Getyourtime.com es el nombre de una web en donde, eso aseguran, puedes comprar tiempo real. En realidad venden recuerdos, un certificado, expedido ante notario, ... que acredita la propiedad de cualquier día pasado. Los precios varían según la trascendencia de la jornada. Un 11 de septiembre cualquiera cuesta 14,99 euros pero el 11-S de 2001 está ahora en oferta por 55.000 euros.
El tiempo se vende y estamos acostumbrados a comerciar con él. Alquilamos servicios como un taxi o un billete de avión que nos ahorran tiempo de viaje. A su vez, nosotros vendemos nuestras horas de trabajo manual o intelectual a compañías que fabrican, entretienen, educan, informan o desarrollan cualquier otro negocio.
El tiempo ya vivido se puede recordar pero no reproducir. En cambio, el tiempo libre es un bien escaso que, a menudo, malgastamos en atascos, hacer la colada o ir al súper. Decimos que el dinero no da la felicidad pero eso dependerá de en qué lo invertimos. Un estudio de Harvard Business School ha demostrado que gastar el dinero en vivir más cerca del trabajo o en subcontratar las tareas engorrosas del hogar libera tiempo de calidad y proporciona más felicidad que comprar cualquier bien material.
Todos vivimos las mismas horas pero el tiempo no corre igual para todos. La prueba es que unos pocos días al año viajamos a un lugar en el que el tiempo transcurre a otra velocidad. Lo llamamos vacaciones e, invariablemente, emprendemos el camino de vuelta apenados. Da que pensar.
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