Dos hermanos de Ibarra mueren ahogados tras precipitarse al agua en una cala en Jaizkibel

Un primo de estos, que se había quedado en tierra, fue quien dio la voz de alarma, según ha podido saber este periódico. Además de llamar a los servicios de Emergencias Sos Deiak, que se personaron en el lugar pocos minutos después, avisó de lo sucedido a una mujer que estaba, junto a su hijo, acompañando a su pareja mientras este practicaba submarinismo.

El buzo, vecino de Irun, practica esta actividad de forma habitual y conocía a la perfección la zona. Mediante indicaciones desde la orilla, el primo, visiblemente alarmado, consiguió guiarle hasta uno de los cuerpos, ya sin vida. El cadáver, que estaba semihundido y completamente vestido, se encontraba a unos cincuenta metros de las rocas. No consiguió avistar al otro hermano.

El buzo estaba disfrutando de uno de sus hobbies cuando los hermanos Peio y Josetxo Urkizar, dueños del garaje Izarra de Ibarra, cayeron al mar. Tras rescatar a uno de ellos, intentó reanimarle practicándole el boca a boca, pero no consiguió su objetivo final debido a que este ya había fallecido. Mientras que llegaban los servicios de Emergencias, el submarinista aguantó durante veinte minutos, como pudo, con una mano en su boya y la otra sujeta a uno de los cuerpos.

Fue hacia las 16.00 horas cuando llegó el helicóptero de la Ertzaintza y rescató ambos cuerpos. Primero se dirigió donde el buzo para rescatar al cadáver que retenía él. El cuerpo del segundo hermano lo encontraron a pocos metros del otro ya sin vida. Hasta Eretzin se acercaron también las embarcaciones LS Guadalupeko Ama y Ls Olearso de Cruz Roja Hondarribia.

Todo apunta a que ambos hermanos se habían acercado a esta cala con familiares tras una mañana de paseo por Jaizkibel. Una de las hipótesis que se baraja es que estuvieran haciendo la ruta de Talaia, que arranca en Hondarribia, y tras recorrer la costa guipuzcoana, finaliza en Saturraran. Es un recorrido de unos 22 kilómetros entre montes.

No llevaban ropa de baño puesta, ni tampoco encima, por lo que no parece que su intención fuera darse un chapuzón, ni siquiera entrar al agua. Más bien, todo apunta a que su idea era descansar en ese paraje antes de continuar con la marcha. Además, tampoco tenían ningún coche en las inmediaciones por lo que tuvieron que acercarse hasta ahí a pie.

Esta cala de Hondarribia se caracteriza por su difícil acceso y por las rocas que alberga. Situada en las laderas del monte Jaizkibel, es una zona con gran oleaje en la que el viento, de costumbre, sacude fuerte.

Desde Cruz Roja Hondarribia destacan la complejidad para llegar hasta este lugar, que «no es zona habitual de baño». Normalmente son pescadores o mariscadores quienes suelen acercarse a esta franja para practicar su actividad favorita, o «gente que conoce muy bien el terreno». Es más, aconsejan bajar hasta la orilla en un todoterreno o un vehículo de monte.

Los cuerpos de los dos fallecidos fueron inmediatamente trasladados en helicóptero al aeropuerto de Hondarribia, desde donde fueron conducidos al Instituto Vasco de Medicina Legal, en Donostia, donde les será practicada la autopsia correspondiente. La Ertzaintza, por su parte, ha abierto la pertinente investigación con el objetivo de esclarecer las circunstancias del suceso.