Explanada del polígono donde se proyecta la planta de Bergara. MIGURA

El Gobierno Vasco ratifica que la planta de Bergara se dedicará a la recuperación de cal

Rechaza que se trate de una incineradora y alega que impulsará la economía circular al producir material de uso industrial que si no sería extraído de canteras

Miguel Ángel Mata

San Sebastián

Viernes, 19 de noviembre 2021, 06:49

La planta para el tratamiento de residuos de empresas recicladoras de papel que el Gobierno Vasco plantea construir en Bergara y que cuenta con el ... rechazo del Ayuntamiento de la localidad, tiene como actividad principal la recuperación de productos cálcicos útiles para sectores como la construcción, las acerías o la industria química. Es, por tanto, una instalación industrial dedicada a la recuperación de materiales que no puede ser catalogada como incineradora, como alegan los críticos con el proyecto en sus alegaciones.

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Así lo ha ratificado esta semana el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco tras una consulta aclaratoria realizada por la empresa Valogreene Paper BC, promotora de la instalación, después de que el Ayuntamiento de Bergara haya revocado el informe de compatibilidad urbanística que facilitaba su construcción alegando que la actividad reseñada para conceder esa licencia «no coincide con la presentada al Gobierno Vasco y sometida a exposición pública».

En su respuesta, el Gobierno Vasco niega el argumento del consistorio y corrobora que en función de su actividad, características, instalaciones y técnicas empleadas, y según establece la directiva europea, la planta debe clasificarse en el epígrafe de 'producción de cemento, cal y magnesia' al dedicarse a la producción de materiales calcáreos sirviéndose de residuos como materia prima.

Medio Ambiente insiste en que se aplicarán «todos los condicionantes» de control relativos al tratamiento de residuos

En su aclaración, Medio Ambiente recuerda que el horno que se pretende instalar en la planta tiene como objeto la «recuperación de calcio a partir de lodos papeleros», y que según la normativa europea y estatal, las actividades de pirólisis (quemado) susceptibles de ser consideradas incineración son únicamente las destinadas a la valorización energética y la eliminación de residuos, no cuando lo que se busca es recuperar materiales.

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En el caso del segundo proceso previsto, el de la gasificación mediante tratamiento térmico del material de rechazo procedente del papelote, como los plásticos, la resolución aclara que tampoco puede ser calificada como incineración «si los gases resultantes son purificados en tal medida que dejen de ser residuos antes de su incineración y que puedan causar emisiones no superiores a las resultantes de la quema de gas natural».

La instalación tratará más de 120.000 toneladas de desechos papeleros que hoy se llevan a Valladolid, León y Zaragoza

En ambos casos, Medio Ambiente subraya que, en todo caso, se aplicarán «todos los condicionantes de la normativa sectorial que corresponda, incluida la existente en materia de residuos».

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Sorpresa ante el rechazo

Cuestiones técnicas y legales aparte, en Medio Ambiente ha sorprendido la contestación social generada en Bergara ante este proyecto. Fuentes del departamento defienden que se trata de una instalación que «impulsará la economía circular», al recuperar material útil para la industria a partir de desechos que «en la actualidad se están trasladando a Valladolid, León y Pina de Ebro (Zaragoza)». La planta, que trataría entre 120.000 y 130.000 toneladas de residuos papeleros, procedentes principalmente de Papresa (Errenteria) y Lucart (Zalla) permitiría recuperar «entre 30.000 y 40.000 toneladas de material calcáreo que, de otro modo, se sacará de canteras».

Expertos recuerdan por otra parte que en Euskadi existen desde hace años empresas que en su actividad ordinaria recurren a procesos de quemado de materiales, como las acerías y fundiciones, y a gasificaciones, como «una cuarentena de empresas químicas». Lamentan en este sentido la «demonización» que una parte de la población aplica a todo lo que tenga que ver con el tratamiento de residuos, cuando se trata precisamente de uno de los retos medioambientales si se busca acabar con los vertederos.

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