Cerrojazo de nuevo desde hoy en Donostia

La capital guipuzcoana no será el único nuevo municipio en incorporarse a la lista de municipios cerrados a partir del martes. Según la resolución emitida por el departamento de Salud, otras siete poblaciones de más de 5.000 habitantes acompañarán a Donostia en un nuevo confinamiento. Azpeitia, Deba, Eibar, Hernani, Mutriku, Urnieta y Zumaia también se verán afectadas por un nuevo cerrojazo tras entrar en zona roja la última semana. De esta manera, más de 560.000 guipuzcoanos, el 81% de los habitantes del territorio, sufrirán las restricciones derivadas de una tasa de incidencia superior a los 400 casos.

Entre los municipios de menos de 5.000 habitantes que también tendrán que cerrar se encuentran Aia, Alegia, Anoeta, Ataun, Elduain, Eskoriatza, Gabiria, Getaria. Ibarra, Irura, Itsasondo, Legorreta, Soraluze, Zaldibia, Zestoa y Zizurkil. Aduna, Berrobi, Bidania-Goiatz y Zegama han conseguido reducir la incidencia, por lo que desde mañana permitirán de nuevo la movilidad.

La evolución epidemiológica en Gipuzkoa continúa con su tendencia alarmante una jornada más. El territorio presenta una tasa de incidencia de 635 casos por cada 100.000 habitantes. Se trata de la peor tasa que registra Gipuzkoa desde el 27 de noviembre en la segunda ola. El territorio detectó el domingo 302 nuevos infectados. El número reproductivo básico de Gipuzkoa es de 1,09.

Gipuzkoa se ha teñido casi completamente de rojo y esta semana tan solo se salvan del cierre cinco municipios grandes. Estos son Andoain, Bergara, Elgoibar, Irun y Usurbil. Bien es cierto que Usurbil, con una tasa de 396 casos, y Andoain, 386, cuentan con muchas papeletas para entrar en la zona roja en las próximas horas.

Con este escenario nada halagüeño de fondo, entran en vigor a partir de hoy las restricciones a la movilidad, de tal forma que solo se puede acudir al municipio colindante por motivos esenciales o la práctica de deporte al aire libre; el interior de los bares estará cerrado salvo en horario de desayuno y comida; los gimnasios deberán reducir las clases dirigidas a un máximo de cuatro personas, y los residentes de los centros de mayores verán suspendidos sus paseos al exterior de las instalaciones.

En este nuevo capítulo de la pandemia que hoy arranca particularmente en San Sebastián, el de la hostelería vuelve a figurar entre los sectores directamente afectados. Solo poder atender en interiores de 6.30 a 9.30 horas y de 13.00 a 16.30 horas, deja en una situación desconcertante a muchas cafeterías, bares y restaurantes.

La asociación Hostelería Gipuzkoa considera que el cierre por franjas horarias «aporta muy poco a la contención del virus». A juicio del secretario general de la entidad, Kino Martínez, «el grave deterioro logístico» que supone trabajar de esta manera es evidente, y le resulta «incomprensible» que una nueva limitación de la actividad, aunque sea parcial, «no venga acompañada de medidas de apoyo por parte de las administraciones públicas». En resumen, apunta, «la hostelería vuelve a ser el único sector que se cierra, y eso, sin justificación científica que respalde que esas limitaciones aportan alguna solución al control de la pandemia».

El hecho de que guipuzcoanos de otras localidades no puedan desplazarse a Donostia, supone para el comercio el principal motivo de afección de la nueva batería de medidas. Los establecimientos comerciales mantienen los aforos y horarios como hasta la fecha, pero no poder recibir clientes de otros municipios, complica las ventas, y más aún, cuando el goteo de franceses de hace unas semanas se ha reducido de forma considerable desde que se empezara a solicitar PCR a todo aquel que quisiera cruzar la muga por carretera.

«Estamos en modo supervivencia», insiste el presidente de la Federación Mercantil de Gipuzkoa, Julen Maiz. «Esta situación nos obliga a replantearnos nuevamente la estrategia comercial de primavera-verano, porque la reducción de ventas del sector ronda el 40%, y alcanza el 60% en algunos casos».

