Fernando Valladares | Biólogo del CSIC

«A las costas del País Vasco van a llegar muy pocos pélets»

– Según la Xunta de Galicia, los análisis revelan que el pélet que se ha vertido no es tóxico. ¿Podemos estar tranquilos?

– En absoluto. La Xunta tiene un problema electoral y pretende quitarle hierro al asunto, lo que es comprensible pero no aceptable. Es correcto que los pélets están compuestos por un material inerte e inocuo que tiene un aditivo, aunque en muy baja concentración.

– ¿De qué material hablamos?

– Básicamente es polietileno, y el polietileno es la materia prima con la que se producen un montón de envases plásticos que se utilizan incluso en la alimentación. Técnicamente es cierto que la composición química de estos pélets no es peligrosa, podrían haber sido otros plásticos mucho más peligrosos.

– ¿Pero?

– Nadie come plásticos y tampoco lo hacen nuestras mascotas, ni los peces ni los moluscos. Sabemos que el plástico es un producto que no nos sienta nada bien.

– ¿Qué ocurre con los animales que se lo comen?

– Se sacian y se mueren de inanición porque no tienen sensación de hambre y no se alimentan. Hay una serie de trastornos alimenticios que en algunos casos generan enfermedades y en otros casos pueden acabar llevándoles directamente a la muerte. La cantidad de plásticos que se han observado en algunos estómagos de aves muertas y de peces que se han encontrado varados en la playa hacen pensar que murieron de acumular tanto plástico que les impedía realizar la digestión o ingerir material nutritivo.

– ¿Estos son los animales que nosotros llegaremos a comer algún día?

– Estos peces no son una gran amenaza en cuanto al consumo humano porque normalmente quitamos toda la parte digestiva y no nos la comemos, pero sí que nos comemos parte del sistema digestivo de los crustáceos y los moluscos, con lo que nos estaríamos comiendo los plásticos que han ingerido ellos.

– ¿Se conocen los efectos en el ser humano?

– En el sitio equivocado, estas partículas provocan reacciones, causan inflamaciones, irritaciones... Cuanto más entren en contacto con órganos sensibles más peligroso es y se está viendo que, en ocasiones, cuando hablamos de partículas más pequeñas, sirven de asiento para cánceres. Estamos jugando con algo que a largo plazo, lentamente, puede provocar enfermedades incluso en el ser humano.

– ¿Estos plásticos acaban desapareciendo?

– No llegan a desaparecer nunca del todo. No hay ningún microorganismo que los deshaga completamente, al menos a una escala temporal humana. Van cambiando de conformación y a medida que se vuelven más pequeños se van haciendo más peligrosos.

– ¿Es buena idea ir a la playa a retirar el pélet?

– Aquí hay que tener cuidado porque se puede hacer más daño de lo que se pueda arreglar. Como en este caso hemos tenido relativa suerte con la composición química de los pélets, removiendo la playa, rastrillando como algunos proponen, filtrando y pisoteando toda la arena, las dunas y las zonas costeras, puedes hacer mucho más daño al ecosistema que el que pueden estar haciendo estos pélets. Habrá que valorar cada ocasión y cada playa, pero en algunos casos no descartamos que casi lo mejor es que se queden donde están porque sacarlos es muy difícil. Desde luego, si se va a hacer algo habría que hacerlo ya, porque a medida que esas partículas se van disgregando, se reparten en una zona más amplia, pero ojo a estas acciones de voluntarios con buena intención. Si quieren hacer algo, harían mucho más recogiendo plásticos grandes que se pueden agarrar fácilmente con la mano.

– Se ha encontrado pélet en playas vascas. ¿Ya han comenzado a llegar o son bolas que ya estaban?

– Ya estaban ahí. Al País Vasco todavía no han empezado a llegar las de este vertido.

– ¿Llegarán?

– Llegarán en unas cantidades muy pequeñas, no creo que sea un motivo de alarma. Lo que puede ocurrir es que a la larga se vayan sumando a otros accidentes de este tipo y al final se concentre una cantidad apreciable, pero de este evento yo no me preocuparía por el impacto en el País Vasco. Se van a quedar por el camino.

– A lo que está sucediendo se le ha comparado con el 'Prestige'. ¿Es para tanto?

– Es muy difícil hacer comparaciones de cosas tan distintas. De entrada, me parece que la gravedad en el corto plazo es muy inferior. El vertido del 'Prestige' empezó a causar impactos en la biodiversidad desde el primer segundo. Lo de ahora tiene un impacto más diferido, más lento y gradual. La dinámica temporal es muy distinta, esto es más bien como una bomba de relojería, donde el daño se ve más a largo plazo.

– ¿Qué se puede hacer?

– Evitar que estas cosas ocurran, poner más seguridad en los barcos. Hay que estar más vigilantes en el proceso de transporte y asegurarse de que se transportan de manera más segura. Ha sido un accidente y todos entendemos que son cosas que pueden pasar, pero yo lanzaría una pregunta a las autoridades correspondientes. ¿Estarían igual de vigiladas unas cajas que en lugar de tener pélets de plástico tuvieran nitroglicerina o salfumán? ¿Las medidas de seguridad son las mismas? Aquí es dónde habría que incidir, estoy seguro de que se ponen pocas medidas porque se piensa que si esto se cae no pasa nada. Pues no. Si se cae, pasa.