Un barrendero trabaja en las calles de San Sebastián ayer tarde, bajo el calor. F. De la Hera

Empresas e instituciones de Gipuzkoa adaptan el horario de los trabajadores por la ola de calor

La construcción adelanta el inicio de su actividad para combatir el sofoco y la Diputación paraliza alguna labor de asfaltado y rehabilitación

Imanol Lizasoáin

San Sebastián

Miércoles, 13 de agosto 2025, 00:05

La ola de calor que azota buena parte de Gipuzkoa, y que continuará en los próximos días pese al ligero alivio de hoy, ha llevado ... a empresas e instituciones a adaptar y adelantar sus horarios e incluso paralizar alguna obra para salvaguardar la salud de sus empleados –la mayoría de ellos subcontratados para labores de mantenimiento urbano, limpieza, construcción o asfaltado– que trabajan al aire libre. En Zumarraga, Eibar, Tolosa y Beasain, municipios que ayer estuvieron en alerta roja según la Aemet, han reforzado protocolos en base a la legislación laboral española y vasca (Osalan-Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales) diseñada para proteger a los trabajadores frente a temperaturas extremas.

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En Andoain, por ejemplo, el Ayuntamiento ha adelantado media hora el inicio de las labores al aire libre, con el objetivo de maximizar las horas de trabajo antes de las temperaturas más elevadas del mediodía. «Cada inicio de verano impartimos una charla informativa a todos nuestros trabajadores para que conozcan las pautas de seguridad que deben seguir, y ya comienzan su jornada media hora antes para evitar exponerse a las máximas temperaturas», confirma Oihane Gamios, responsable de comunicación municipal.

Desde el servicio de prevención propio de la Diputación de Gipuzkoa sostienen que «realizan evaluaciones de riesgos de todos los puestos de trabajo», incorporando entre los factores analizados la posible exposición a «condiciones climatológicas extremas», sobre todo en trabajos a la intemperie (personal de guarderío forestal, cuadrillas de conservación de carreteras o técnicos y técnicas del área agrícola, entre otros).

En función de la evaluación, cada departamento adopta las medidas oportunas, que van desde la «modificación de horarios, a la reprogramación de tareas, pasando por el aplazamiento de proyectos o cualquier otra actuación necesaria». De hecho, estos días se ha paralizado un asfaltado en una carretera guipuzcoana.

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Fuentes del ente foral apuntan que estos días los técnicos del departamento de Infraestructuras Viarias que trabajan en el mantenimiento de las carreteras guipuzcoanas, «han centrado sus trabajos en carreteras que se encuentran mayormente en zonas sombrías y han terminado sus tareas a la una de la tarde para luego retirarse a las base a realizar tareas de mantenimiento».

Construcción

En este sector hay obreros que ya utilizan pulseras de temperatura que emiten una alarma cuando el calor es extremo

Asimismo, la Diputación también corrobora que en diferentes obras que se llevan a cabo en carreteras de Azkoitia y Urretxu se ha adelantado el comienzo de la jornada a las 07 de la mañana «para terminar antes y evitar las horas de mayor temperatura del día». Las medidas principales a las que se acogen empresas e instituciones son el Real Decreto-ley 4/2023 y el Real Decreto 486/1997, que establecen la obligación de adaptar la jornada laboral y los puestos de trabajo ante episodios de calor extremo, siendo incluso posible prohibir la actividad al aire libre cuando no se puedan garantizar condiciones seguras. La emisión de alertas de nivel naranja o rojo por calor extremo por parte de Aemet es el desencadenante principal para la aplicación de medidas restrictivas tales como la prohibición de trabajar al aire libre con calor extremo; la adaptación de la jornada laboral y condiciones de trabajo, o el derecho a interrumpir la actividad laboral si existe un riesgo grave e inminente para su salud debido al calor.

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Temperatura corporal

El sector de la construcción es uno de los que más sufre los embates del 'tsunami' de calor. En Gipuzkoa, fuentes del sector consultadas por este periódico afirman que ya está recurriendo a nuevas herramientas y cambios organizativos para proteger a sus trabajadores de las altas temperaturas. Algunas empresas han implantado pulseras que miden la temperatura corporal y, si se detecta riesgo, obligan a interrumpir de inmediato la actividad. Además, se generaliza el adelanto de horarios y la implantación de jornadas continuas para evitar trabajar en las horas más críticas del día.

«En nuestras obras más expuesta los trabajadores llevan pulseras de temperatura. Cuando salta la alarma, el operario debe abandonar el puesto, hidratarse y resguardarse en sombra», explican desde una empresa del sector. Otra medida que se extiende es el cambio de horarios para evitar las horas de más calor. «En muchas obras empezamos antes y hacemos jornada continua».

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Aunque la normativa estatal y las indicaciones de Osalan prevén que, en caso de alerta naranja o roja, se prohiban los trabajos expuestos si no se pueden adaptar los horarios, las paralizaciones totales no son habituales, pero sí ocasionales. «Hace unos días se tuvo que detener una subcontrata de montaje de andamios a la una del mediodía. Al principio protestaron, pero luego reconocieron que fue lo más sensato».

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