Las residencias siguen con protocolos estrictos y aíslan a los contactos estrechos vacunados
Familiares se lamentan de lo «complicado» que es ver a sus mayores y Osakidetza ya ha retirado el confinamiento en estos casos
Las residencias de Gipuzkoa mantienen aún sus estrictos protocolos de aislamiento y confinan a todos aquellos usuarios que, pese a tener ambas dosis de la ... vacuna, son contacto estrecho. Lo hacen, según fuentes del departamento foral de Políticas Sociales, siguiendo las pautas de Epidemiología, pero a contracorriente del resto de la sociedad. Hace ya varias semanas que el departamento vasco de Salud anunció el fin de las cuarentenas para los vascos con la pauta completa que habían tenido relación con un infectado de SARS-CoV-2, independientemente de la variante con la que se había estado en contacto. No obstante, mientras miles de personas que han compartido un momento con un positivo pero que no se han contagiado siguen adelante con su vida, los usuarios de las residencias de mayores se encierran durante diez días para evitar la expansión del virus en estos recursos. Es decir, siguen con el mismo protocolo que se activó cuando estalló la pandemia allá por marzo del año pasado y todavía no existía vacuna contra el Covid-19.
Los geriátricos del territorio ven con temor la evolución de la quinta ola, que pese a haber sido bautizada como la 'joven', ya ha dejado más de una docena de casos entre sus usuarios. Pero las familias no entienden los protocolos marcados para estas personas, que llevan diecisiete meses viviendo entre todo tipo de restricciones, «mucho más estrictas que las del resto de la población», se lamentan familiares de residentes. «Los aislamientos son terribles para la mayoría de los mayores», asegura María, que tiene a su madre en un centro residencial de San Sebastián. «Desde que comenzó la pandemia se nos ha complicado mucho poder verle», dice, «cansada» de la situación que viven los usuarios y sin entender para qué sirve haberles inoculado los primeros «si luego las medidas apenas se relajan». Como centenares de mayores de residencias, su ama ha superado el coronavirus y está vacunada, por lo que, en principio, tiene anticuerpos como para poder permitírsele «un poco más de normalidad» en su día a día.
Los geriátricos siguen con el mismo protocolo de cuarentena que a comienzos de pandemia
Los protocolos y medidas de las residencias han variado en lo que va de pandemia, pero el confinamiento por contacto estrecho se mantiene desde el principio. El departamento vasco de Salud recoge tres excepciones en las que no realizar cuarentena, una de ellas la de la pauta de vacunación completa. En ese caso, según Osakidetza, el contacto «no debe realizar cuarentena, pero sí extremar el uso de mascarilla en interacciones sociales, no acudir a eventos multitudinarios y realizar una vigilancia de la posible aparición de síntomas compatibles con Covid-19».
En caso de haber tenido infección activo por SARS-CoV-2 «en los últimos 180 días» tampoco se debe hacer ningún tupo de aislamiento, aunque sí extremar las medidas. Lo mismo ocurre si se ha estado contagiado en los últimos 90 días. En este caso Salud no ve necesario ni pruebas ni aislamientos.
Pese a estas recomendaciones para la población general, las residencias de Gipuzkoa, con su propio decreto y bajo competencia de la Diputación, continúan limitando las relaciones de sus mayores cuando son contacto estrecho –en más de una ocasión, como sucedió a comienzos de año, de trabajadoras no vacunadas–.
Visitas y salidas
Los protocolos de los geriátricos del territorio, no obstante, no solo contemplan el aislamiento. Con el final de la campaña de vacunación en estos centros se ampliaron las visitas y salidas en un intento de recuperar cierta normalidad. Los paseos, ahora sin horario, pueden ser hasta diarios y fuera de la zonas seguras creadas en su momento para evitar nuevos contagios. Las visitas también han cobrado una importancia especial para los familiares, que pueden entrar a la habitación siempre que estén vacunados con la pauta completa y hayan pasado los días señalados por cada farmacéutica para desarrollar la inmunidad. Eso sí, en el interior deben evitar las zonas comunes de los residentes y no quitarse la mascarilla en el habitáculo.
Pese a que la medida fue recibida con «alegría» entre los familiares, hasta esta semana la mayoría no ha podido disfrutar de este privilegio. Gran parte de los hijos y sobrinos de los usuarios de residencias son sexagenarios y su vacunación, con AstraZeneca, acaba de terminar. «Contamos los días para poder ver a nuestros padres», coinciden muchos, que han pedido la el pasaporte Covid o el justificante de Osakidetza que recoge que están inoculados para entregar en sus correspondientes centros antes de entrar a la habitación.
«Los aislamientos son terribles para la mayoría de los mayores», se queja la hija de una residente
Tras el impacto de la pandemia en las residencias, sobre todo en la primera ola, los centros temen todavía a las nuevas variantes, como la india. Sin embargo, las vacunas han demostrado su efectividad, con solo un fallecido contagiado desde que terminó la inoculación en estos centros que, además, según explicó la Diputación, murió con Covid pero «no por Covid». El resto de positivos, cerca de una veintena, han superado la enfermedad asintomáticos o con síntomas muy leves, lo que hace que los familiares pongan «en cuestión» algunas de las medidas aún vigentes.
Nueve usuarios de Aldakonea, en Donostia, permanecen contagiados; tres en Inmaculada, Irun
En estos momentos, solo dos recursos del territorio tienen casos activos. Nueve usuarios de Aldakonea, en Donostia, permanecen contagiados desde hace una semana aproximadamente, al igual que tres residentes en Inmaculada, Irun. Todos habían recibido ambas dosis de Pfizer/Biontech y trece de ellos han sido derivados al centro de referencia Covid de Eibar para evitar contagios. Hay uno ingresado por afección respiratoria previa.
EL PROTOCOLO
Confinamiento en caso de contacto estrecho
Pese a estar vacunados, los usuarios de residencias de Gipuzkoa deben aislarse durante diez días en caso de ser contacto estrecho, a diferencia del resto de la población ya inoculada.
Salidas diarias
Las salidas, acompañados o individualmente, se realizan al menos cuatro veces por semana. Hay en centros que pueden ser hasta diarias y sin hora (hay que acordarlo previamente con la residencia para evitar aglomeraciones). El acompañante, acreditando la pauta completa, pueda acceder a la habitación del usuario con la finalidad de facilitar la salida al exterior, así como el posterior regreso al centro.
Visitas en habitaciones
Se pueden hacer hasta tres visitas semanales, en el espacio habilitado para ello con dos familiares o en la habitación, con uno. En caso de querer acudir al habitáculo, la visita se limita a un familiar y siempre que acredite la pauta completa. Hay que organizarlo con el centro para no coincidir familiares de distintos usuarios en la misma habitación en caso de ser compartida. Nunca pueden quitarse las mascarillas.
Zonas comunes
Los familiares siempre tienen que evitar los lugares comunes aunque entren dentro de la residencia.
Mascarilla e higiene
Todos los familiares deben llevar la mascarilla y mantener la higiene de manos. Se recomienda además priorizar las salidas a las visitas, siempre al aire libre y evitando lugares con mucha gente.
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