Las afecciones de la caída de los sistemas de Microsoft en Gipuzkoa: del vuelo cancelado a ordenadores que no arrancan

La caída informática mundial por la actualización defectuosa de un sistema de Windows ha provocado incomodidades y problemas en todo aquello que conllevaba mediar con un ordenador, que hoy en día es prácticamente en todas las tareas. El viernes ha comenzado a arrancar a primera hora de la mañana, pero los que trabajaban por la noche ya han sufrido los efectos del fallo del antivirus de Windows.

En la última hora del turno de noche de la UCI los ordenadores no arrancaban y tuvieron que apuntar las novedades de los tratamientos y estados de los pacientes a mano, a la vieja usanza. Echar mano del lápiz o del bolígrafo fue el recurso más habitual para salir del paso, como en Tolosa, donde en el centro de salud a Ana Isabel el médico de cabecera le entregaba la receta médica de su tratamiento trimestral a mano: «Me han comunicado que no podían introducir los datos en el registro para la tarjeta sanitaria, y que me iba a entregar la receta en papel para poder entregarlo en la farmacia. En los pasillos he escuchado a un médico decir que no podían consultar los resultados de los análisis y que los datos se iban a apuntar en papel». Sin embargo, la técnica tradicional no ha servido para cubrir todas las necesidades.

La mayoría de las afecciones de la ciudadanía han llegado a la hora de acudir a la administración pública, el caso de Osakidetza. En el Ambulatorio de la calle Toribio Etxeberria de Eibar había sensación de colapso y desazón porque no se podía trabajar recogiendo citas o consultando información, y tampoco se podía acceder al historial clínico. «Algunos ordenadores funcionan y otros no. Esto es un horror. Trabajamos como la época primitiva del Cuaternario anterior a la era de los ordenadores, nuestra dependencia de las tecnologías es total», señalaba una administrativa del Centro de Salud de Eibar.

En las oficinas de Correos transmitían resignados que «no podemos hacer nada. No podemos hacer envíos y las entregas van muy lentas. Lo demás, nada. No podemos hacer envíos de dinero ni nada. Únicamente atendemos a la clientela para la recogida de paquetes y entrega de cartas».

En las empresas el panorama era parecido. Ana, en una oficina de Bidasoa, se vio obligada a usar los datos móviles de su teléfono para completar el poco trabajo que podía sacar adelante. «En mi oficina estamos de momento con el internet del móvil y solo nos funciona el correo, estamos a la espera porque no podemos dar servicio a los clientes de momento, ni hacer operaciones ni nada». Imanol, en Donostia, tampoco ha podido avanzar nada en las peticiones que tenía que hacer a su contable por la caída del sistema informático, mientras que Urko, en Usurbil, se congratulaba porque sí podía trabajar desde primera hora: «Yo tengo Mac», por lo que no dependía de Microsoft.

A pesar de la alegría de Óscar Puente por destacar que la afección de Microsoft «solo ha generado unos retrasos», en el aeropuerto de San Sebastián el vuelo que debía haber llegado de Barcelona a las 13.00 fue cancelado por los retrasos que esa aeronave estaba acumulando en su trayecto entre Florencia y el aeropuerto de El Prat.

La banca también ha tenido sus complicaciones. En Laboral Kutxa han tenido problemas a primera hora con algunos sistemas, mientras que Kutxabank ha recuperado la normalidad sobre las 10.00 horas. Lo último en recuperarse ha sido la Banca Online y el servicio de pago por Bizum.

De todos modos, la Secretaría General de la Autoridad Vasca de Protección de Datos ha transmitido que «según el comunicado de Microsoft y Crowdstrike se ha tratado de un fallo estrictamente tecnológico de origen interno y no intencionado, por lo que »no se ha producido un acceso de terceros a los datos personales de la ciudadanía vasca«.

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