Audiencia de Gipuzkoa. Gorka Estrada

Condenan a un joven por una de las dos violaciones de las que estaba acusado

Dos amigas le denunciaron por haberlas agredido en Elgoibar pero la Audiencia le absuelve en un caso y le impone 4 años y medio de prisión en el otro

Aiende S. Jiménez

San Sebastián

Miércoles, 13 de marzo 2024, 01:00

Un joven acusado de violar a dos jóvenes amigas suyas en Elgoibar ha sido condenado a 4 años y 6 meses de cárcel por ... una de las agresiones, si bien ha sido absuelto por la otra. La Audiencia de Gipuzkoa considera que en un caso el contraste de la declaración de la víctima con el resto de pruebas aportadas corrobora los hechos denunciados, pero en el otro ese contraste conduce a «no otorgar fiabilidad» a la denunciante y a acreditar que las relaciones fueron consentidas, como dijo el acusado.

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El juicio por estos hechos se celebró el pasado 4 de marzo en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa. Según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, respecto de la agresión que sí considera probada, el día 27 de agosto de 2020 la víctima y el acusado estuvieron juntos por la tarde con otros dos amigos, «bebiendo cerveza y fumando marihuana». Por la noche se trasladaron todos a casa del procesado, en Elgoibar, donde bebieron «algún licor de alta graduación y continuaron fumando». La joven, que tenía 17 años, empezó a encontrarse mal por el alcohol y los efectos de la marihuana, por lo que tras vomitar se tumbó en la cama del procesado. Después los otros dos amigos se fueron de la casa, «confiando en la relación de amistad» que había entre ellos.

La joven se quedó dormida con la ropa puesta, si bien el varón, que tenía 21 años, «le quitó la ropa de cintura para abajo y le penetró vaginalmente sin su consentimiento».

Diferencia

Consideran que solo una ha sido corroborada en el contraste del testimonio de las víctimas con las pruebas

La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Augusto Maeso, se indica que la joven declaró que se acostó con ropa y se despertó sin ella, y que durante la noche se percató cuando él le penetraba, si bien «no tenía fuerzas para hablar». Considera el tribunal «verosímil» que solo recordarse el hecho de la penetración, «por encontrarse en un estado de somnolencia y cansancio» por el consumo de drogas. Al despertarse se vistió y se marchó «molesta», dijo el acusado.

Además, y tal y como consta en las conversaciones de Whatsapp aportadas como prueba, al día siguiente la joven escribió a la amiga que había estado en el piso y le contó lo sucedido, exponiendo que dudaba en si denunciar o no. También escribió al acusado para preguntarle por lo sucedido, a lo que él respondió que tuvieron relaciones consentidas. «La marcha rápida y molesta y sus conversaciones avalan su versión de que no era plenamente consciente de las relaciones sexuales que el acusado mantuvo con ella», señala el tribunal, que durante su declaración en el juicio «se encontraba afectada por los hechos».

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La joven no denunció los hechos hasta meses después, en diciembre, algo que para el tribunal «es entendible» al ser el acusado «amigo, en cuya casa se había quedado y en quien había confiado». Por todo lo expuesto considera que existe «prueba de cargo suficiente para tener los hechos acreditados». Por ello atribuyen al acusado un delito de abuso sexual con penetración por el que le condena a 4 años y 6 meses de cárcel, la prohibición de acercase a la víctima a menos de 100 metros durante 10 años, y una libertad vigilada de 5 años. Además tendrá que indemnizarla con 6.000 euros.

Mensajes probatorios

Sin embargo, en cuanto a la otra agresión denunciada, señala el tribunal que el contraste de lo que dijo la joven con el resto de pruebas no les permite «otorgar fiabilidad» a su declaración. La mujer señaló que acudió a casa del acusado y que tomaron cerveza y marihuana y ella se empezó a encontrar mal. Sufrió un desmayo y cuando despertó él estaba encima penetrándola. «Nada corrobora que se emborrachara ni que perdiera la conciencia previamente a mantener esas relaciones sexuales», señala el fallo. En este sentido, apunta que esa misma tarde la mujer escribió al joven para preguntarle por su tabaco, con un «emoticono riendo», lo cual «no sugiere ningún enfado con él». Y, por otro lado, la joven escribió a una amiga a la que le dijo que habían quedado y «se lo terminó chingando», por lo que el tribunal considera que estos mensajes prueban que ella «era consciente de que había mantenido relaciones sexuales con el acusado», al que absuelven por estos hechos. La sentencia puede ser recurrida.

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