Gipuzkoa redefine el modelo de acogida a menores con el primer centro para conflictos familiares

El nuevo recurso, «donde desde una alta exigencia e intensidad se trabajará con toda la unidad familiar», tendrá alrededor de diez plazas e irá dirigido a los menores que, tras vivir un conflicto familiar, no puedan seguir residiendo en sus hogares, al menos, durante un tiempo. Se prevé que la mayoría de quienes necesiten este servicio sean adolescentes. El objetivo es que en este centro «específico» los profesionales ayuden tanto a los menores como a sus familiares a solucionar los problemas que les han llevado a esa situación de malestar. Esto «exige la redefinición del centro de acogida de urgencia actual», donde ahora mismo se dirige a estos niños y adolescentes, «así como el redimensionamiento de la acogida a menores migrantes no acompañados que llegan al territorio de manera creciente». Fuentes del Departamento aseguran que se prevé que el año que viene esté ya en funcionamiento pese a ser todavía un proyecto en el que están trabajando.

El documento también recoge la puesta en marcha de «un servicio de atención diurna con apoyos y cuidados integrados a personas menores de edad que padecen o pueden padecer enfermedad mental y presentan comportamientos disruptivos, muchas veces en combinación con adicciones», por lo que «precisan de una atención complementaria a la de la red de centros residenciales».

Así, la partida para la atención a la infancia y adolescencia supone más del 11% del total del presupuesto del departamento de Cuidados y Políticas Sociales, el más alto hasta la fecha y donde destacan los 134,8 millones para la atención a personas mayores, con el foco puesto en la «creación de nuevas plazas para reducir el tiempo de espera existente», que en octubre era de 718 personas en las residencias de mayores –497 mujeres y 221 hombres–. Se espera asimismo que «2024 sea el año de inicio de la construcción de tres nuevos centros», como son «el centro de referencia Adinberri en Pasaia, el nuevo centro residencial de Irun en Arbes y una residencia en Elgoibar». Se destinarán además 88 millones a las prestaciones económicas directas.

En la protección a la mujer víctima de violencia machista y la inclusión social, con un presupuesto de 41 millones, se reforzará el modelo común de atención, así como la activación de «un servicio especializado en un centro de atención de apoyos y cuidados integrados a personas con situaciones complejas que requieren de cuidados de corta, media o larga duración» y de tres centros de crisis abiertos todo el día. Se destinarán también 70,8 millones de euros a la atención a personas con discapacidad.