Más de 100 millones para renovar 19 estaciones de Cercanías en Gipuzkoa
El Estado, a través de Adif, proyecta mejoras en accesibilidad, comodidad y seguridad en la red de apeaderos de cara a la «normalización del servicio a finales de 2026»
La alta velocidad no lo es todo en el transporte ferroviario. De hecho, son muchos más los usuarios de tren que utilizan el ferrocarril convencional, ... especialmente el de Cercanías, que el AVE. El año pasado se contabilizaron en España 560 millones de viajes en Cercanías por 40 millones en alta velocidad. Catorce veces más.
Por ello tampoco el Tren de Alta Velocidad lo es todo en los planes. En Gipuzkoa, además de las obras que permitirán que el TAV entre en servicio «antes de 2030» –según la última previsión–, la empresa pública estatal responsable de la construcción, mantenimiento y gestión de las infraestructuras ferroviarias, Adif, invertirá más de 100 millones de euros hasta 2029 en la modernización y/o sustitución de una veintena de estaciones y apeaderos de Cercanías. En la cifra no se incluyen los más de 150 millones que costarán las nuevas terminales adaptadas a la alta velocidad de San Sebastián (91 millones) e Irun (65), cuya construcción beneficiará también a los usuarios de los trenes de corto alcance.
El proceso de modernización de la línea de Cercanías Irun-Brinkola comprende 21 estaciones y apeaderos (19 descontando Donostia e Irun) de las 31 que jalonan sus 82 kilómetros de recorrido. Desde Ventas de Irun a Legazpi, las actuaciones buscan mejorar la accesibilidad, comodidad y seguridad de los usuarios.
¿Cómo? En seguridad, suprimiendo los pasos a nivel y cruces entre andenes por las vías y sustituyéndolos por pasos elevados o subterráneos, según el caso. En accesibilidad, permitiendo que cualquier usuario, aunque tenga dificultades de movilidad o utilice silla de ruedas, tenga fácil acceso no solo a la estación eliminando obstáculos, sino también acceso directo a los trenes. Para ello, se eleva la cota de los andenes desde 55 a 68 centímetros desde las vías, de modo que estos queden a la altura de las puertas de los vagones. Además, para permitir la operatividad de trenes en doble composición, todas las paradas tendrán un mínimo de 160 metros de andén, lo que obliga a alargarlos en varias estaciones.
Integración urbana
Para mejorar la comodidad de los usuarios, se levantarán nuevos vestíbulos donde sea necesario, y se mejorarán los servicios prestados y sistemas de iluminación, entre otras medidas. Además, siguiendo la premisa hoy reinante de evitar que las infraestructuras ferroviarias sean elementos de división de pueblos y ciudades, y que pasen a integrarse en el entramado urbano ejerciendo como puntos de conexión entre barrios, allí donde sea posible los pasos entre andenes servirán a la vez de conexión urbana y estarán abiertos a la ciudadanía general. El mejor ejemplo es el nuevo pasadizo de Atotxa en San Sebastián, que quedará integrado en el vestíbulo soterrado de la nueva estación pero es un pasaje abierto al tránsito público.
En la mayoría de los casos se tratará de actuaciones parciales en función de las carencias de cada caso, pero también se harán estaciones nuevas. Además de las de Irun y San Sebastián, se están construyendo o se van a hacer en Loiola, Martutene, Astigarraga, Legorreta y Legazpi. Aunque el cronograma señala trabajos hasta 2029, el «grueso de las actuaciones» se llevarán a cabo «entre 2026 y 2027», apuntan responsables de Adif.
Esa fecha coincide con la vuelta prevista a la normalidad del servicio de Cercanías en Gipuzkoa, una vez concluyan las obras del tercer hilo –los raíles sobre los que discurrirán los trenes de alta velocidad siguiendo el trazado convencional– entre Astigarraga e Irun. La finalización de esas obras está proyectada para «finales de 2026», subrayó ayer el secretario de Estado de Transporte y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, quien también recordó que para acelerar los trabajos este verano y el próximo volverá a cortarse totalmente la circulación de trenes durante varias semanas entre Irun y Hernani o Andoain (según las fechas).
Santano participó ayer en una visita institucional a la nueva estación de Ordizia, que cumple con varios de los elementos que caracterizan el modelo de instalación de Cercanías que construye Adif en la actualidad: nuevo vestíbulo, andenes elevados y prolongados, supresión de paso entre andenes por las vías, creación de un paso subterráneo abierto al público, ascensor de acceso...
«Ordizia puede parecer una estación pequeña, pero estamos aquí porque resume lo que van a ser las estaciones del futuro: seguras, cómodas y accesibles», remató Santano, a quien acompañaron, entre otros, el presidente de Adif, Pedro Marco; la consejera de Movilidad Sostenible del Gobierno Vasco, Susana García Chueca; los diputados guipuzcoanos de Sostenibilidad (José Ignacio Asensio), Movilidad (Azahara Domínguez) e Infraestructuras Viarias (Felix Urkola), y el alcalde de Ordizia, Adur Ezenarro.
Este último aplaudió que con la nueva estación «más cómoda, accesible y segura, gana no solo Ordizia, sino toda la comarca, que tiene más fácil dejar el coche aparcado y usar el tren».
En la nueva infraestructura se han invertido 5 millones de euros, de los que el Estado ha aportado el 93% a través de Adif, y el Ayuntamiento el 7% restante al ser el pasadizo y el ascensor parte del entramado urbano.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.