La reapertura de la movilidad por el conjunto de Euskadi antes de Semana Santa permitió al sector coger algo de aire. «Ver a la gente con bolsas por la calle es el mejor termómetro de las ventas, y sí que han sido semanas que se ha notado un mayor volumen de ventas». Pero este nuevo retroceso, devuelve a muchos a la casilla de salida, «con unas ayudas, que no son suficientes para conservar la oferta comercial del territorio», lamenta. En este sentido, Maiz insta a reflexionar sobre «qué tipo de territorio queremos ser». «Conviene recordar las calles vacías del año pasado, y pensar si a futuro queremos eso, vivir en una ciudad sin comercio».

Como otras localidades de Alto Deba, Aretxabaleta se encuentra en zona roja y con el mayor nivel de incidencia desde el inicio de la pandemia, 1.341,81. El alcalde Unai Elkoro señalaba ayer que «la vez anterior que se entró en números rojos fue en parte por los contagios que hubo en la residencia GSR Debagoiena pero ahora se han concentrado en vecinos menores de 30 años. De mayores de 60 años solo se han detectado tres casos. Ante esta situación debemos permanecer confinados en el municipio, con la consiguiente afección para la hostelería que tiene unas medidas más restrictivas». Por ellos, añade que «hoy - por ayer- se ha anunciado un nuevo cribado entre el alumnado de secundaria tras aparecer algunos casos nuevos. Esta vez los contagios se han concentrado en los jóvenes». El alcalde hace un llamamiento a que la ciudadanía cumpla las normas.

Zarautz es una de las localidades que ha sufrido un notable incremento de contagios en estas dos últimas semanas. Tras los 81 casos positivos registrados en los tres últimos días, la tasa de incidencia se ha situado en 1.105,07, cuando hace apenas tres semanas la tasa apenas sobrepasaba los 200. Para el teniente alcalde de Zarautz, Jesús Arana, «lo que ocurre en Zarautz es lo que está pasando en otros muchos pueblos de la provincia y no solo de la costa; quizá ha habido cierta relajación y las nuevas variantes del bicho están atacando fuerte, no perdonan. Yo espero que ya estemos cerca del pico y en unos días se invierta la tendencia, con la esperanza de que lleguen cuanto antes las vacunas». Arana señala que, de momento, no van a adoptar nuevas medidas. «Esperaremos a la reunión del jueves del Gobierno Vasco, que nos marcará los pasos a seguir».

Complicada situación la que está viviendo también Astigarraga, con una tasa de incidencia que ha subido mucho en los últimos días. Su alcalde, Xabier Urdangarin, se muestra preocupado y pide a la población que «socialice lo menos posible con gente de fuera de su grupo de convivencia. Sé que la gente está cansada, pero en una semana o diez días tenemos que intentarlo para controlar la situación». En el caso de Astigarraga «todavía seguimos subiendo, esperemos que comience a bajar pronto» y el primer edil aclara que no se ha tratado de un brote grande determinado, «sino de pequeños casos». La incidencia es de 1.198,68 por cada 100.000 habitantes y la situación preocupa en el municipio sidrero. «En la ikastola son ya unos 70 los chavales que están confinados, con cuatro clases cerradas». La sensación es que la subida ha sido «muy rápida».

«En un breve espacio de tiempo se ha producido un giro de 180 grados en la situación epidemiológica de Deba, giro que era previsible. He tenido una especie de 'déjà vu' con respecto al verano pasado. No hay que ser experto en pandemias para saber que una mayor movilidad conlleva consigo el aumento de contagios. Cuesta entender que se repitan los patrones y no se hayan tomado medidas de precaución eficaces», reflexiona el alcalde debarra. Los municipios costeros, y relativamente pequeños, «sufrimos una presión añadida en época de vacaciones, como ha ocurrido esta Semana Santa. Los ayuntamientos no tenemos ni herramientas ni competencias para poder gestionar estas situaciones. Las administraciones que sí las tienen podrían gestionarlas de forma diferente». García manda «ánimos a la ciudadanía de Deba que está sufriendo» y hace un llamamiento al cuidado mutuo». La tasa incidencia de Deba es de 935,26.