El donostiarra que iba a ser desahuciado mañana encuentra una alternativa para residir
Pedro, «pensionista vulnerable» de 76 años, deja su vivienda de Sancho el Sabio al encontrar una solución
Pedro, donostiarra de 76 años, «pensionista vulnerable», que iba a ser desahuciado mañana «ya tiene una salida habitacional». En un breve comunicado, la plataforma Stop Desahucios Gipuzkoa ha anunciado que «desalojará su vivienda de Sancho el Sabio» al encontrar un sitio donde poder vivir. Pedro y su hija agradecen «el apoyo y solidaridad» recibidos tantos por la asociación como por otras plataformas sociales, y «y en especial de la corporación donostiarra».
El pasado viernes, la donostiarra Beti Busca junto con el apoyo de la plataforma Stop Desahucios Gipuzkoa, Alkairu Beata Berri e Inquilinos de Azora pedían la suspensión del desalojo de su aita que tenía puesta fecha para mañana, 9 de junio. «Ha vivido toda la vida en un piso de Sancho el Sabio 35, hasta que ahora se le ha puesto una ejecución de desahucio. Hemos estado luchando, pero ya se ha puesto una fecha de lanzamiento desechando su vulnerabilidad acreditada por los servicios sociales», se lamentaba Beti mientras conteniendo sus lágrimas.
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Una semana después, la suspensión no se ha producido pero su aita cuenta con una salida habitacional. La semana pasada, en la rueda de prensa, la portavoz de Stop Desahucios Gipuzkoa, Rosa García, contaba que el «drama» de Pedro comenzó «cuando la empresa propietaria del edificio y demandante 'Riberas de Urumea S.L' solicitó al Ayuntamiento de San Sebastián licencia para construir 57 viviendas de alto standing, no notificándoselo a Pedro e intentando realizar el proyecto de reformas estando Pedro en la vivienda». Y advertía de que «con la nueva ley de vivienda estatal, siempre que Gipuzkoa y Euskadi sean declarados zonas tensionadas por los grandes alquileres, se permite que en estos casos con contratos de alquiler cuando el arrendador es un fondo buitre o un gran tenedor, se puedan prorrogar los contratos finalizados hasta tres años». Sin embargo, el afectado, decía entonces, «ha venido sufriendo presiones del arrendador de todo tipo, incluso le quitan la calefacción y agua caliente durante más de tres años», denunciaban desde la plataforma.
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