La historia de la villa está ligada a su hostelería

Errenteria es historia de Gipuzkoa. Por muchas razones. Una de ellas es por su aportación en el sector hostelero. De día y de noche la villa ha tenido siempre un ambiente especial. En la localidad guipuzcoana hay espacio para los pintxos, las raciones, los menús e, incluso, las sidrerías. Sí, sí, en Errenteria también hay sidrerías. Ahí están Egi-Luze y Donosti para ofrecer txuletas de primera y sidra para acompañar los platos. La variedad es una de las claves del éxito de su gastronomía. Locales como Gaztelu, Ximiko, Gamón 14 o Xibero ponen a prueba el paladar de los vecinos y los visitantes. Pero hay mucho más. Los aperitivos en Errenteria son imprescindibles y la ruta pasa por la calle Viteri y la Alameda, entre otros puntos de la localidad. Bares como Benito, Desira, Kerala Bar, Leku Zaharra, Xera Gastroteka o Maite dibujan un abanico de opciones y propuestas muy completas. Y por la noche, los monólogos del Limerick y la música del Zuzen dan vida a los más animados.