puede competir en clubes o selecciones, o contra otros territorios.
– Sí, porque se establecen unos límites en un marco que fija que hasta alevines se compite en un ámbito local y que hay que respetar una normas. ¿Hay que hacer campeonatos del mundo de alevines? Aquí se pretende ir progresivamente en cuanto a ámbito de competición. ¿Que otros quieren hacerlo antes? No pasa nada.
– ¿Qué opina sobre la ponencia que va a debatir sobre el modelo en las Juntas Generales?
– A nivel general, no creo que ningún partido político se haya posicionado en contra del modelo del multideporte escolar. El fondo y la filosofía es buena. Incluso la obligatoriedad. Yo espero que en el futuro, y como resultado del debate que se establezca ahora, se vaya por esa línea. Incluso que haya una reacción social a favor de ese modelo. En el Gobierno, y gestionando el deporte, han estado distintos partidos: PNV, EA, Hamaika Bat, PSE, EH Bildu... Nadie ha cambiado el modelo.
– ¿Es el coste de las actividades otro motivo de contestación del Multikirola?
– La Diputación está invirtiendo cada vez más dinero en el deporte escolar. Garantizar la gratuidad facilitaría el acceso de las personas, pero también ocurre que las cosas que son gratuitas quizás no las valoramos igual.
– ¿Es partidario de la gratuidad?
– Para algunas personas puede ser un obstáculo el coste económico y si se puede hacer de manera gratuita, estupendo. No le veo ningún problema. Yo estoy en Bergara en el Ayuntamiento y la cuota anual de deporte escolar de media está en 100 euros al año para dos sesiones semanales y una los fines de semana. ¿Es mucho dinero? No voy a entrar. Claro, también habrá sitios en los que se pague bastante más, porque la contratación de profesionales así lo exige. ¿Hacerlo gratuito? Puede ser beneficioso.
– ¿Influiría eso en la calidad?
– No debería. Una de las obsesiones del sistema es mejorar la calidad año tras año. Hoy es el día en que en el Alto Deba, por ejemplo, los monitores son profesionales. Hay que garantizar la calidad del deporte escolar. No debemos confundir gratuidad con disminución de los costes del deporte escolar. Hablaríamos, en todo caso, de que sean las administraciones y no los usuarios quienes los sufraguen. No podemos caer en el error de organizar menos sesiones, en peores instalaciones y con peores profesionales.
– ¿Le preocupa lo que diga en el futuro el Supremo?
– La magistrada tendrá un conocimiento limitado del asunto y verá, tal vez, que se restringen unas libertades. Gipuzkoa tiene que prepararse para una realidad en la que el Supremo diga que no va a ser posible obligar al multideporte.
– ¿Y en ese caso?
– Pues ver cuáles serían las vías para poder garantizar o impulsar la multideportividad por otros caminos. La idea sería cómo garantizar, entre nosotros, que se cumpla la filosofía del modelo, y evitar así quedar al albur de lo que diga una jueza del Supremo.Publicidad
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