El acusado, durante el juicio celebrado ayer. Usoz

La Fiscalía reduce de 24 a 13 años y medio la pena para el acusado del crimen de Elgoibar

Aplica las atenuantes de intoxicación etílica y de reparación del daño

Aiende S. Jiménez

San Sebastián

Viernes, 4 de junio 2021, 12:45

Tras los cinco días de juicio por el crimen de Elgoibar, en el que falleció acuchillado Pablo Acuña y resultó herida su pareja también por ... arma blanca, el fiscal ha decidido rebajar la pena de prisión que pedía inicialmente para el acusado. Así, la reduce de 24 a 13 años y medio, tras aplicar dos atenuantes por intoxicación etílica y reparación del daño.

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La Fiscalía califica la muerte de Pablo Acuña de asesinato, por el que pedía 20 años para E.M., una condena que ha rebajado a 12 años. Respecto a las lesiones sobre Jaqueline Vargas, considera que fue víctima de un delito de lesiones agravadas, por el que pedía 4 años de prisión que ha rebajado a 1 años y 6 meses.

En cuanto a las indemnizaciones solicitadas, el fiscal también las ha rebajado. Así, pide 60.000 euros para los tres hijos del fallecido, 34.000 para cada uno de los padres, 9.000 euros para cuatro de sus hermanos y 3.000 para otros dos. Para la mujer que resultó herida solicita 5.230 por los daños y secuelas provocadas.

En su alegato final el fiscal Tomás Calvete ha insistido en que mantiene la acusación por asesinato porque a su juicio ha quedado acreditado que concurre la alevosía. Asimismo a señalado que el acusado realizó un seguimiento a Pablo y Jaqueline por las calles de Elgoibar de 8 minutos, y que cuando estos llegaron al portal de la mujer «sorpresivamente y a traición, les agrede». Primero a Jaqueline, por la espalda, aunque para el fiscal «no tuvo intención de matarla, porque si hubiese querido lo habría hecho, como hizo con Pablo». «Las cuchilladas que recibió ella son mínimas, y ese dato es el que pone de manifiesto me no hubo ánimo de matar», ha dicho, por eso mantiene el delito de lesiones agravadas.

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Ánimo de matar

El Ministerio Público sostiene que tras esa agresión Pablo, al percatarse de que no tenía opción de defenderse, salió corriendo. «El encausado sale tras él y le da alcance a 40 metros del portal donde es agredida Jaqueline, y ahí le da una primera cuchillada en la espalda. Le clava el cuchillo 5 centímetros, por lo que ya hay ánimo de matar, y después Pablo se gira y de frente le da otra cuchillada que le secciona la vena aorta», ha concluido.

Respecto a las atenuantes, ha explicado que en el caso de la embriaguez los análisis realizados al acusado se realizaron a las 16.30 horas de la tarde, cuando habían transcurrido horas del ataque, y que los forenses explicaron que tenía una afectación leve de sus capacidades, por lo que considera que concurre. Respecto a la atenuante de reparación del daño, ha explicado al jurado que un día antes del comienzo del juicio el acusado ingresó 5.000 euros en concepto de indemnización, 4.500 para la familia de Pablo Acuña y 500 para Jaqueline Vargas. «Es una cantidad mínima», ha dicho, «pero hay que tener en cuenta lo que le ha costado reunir esos 5.000 euros al acusado, que está en situación irregular y sus familiares, que acudieron a prestamistas».

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El abogado de la acusación particular que ejercen las hermanas de Pablo, Javier Martín, por su parte, ha mantenido la petición de 20 años de prisión por asesinato. Ha explicado que a su juicio el acusado “tuvo un propósito claro”, y ha descartado que el ataque se produjera fruto de una pelea. “Eso ha quedado descartado”, ha dicho. Respecto a las atenuantes, ha señalado que no está de acuerdo con que se le apliquen. En concreto, sobre la reparación del daño, ha señalado que “está fuera de lugar aplicarla por 4.500 euros tras matar a una persona de 36 años con tres hijos”.

El representante legal de Jaqueline Vargas, Juan Manuel Loidi, ha insistido en que el ataque a esta supuso un intento de asesinato. “El acusado pretendió matarla y si no lo hizo fue porque la cazadora que llevaba Jaqueline, que era de cuero con borrego, impidió que el cuchillo penetrara, y por otro lado porque se metió en el portal”, ha dicho al jurado. En este sentido ha señalado que “la intención del ataque era homicida, para acabar con la vida de Jaqueline, a la que pilló totalmente desprevenida, de espaldas”. Por último, ha señalado que la primera herida que sufrió Jaqueline “es la misma que recibió Pablo, y si hubiese penetrado más hubiese afectado a los mismos órganos que a Pablo”.

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Por último ha sido el turno del abogado de la defensa, Jon Kepa Huertas de Amilibia, que ha puesto en duda que el acusado persiguiera a las víctimas durante 8 minutos, como defienden de las acusaciones. Sobre el primer ataque sobre Jaqueline, ha señalado que “asumimos la pena que pide el fiscal por lesiones agravadas, pero no hubo un intento de asesinato”, porque “nadie ha visto su chaqueta” y porque “si hubiese habido intención de matarla las cuchilladas hubiesen sido en otras zonas o se hubiese insistido en el ataque”.

Sobre la muerte de Pablo Acuña, el letrado ha insistido en el homicidio, ya que descarta la alevosía, al entender que las cuchilladas se produjeron como fruto de una pelea. “Mi representado tenía un abultamiento en el nudillo de la mano derecha, y la autopsia de Pablo reveló lesiones en el párpado y en la nariz”, generadas a su juicio por esa pelea entre ambos.

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Respecto a las atenuantes a aplicar, ha señalado que en el caso de la reparación del daño hay que tener en cuenta “si el esfuerzo económico realizado por mi cliente es suficiente, y creemos que sí, ya que su condición económica es paupérrima”. En lo que se refiere a la embriaguez, ha referido que la prueba de tóxicos al acusado se realiza a las 16.30 horas de aquel día, arrojando una tasa de 0,10 gramos por litro en sangre. “Es presumible que a las 5.40, cuando se produjo la agresión, esa tasa fuese mayor”. Y ha añadido que muestras del estado de embriaguez del acusado son por un lado “que se echó al monte, sin camiseta” y por otro “que dejó su cazadora con las llaves de su casa tirada en un banco”.

En último lugar ha tomado la palabra el acusado, que ha reiterado su “perdón a la familia de Pablo, desde lo más profundo de mi corazón. Estoy muy arrepentido de todo lo que pasó. También quiero pedir perdón a Jaqueline, a todos los que he causado daño”.

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