La Diputación de Gipuzkoa descarta instalar botones del pánico en los pisos tutelados
Bizkaia ha puesto en marcha estos sistemas de alarma, conectados con el 112, en una decena de hogares tras la agresión que una educadora sufrió en Bilbao el pasado julio
Aitor Ansa y Ainhoa de las Heras
San Sebastián
Martes, 21 de octubre 2025, 02:00
La Diputación Foral de Gipuzkoa no contempla instalar el llamado botón del pánico en sus pisos tutelados como sí ha hecho Bizkaia en una decena ... de hogares tras el apuñalamiento que sufrió una educadora social en el cuello por parte de un menor de 16 años hace tres meses en Bilbao. La mujer fue trasladada de urgencia por una ambulancia al hospital de Basurto, donde requirió de una intervención de cirugía plástica y la aplicación de «16 puntos» para cerrar la herida. El presunto autor de los hechos fue detenido tras la agresión por agentes de la Ertzaintza y, posteriormente, derivado por orden judicial al centro de internamiento de menores de Zumarraga.
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El sistema de alarma, en funcionamiento desde el mes pasado en diez hogares gestionados por la Diputación vizcaína, permite a los profesionales que controlan el servicio conectarse directamente con el centro coordinador 112, que a su vez moviliza a la Policía vasca o a otros servicios, cuando temen que van a ser víctima de una agresión inminente. Similares a la teleasistencia domiciliaria para mayores, son aparatos con un pulsador que se colocan en un despacho de la vivienda sin acceso para los menores.
Una medida de seguridad con la que no cuentan actualmente los recursos gestionados por el Gobierno foral guipuzcoano y «en un inicio, de momento, no se prevé» su instalación, apuntan a este periódico fuentes del Departamento de Cuidados y Políticas Sociales.
Tras la grave agresión a una educadora veterana, los sindicatos con representación en el comité de empresa del Instituto Foral de Asistencia Social (IFAS) de la institución foral reclamaron «medidas urgentes». «La seguridad de los trabajadores no es negociable», advertían. La profesional afectada cubría el turno de noche, uno de los momentos en los que se encuentran más vulnerables, en un piso tutelado en el barrio bilbaíno de Txurdinaga y estaba al cuidado de una decena de niños y adolescentes en situación de desamparo.
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El ataque se produjo a medianoche del pasado 10 de julio. El menor atacó a la educadora social con un cúter en la cara y en el cuello, según se publicó entonces. Uno de los menores salió en su defensa y el resto se resguardaron en las habitaciones. Fue ella misma la que llamó por teléfono pidiendo ayuda. La mujer fue trasladada de urgencia por una ambulancia al hospital de Basurto, donde requirió de una intervención de cirugía plástica. Los sanitarios le habían tenido que aplicar «16 puntos» para cerrar la herida. También presentaba un corte de un tendón en una mano, probablemente de defensa, según explicaron sus compañeros.
Falta de seguridad
Apenas un mes después, el 17 de agosto, una madre de una menor tutelada agredió a dos educadoras en un hogar de la red básica de acogimiento residencial del IFAS en Santurtzi. La mujer, que llevaba tiempo amenazando a las profesionales, dio una paliza a una y también golpeó a la otra que había salido en su defensa. La escena provocó ataques de pánico entre los cinco menores que la presenciaron.
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Un centenar de educadores sociales se concentraron en Bilbao exigiendo a las autoridades una mayor protección. Según denunciaron, la agresión reflejaba un «contexto de precariedad, falta de seguridad y reconocimiento hacia el colectivo de quienes trabajan en la intervención social, una profesión altamente feminizada, desvalorizada e invisibilizada».
La protesta ha servido para que se refuerce la seguridad de los 10 hogares del IFAS desplegados en Bizkaia, como en el que se produjo el ataque, con un sistema de alarma conectado con los servicios de emergencia para reaccionar ante cualquier posible incidencia. Se trata de una herramienta muy valiosa para estos profesionales, especialmente en el turno de noche, cuando «la normalidad es que el personal trabaje solo, bien sea educador o bien sea auxiliar educativo».
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Una medida a la que, de momento, no se van a sumar los pisos bajo la tutela de la Diputación Foral de Gipuzkoa, que actualmente no cuentan con este tipo de sistemas de alarma y que «de momento, no se prevé» su instalación, tal y como apuntan fuentes del departamento que encabeza Maite Peña.
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