Que levante la mano quien haya leído alguna vez el texto legal antes de hacer clic en la casilla de internet. Me refiero a esa ... casilla pequeña que aparece al final del proceso de compra, contratación, suscripción o servicio online y que el sistema te obliga a marcar antes de continuar. ¿Nadie? Me temo que la mayor mentira de internet es clicar 'He leído y estoy de acuerdo con los términos y condiciones de uso'.
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Una compañía de Manchester, proveedora de wifi público, insertó una cláusula tramposa en su texto legal para evidenciar nuestra actitud negligente. Más de 20.000 personas accedieron gratis a su conexión wifi pero, al mismo tiempo, se comprometieron a regalar 1.000 horas de servicios a la comunidad para limpiar urinarios y desatascar alcantarillas.
En otro experimento, en Londres, cientos de turistas y locales entregaron a su hijo mayor a cambio de wifi gratis en un centro comercial. Los términos y condiciones de servicio incluían una 'Cláusula Herodes' por lo que, al clicar la casilla, los usuarios aceptaban renunciar de por vida a su primogénito.
El progreso nos exige menos esfuerzo y la falta de exigencia nos hace perezosos. Renuncié a la alta fidelidad por Spotify, al café recién molido por las cápsulas de Nespresso y hoy firmo contratos online sin abrirlos. Estoy tan seguro de que esconden cláusulas abusivas como de que mañana seguiré clicando la casilla sin leerlos. Somos así, si algo acaba en algún momento con nuestra especie será la comodidad.
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