Tráfico normal en el paseo fronterizo de Biriatou
El incendio ha arrasado ya unas 7.400 hectáreas en la Gironda y podría causar nuevas afecciones en las autopistas AP-8 y A-63
La situación en la muga en Irun es de normalidad este viernes y no se dan incidencias en la autopista AP-8 despues de que ... el incendio que mantiene en vilo a la región francesa de Gironda obligara ayer a a realizar cortes intermitentes del paso fronterizo de Biriatu para vehículos pesados. El cierre de la muga durante la tarde del miércoles y la mañana del jueves generó retenciones de varios kilómetros y provocó el enfado de los camioneros.
Según ha informado el Departamento vasco de Seguridad, hoy viernes no se dan «incidencias» que afecten a la circulación en la frontera y el tráfico se encuentra totalmente abierto.
La muga, una trampa para los conductores
Igual que hizo entre las 15.00 y las 21.30 horas del miércoles, el Gobierno francés volvió a clausurar este jueves la muga de Biriatu durante cinco horas para vehículos de más de 7,5 toneladas debido a la incidencia de las llamas, originadas entre Hostens y Saint-Magne, a 216 kilómetros de la frontera. La medida trataba de evitar un embudo en la autopista francesa A-63, que fue cortada en ambos sentidos para todo tipo de vehículos entre Burdeos y la salida 9, la de Saint Geours de Maremne, justo después de la salida 8 que emplean muchos guipuzcoanos para dirigirse a destinos de ocio y descanso como Hossegor o Capbreton. Las llamas, sin embargo, no han llegado a estos límites. Desde la concurrida Vieux-Boucau-les-Bains, todo lo más se llegó a apreciar «algo de humo» en la lejanía, según un irundarra.
La muga entre la A-63 y la AP-8, que había sido abierta para camiones durante la madrugada de este jueves, volvió a cerrarse entre las 7.00 y minutos antes de las 12.00, debido al cierre total de la A-63. A la una de la tarde, Francia permitió de nuevo el tráfico ligero por la A-63 entre Baiona y la salida de Liposthey (n°17), y la Ertzaintza comunicó la reapertura de la frontera, pese a que la A-63 siguió clausurada entre la salida 17 y el cruce A63/A660.
Durante toda la mañana, muchos transportistas permanecieorn bloqueados en Biriatu. El área de descanso de Oiartzun, así como el parking de Astigarraga-Oiartzun, se llenaron de camiones. Algunos incluso habían pasado la noche al optar por pernoctar ante la probabilidad de que la autopista se colapsara.
El cierre de la muga para camiones fue una trampa para cientos de turismos y furgonetas, que se vieron atrapados en un atasco monumental, a pesar de los esfuerzos de la Ertzaintza por mantener abierto un carril para cruzar a Iparralde. También se restringió la A-1 en San Millán con el fin de evitar que se acumularan los camiones en Irun.
El cierre de la A-63 gala provocó retenciones en la muga todo el día, y llegaron a ser de hasta 7 kilómetros
Según informó la dirección de Tráfico del Gobierno Vasco, las retenciones a media mañana llegaron a ser de hasta 7 kilómetros. A primera hora de la tarde, la afección se había reducido a la mitad pero los problemas circulatorios se mantuvieron durante la tarde.
El Departamento vasco de Seguridad y la Subdelegación de Gobierno en Euskadi advirtieron de que este viernes se podrían adoptar más nuevas limitaciones en la muga, en función de la evolución del fuego. También lo confirmaron a este periódico desde la autopista gala.
Terreno seco y temperaturas altas
Por el momento, el incendio de las Landas no tiene un buen pronóstico a corto plazo. Así lo avisó la Prefectura de Nueva Aquitania y Gironda (el equivalente a una Subdelegación de Gobierno). «Las condiciones son especialmente difíciles», reconocen las autoridades, que prácticamente no han visto la lluvia en un mes. Las altas temperaturas de hasta 40 grados de los últimos días, la sequedad del aire, así como los meses de sequía que han resecado la vegetación, no son sino leña para la caldera que impulsa el incendio. Según los bomberos galos, las llamas avanzaron este jueves algo más lentamente que la víspera. El riesgo de un reavivamiento es máximo. Según comunicó la Prefectura de la región, este viernes y sábado se espera que el mercurio alcance los 40 grados, lo que genera «un severo riesgo de que se avive el fuego».
Aunque por el momento el incendio de Gironda se concentra en una zona que ya fue pasto de las llamas hace apenas dos semanas, cuando ardieron alrededor de 12.000 hectáreas de bosque, el vecino departamento de Pirineos Atlánticos también se protege ante el «elevado» peligro de incendio en el monte Larrun, que este jueves y viernes ha cerrado su acceso a pie, siendo el tren cremallera la única opción de acceso.
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