Detenidos dos ciudadanos indios en Biriatou con trece migrantes irregulares

Según informa Sud Ouest, los migrantes irregulares eran de nacionalidad india y paquistaní y, junto a los dos arrestados, habían partido de Portugal. Su intención eran llegar a un país del norte de Europa. Los dos detenidos, de 28 y 31 años, han sido puestos a disposición judicial en Baiona acusados de un delito de tráfico ilegal de migrantes.

Se da la circunstancia de que ambos han declarado que son adictos a la heroína y han pedido que «les den algo» ya que estaban sufriendo una crisis de abstinencia. Han comparecido »pálidos como fantasmas y sin poder mantenerse en pie», según testigos. Uno de ellos también ha explicado que trabaja como peón agrícola en Portugal y que los 500 euros mensuales que gana no son suficientes para financiar su dosis diaria de droga. Han solicitado un aplazamiento de la vista y el juez ha decretado prisión preventiva para ambos ante el riesgo de fuga. Finalmente serán juzgados el próximo 26 de enero.

El análisis policial de los móviles incautados a los dos arrestados ha revelado que desde el pasado mes de septiembre han llevado a cabo 47 viajes entre Portugal y Francia y han pasado de forma ilegal la muga a un total de 325 personas. Les cobraban a cada migrante 300 euros, por lo que se estima que habrían obtenido unas ganancias de 97.500 euros.

En los últimos meses se han multiplicado en la muga los casos de migrantes irregulares que utilizan redes indias con base en Portugal para poder llegar a países europeos a través de la frontera de Irun. El pasado día 8 un total de once personas fueron condenadas por el tribunal de Burdeos a penas de entre tres y cinco años de cárcel por tráfico ilegal de migrantes, principalmente a través del puerto de Lizuniaga. La investigación, que se prolongó durante año y medio, había sido liderada por el grupo de investigación sobre la inmigración ilegal de la PAF (Policía de Fronteras) de Hendaia en colaboración con los cuerpos de seguridad de Portugal, España y Alemania, y permitió la desarticulación de una red que se calcula que entre junio de 2020 y octubre de 2021 facilitó el pase de entre 600 y 1.300 ilegales.

La policía de fronteras de Hendaia, tras los primeros indicios, inició la investigación en agosto de 2020, según informa Sud Ouest. Durante este tiempo se realizaron escuchas y seguimientos que permitieron interceptar nueve convoyes, ocho de ellos en Euskadi y Navarra.

Con sede en Lisboa este grupo, compuesto fundamentalmente por ciudadanos de origen pakistaní e indio, organizó una red de conductores para transportar a los migrantes en furgonetas alquiladas en dirección a París a través de la frontera española, principalmente el puerto de Lizuniaga. Una vez en la capital francesa, los migrantes ilegales tenían la posibilidad de seguir otras rutas hacia Bélgica y Alemania. Todo se organizaba mediante mensajes encriptados.

Las furgonetas viajaban en convoy de hasta cinco vehículos que podían llegar a transportar a 40 inmigrantes, cada uno de los cuales pagaba 450 euros si el viaje era desde Lisboa hasta París y 600 si se desplazaba desde la capital francesa hasta Alemania. Se calcula que esta organización facturaba en torno a unos 10.000 euros semanales y que habría recaudado entre 400.000 y 600.000 euros.

Durante la investigación fueron identificados siete conductores que explicaron que percibían 900 euros por trayecto. Algunos de ellos conducían con licencia falsa de los Emiratos Árabes que habían comprado a los dirigentes de la red.

La colaboración policial, especialmente con Portugal, ha permitido detener al jefe de la red, un pakistaní de 45 años que vivía en situación irregular en el país luso y que ha sido extraditado a Francia para ser juzgado.

A finales de noviembre, el tribunal de Baiona también condenó a cinco indopaquistaníes por tráfico ilegal de migrantes.