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Que la sociedad guipuzcoana está cada vez más envejecida es una realidad innegable, que trae consigo grandes cambios, tanto sociológicos como demográficos. Entre ellos, la ... necesidad de aumentar algunos servicios para los más mayores, como la ayuda domiciliaria (SAD), que en Gipuzkoa deberá incrementar su funcionamiento en 400.000 horas en un lustro para cubrir la creciente demanda. La esperanza de vida va a seguir al alza en el territorio, hasta llegar a los 88,3 años para las mujeres y los 83,4 años para los hombres en 2030. Pero no solo eso. En plena crisis de la natalidad, las previsiones dicen que va a haber un cambio de tendencia y el índice de fecundidad se sitúa en 1,47 hijos por persona en un lustro, frente al 1,28 de la actualidad. Esto, sumado a la persistencia de saldos migratorios positivos, deja como resultado un aumento de la población de un 2,5% en Gipuzkoa en los próximos cinco años, hasta llegar a los 737.800 habitantes, según los cálculos recogidos en el mapa de servicios sociales de Gipuzkoa 2024-2030.
En este contexto, las brechas en algunos servicios y prestaciones económicas para la dependencia son «notables», advierte este mismo documento, que alerta de la necesidad de incrementar el volumen de atención del servicio del SAD hasta llegar a los 1,6 millones de horas -frente a los 1,2 de ahora-, aumentar el número de ayudas para contratar un asistente profesional, así como para el cuidado familiar y el número de plazas en residencias de mayores.
Aunque la situación de partida «sea más bien favorable, el importante crecimiento que se proyecta para la población de 65 y más años propiciará un incremento en el número de plazas, horas de atención y prestaciones necesarias para alcanzar los planteamientos de cobertura para 2030», se lee en el informe, al que ha tenido acceso este periódico. El servicio de ayuda domiciliaria, que suele gestionarse a través de los diferentes ayuntamientos, es el que «mayor brecha» presenta. Si en estos momentos, en el conjunto del territorio, este programa presta asistencia en torno a 1,2 millones de horas, el objetivo es que para 2030 aumente y alcance los 1,6 millones de horas. La capacidad actual de este programa equivale al 76% de lo que se necesitará en cinco años, lo que significa que existe un déficit de 397.468 horas.
En 2023, último año al que hace referencia el estudio, solamente cinco de las trece áreas de Gipuzkoa determinadas por la Diputación contaban con un nivel de cobertura equivalente o superior a la propuesta de 2030. Por ejemplo, Bergaraldea es la zona que menos necesita aumentar sus horas, apenas 491. Le sigue Tolosaldea, con 702. Donostia deberá incrementarlas en 70.065 y Bidasoa, la comarca que más déficit tiene, 105.015.
Además del SAD, las ayudas a la dependencia es otro de los servicios que necesita un impulso de cara al futuro próximo. En concreto, las prestaciones para el cuidado en el entorno familiar (PECE) y las prestaciones para el contrato de un asistente personal (PEAP). Ahora, algo más de 6.000 personas se benefician del cheque para contratar a un cuidador profesional, y unas 8.500 de la paga para el cuidado en el entorno familiar. La idea es que el número de usuarios llegue a los 7.751 y 9.258 en 2030 en Gipuzkoa, respectivamente. Con la excepción de Donostia y Bidasoa, todas las demás áreas prácticamente igualan o superan la cobertura de referencia en cuanto a las PECE. En cambio, para las PEAP esta situación se da solamente en cinco zonas y el resto (Tolosaldea, Bidasoa, Buruntzaldea, Oarsoaldea, Donostia, Urola Kosta, Leintz Ibarra, Deba y Bergaraldea) necesitan crear más plazas. Aunque todavía queda mucho que hacer, hace tiempo que el Departamento de Cuidados y Políticas Sociales trabaja para impulsar el cuidado profesionalizado en el hogar a través de las ayudas PEAP.
También será preciso un aumento de poco más de 800 plazas en las residencias de mayores, así como de 315 en los centros de día. Ni Iraurgi, ni Buruntzaldea, ni Alto Urola, ni Alto Oria, ni Oarsoaldea, ni Leintz Ibarra, ni Bidasoaldea, ni Deba Costa ni Deba Medio exhiben los niveles necesarios para cumplir con las propuestas de cobertura de 2030. Así, la mayor ampliación en términos absolutos se proyecta en Buruntzaldea, con 146 plazas adicionales, Bidasoaldea y Oarsoaldea, con 143 plazas más en cada zona.
Por su parte, las áreas que presentan un valor más alto en el indicador de lista de espera en las residencias de mayores respecto al número de plazas son Urola Kosta (26,6%), Bergaraldea (23,2%), Oarsoaldea (22,5%) y Alto Urola (21,4%). En comparación con los centros de día, las diferencias territoriales observadas en cuanto al volumen de demora para este servicio son menos marcadas. Las áreas con una lista más baja son Iraurgi (9,8%), Deba Erdia (12,1%) y Leintz Ibarra (12,2%).
Otro de los ámbitos que analiza el mapa de servicios sociales de Gipuzkoa 2024-2030 es el que tiene que ver con la discapacidad. Si para los servicios y prestaciones económicas para dependientes la dotación de recursos adicionales proyectada para dentro de un lustro se atribuye principalmente al crecimiento demográfico previsto para la población destinataria, para los orientados a la discapacidad esta no será un factor determinante. En este caso, la necesidad de más plazas tiene su raíz en una situación de partida «relativamente desfavorable» en términos de cobertura. Por ejemplo, el déficit en los centros de día para personas con discapacidad es de 104 plazas.
Zarautz se sitúa entre las veinte localidades que más gasto social tiene de todo el Estado. En concreto, este municipio guipuzcoano ocupa el decimosexto puesto, con una inversión en servicios sociales y promoción social de algo más de 5 millones de euros en 2023. Por persona, destina 217,45 euros a los servicios sociales, según el avance del informe 'Inversión servicios sociales ayuntamientos >20.000 habitantes' de la asociación de directoras y gerentes de servicios sociales de España.
Zarautz es el único municipio guipuzcoano que se encuentra en este ranking, y el primero vasco. En el puesto diecinueve está Bilbao, con 72,7 millones en inversión social y 207,36 por persona.
En el conjunto del Estado, solo 21 ayuntamientos, entre ellos Zarautz y Bilbao, alcanzan los niveles de 'excelencia social' fijados en el estudio, por realizar, entre otros criterios, una inversión superior a los 200 euros por habitante en servicios sociales. El primero de la lista es Baza (Andalucía), seguido de Alcalá Real (Andalucía) y Morón de la Frontera (Andalucía).
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